domingo, 7 de julio de 2013

Solo 4. Edición 477, del 06 de JULIO de 2013. Año IX


LA CITA:

«Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. Me moriré en París —y no me corro—, tal vez un jueves, como es hoy, de otoño».

César Vallejo, Piedra negra sobre una piedra blanca

LO ÚLTIMO: Paisajes ancestrales del pueblo Yánesha


La milenaria historia del pueblo Yánesha es el tema central de la primera muestra itinerante “Paisajes ancestrales del pueblo Yánesha”, organizada de manera conjunta entre la Dirección de Paisaje Cultural y la Dirección Desconcentrada de Cultura – Junín, bajo la producción del Instituto del Bien Común.
Esta muestra interactiva —compuesta de dibujos, mapas, canciones y videos— recoge el trabajo de más de 40 años del antropólogo Richard Chase Smith y el experto en cultura y tradiciones Yánesha, Espíritu Bautista.
La muestra itinerante fue inaugurada este jueves, 04 de julio, en el Centro Cultural de la Universidad Peruana “Los Andes”, Calle Real 950 El Tambo, Huancayo, y estará abierta al público hasta el 21 de julio, de lunes a viernes, de 8:00 am a 12:00 m y de 4:00 pm a 8:00 pm. El ingreso es completamente libre.

Willy Mateo Cisneros, el hombre detrás de la Felizh


Luis Puente de la Vega Rojas

Muchos no imaginan el trabajo titánico que puede significar asumir la organización de la Feria del Libro Zona Huancayo - Felizh. Solo una cuantiosa inversión y un equipo bien preparado pueden hacerla realidad. Acompáñenos a desentrañar un poco esta iniciativa cultural con quien la hace realidad desde hace cinco años: Willy Mateo Cisneros.

Foto: Jhefryn Sedano
¿Cómo nace la Feria del Libro Zona Huancayo?
Mientras estudiaba en ESAN (Lima) y vivía en el parque Kennedy, siempre salía en las noches y llegaba a la Feria del Libro “Ricardo Palma” (…) Ahí decidí hacer una feria parecida en Huancayo (…) Amo a esta ciudad con toda mi alma y quiero su desarrollo, y creo que hacer una feria del libro forma parte de eso: apoyarnos en el desarrollo humano, sobre todo para los niños y jóvenes.

¿Quiénes fueron las personas que inicialmente te apoyaron con este proyecto?
En un inicio, formamos un comité consultivo que estaba integrado por Diana Casas, Sandro Bossio, Jorge Jaime, Oswaldo Reynoso, Jair Pérez, María Teresa Zúñiga y Josué Sánchez (…) Juan Carlos Suárez, un muchacho inquieto, fue el primer director e hizo un buen programa cultural (…) Por otra parte, el alcalde de Huancayo, en ese entonces, un tal Arana, nos negó la plaza Huamanmarca, nos la quitó, pero Claudia Guevara nos abrió las puertas de Real Plaza. Felizmente, siempre tengo la suerte de encontrar gente que me ayuda, que me entiende; también encontré el apoyo del prestigioso diario Correo y Héctor Mayhuire, su director en ese momento, quien fue el primero en darme su respaldo.

¿Hay alguna institución que apoya la Felizh económicamente?
No, pues el costo lo asumo yo, enteramente. Mi empresa, hace 5 años, decidió, por acuerdo de directorio, apoyar con un monto que sabemos no va a volver (…) Espero, pues, que en el futuro, en realidad, esta feria no dependa de mí sino que sea institucionalizada (…) En Huancayo, yo tengo que asumir también el costo del equipo que, felizmente, es módico, razonable, pero de todas maneras, son 20 personas a las que hay que pagarles un sueldo durante varios meses.

¿Cuántas personas son las que conforman el equipo?
Son más o menos veinte los que están en el día, pero hay otras personas, por ejemplo, el equipo de seguridad, cuatro de día y cuatro de noche, que es invisible, que no se nota pero que cumple una labor dificilísima. Yo le tengo aprecio hasta a los que hacen la limpieza, son cuatro trabajadores que se turnan la higiene todo el día (…) Oficialmente son más de veinte, pero colaboran más de cuarenta personas.

¿Cuánto tiempo hay de preparación para la feria?
Siete meses, porque nosotros arrancamos el evento en noviembre, oficialmente (…) Siete meses es lo que arduamente trabajamos para estos doce días de feria.

¿Cuánto cuesta montar una feria como esta?
Para hacer una feria modesta, como la que hacemos (…) necesitas tener unos S/. 100 mil Nuevos Soles anticipadamente. Luego se puede recuperar una buena parte alquilando los “stands”. No recuperas todo, pero sí una buena parte.

En resumen, ¿cómo le ha ido a la Felizh en su última versión?
Creo que esta ha sido una de las mejores ediciones. La 5ta versión de la Feria del Libro viene ya consolidada (…) Hemos recibido grandes invitados como Alonso Cueto, Óscar Colchado, Fernando Ampuero, entre otros; vino Juan Pablo Meneses desde Chile y más escritores internacionales (…) He visto la presencia de jóvenes escolares que llenaban la feria algunos días y esa experiencia me nutre, porque un niño que venga a la feria con sus seis, siete u ocho años, vive la experiencia de ver cien mil libros en un solo sitio, tener a los escritores ahí a la mano (…) Esa experiencia lo va a impulsar, de repente, a cumplir nuestro objetivo: impulsar el hábito por la lectura.

¿Nos podrías adelantar lo que se viene para el próximo año en la 6ta Felizh?
Tengo la palabra del Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa. En la última reunión que sostuvimos me dio un saludo para Huancayo: «Dígale a los huancaínos que los tengo presentes, que los aprecio, que siempre están en mi mente, que pronto estaré con ellos» (…) Yo espero que esta vez cumpla, porque, lo vuelvo a repetir, en la segunda edición ya estaba a punto de venir, pero ganó el Premio Nobel y tuvo dos años complicados con invitaciones de todo el mundo (…) Así como él, Jorge Edwards me ha dicho que vendrá; un argentino, Pablo de Santis; Juan Villoro de México; Jorge Volpi me dijo lo mismo; Xavier Velasco (…) hay varios que están por venir, así que la sexta edición va a dar qué hablar, porque va a ser una feria más internacional y con más escritores connotados.

COLUMNA: EL BUEN SALVAJE


Frases y locuciones desentrañadas

Sandro Bossio Suárez

Los paremiólogos, es decir los expertos en refranes, son capaces de resolver las incógnitas más extremas de los refranes y de las frases hechas. «Una bicoca», por ejemplo, viene de la población italiana Bicoca, donde Carlos V derrotó tan fácilmente al ejército de Francisco I, en 1522, que la palabra pasó al diccionario como sinónimo de algo de poco valor.
La sangre azul, dicho en alusión al linaje de los nobles, fue acuñada no por ellos, sino por los plebeyos, quienes creían que aquéllos, de piel extremadamente blanca por su escaso trabajo en el campo, en realidad tenían sangre azul por las venas que se traslucían bajo la epidermis.
«Poner los puntos sobre las íes» data de cuando en el siglo XVI se empezaron a utilizar los caracteres góticos y dos íes se confundían con una "u". Para evitarlo se optó por colocar un punto sobre la tercera letra de las vocales.
Muchas frases que usamos hoy han tenido un origen ingenioso. «Echarse un polvo» tiene ahora una connotación puramente sexual. Equivale a copular o mantener relaciones sexuales generalmente de modo subrepticio. Pero antes no tenía ese significado. La frase nació de la costumbre social de consumir rapé, o sea, polvo de tabaco (también llamado polvo de Sevilla). Como en una época se puso de moda absorber este producto en las fiestas, se implantó la costumbre de habilitar en ellas una habitación especial para «echarse un polvo», es decir para consumir el rapé. Estas habitaciones se fueron convirtiendo, con el tiempo, en el refugio perfecto de los amantes ocasionales y, de esa manera, se cambió el sentido, que pasó, desde entonces, a significar “mantener relaciones sexuales”.
La «manzana de la discordia» data de la mitología griega. En ella, Eris encarnaba la diosa de la discordia y, se dice, que no fue invitada a una fiesta en el Olimpo, pero de todas maneras se presentó en ella. Al ingresar entregó como obsequio una manzana dorada diciendo que era para la diosa más bella. En la reunión estaban Afrodita, Atenea, Hera y Palas, y, cada quien creyéndose la más bella, empezaron a pelear por la manzana que, en efecto, generó una gran discordia.
Decir «lágrimas de cocodrilo» significa llorar en vano y la frase proviene de una función biológica de este lagarto, que necesita mantener la humedad de sus ojos al salir del agua, por ello, llora constantemente. Ocurre lo mismo cuando mastica a su presa, puesto que sus glándulas lagrimales y salivales se estimulan mucho con esta acción.
Ser un “cornudo” hoy en día no es tan elogioso como lo fue en los países nórdicos del Medioevo, donde los gobernadores de las comarcas tenían la potestad de escoger entre las mujeres a las que deseaban tenerlas por una noche. Esta era una decisión elogiosa tanto para la mujer como para el marido de ésta. Cuando eso ocurría, la familia “honrada” por la visita del gobernador colgaba los cuernos de un alce en la puerta para anunciar que habían sido privilegiados. Entonces, los vecinos felicitaban al marido por «haberle puesto el cuerno».
La expresión «a ojo de buen cubero» proviene de la habilidad que tenían los fabricantes de cubas (vasijas contenedoras) en la antigüedad, donde estos instrumentos tenían diversas capacidades de acuerdo al “ojo” del fabricante.
«Poner en tela de juicio», un término sumamente usado en nuestra actualidad, proviene de épocas romanas antiguas, del antiguo Derecho Procesal. En este caso la voz latina “tela” significaba barrera, palestra, lugar cerrado destinado a los debates legales. Este tipo de “tela”, entonces, no tenía que ver con la textilería, sino con los anfiteatros judiciales. Por ello, «poner en tela de juicio» significa, más o menos, «poner en debate» algo que merece esclarecerse.

La educación y el compromiso del maestro


Jhony Carhuallanqui

El profesor Manuel León en compañía de sus alumnos iniciándoles en el arte de la pintura. Año 1964. 
Frederick Douglas fue conocido como uno de los más importantes e influyentes consejeros de Abraham Lincoln; sin embargo, pocos recuerdan que nació y se crió como esclavo. Cuentan que en cierta ocasión su ama pretendió enseñarle las letras del alfabeto, a lo que el marido de tan noble mujer se opuso furibundamente y le increpó: «Si le enseñas a leer dejará de ser esclavo», pues es que como dice Diego Luis Córdoba: «Por la ignorancia se desciende a la servidumbre y por la educación se asciende a la libertad».
Por ello, la educación no es un mecanismo de transmisión de conceptos, ideas o datos, sino un proceso de “hominización, socialización y culturación”, al menos así lo entendía Walter Peñaloza, un gran maestro que siempre nos recordaba que el papel del  docente (con formación o no) es importante, pero nunca debe ser imperante hacia el alumno, pues rescataba lo que alguna vez Plutarco sistematizó: «La mente —del alumno— no es un vaso que hay que llenar, sino un fuego que hay que avivar».
En estos tiempos, donde todos hablan del modelo Finlandés por sus reiterados éxitos en el Informe PISA, es necesario replantear muchos aspectos del sistema educativo, y con respecto a los maestros, rescatar que en este país nórdico ellos cuentan con más prestigio y reconocimiento que un médico y que el aspecto remunerativo es acorde a sus méritos y responsabilidades; así mismo, tienen especial cuidado en su selección: solo los mejores alumnos pueden ser maestros y los mejores maestros están en el nivel primario para cumplir la misión de formar a los estudiantes con una visión humanística, fortaleciendo la igualdad, la libertad y el trabajo en equipo, desterrando así la competencia individualista.
Los maestros no son los celadores de centros depositarios donde los padres dejan a sus hijos por las múltiples ocupaciones que puedan tener, es un centro de interconexión con las demás personas y la sociedad, y donde «decir lo que uno piensa no es faltar el respeto».
En nuestro país, la miopía política del Estado desconoce y desmerece el esfuerzo de muchos docentes que tienen que lidiar con situaciones problemáticas, ajenas a los planes y programas oficiales, en lugares tan alejados como olvidados y que, con frecuencia, se pretende subsanar con “capacitaciones”, acarreando una avalancha de cursos, seminarios, talleres, diplomados, maestrías de una calidad, por decirlo menos, cuestionable.
Es momento que todos encaminemos el Proyecto Educativo Nacional al 2021 (elaborado por el Consejo Nacional de Educación) y valoremos su tercer objetivo estratégico: «Maestros bien preparados que ejercen profesionalmente la docencia», si en verdad queremos iniciar un cambio educacional, pero respetando algo elemental: sus derechos logrados, y sin olvidar el rol protagónico que tiene que asumir el docente.
Álvaro Villavicencio Whittembury siempre nos decía que los maestros deben recordar que «nadie puede enseñar lo que no sabe» y que «quien se dedica a enseñar, nunca debe dejar de aprender».
El Día del Maestro debe ser un motivo de reflexión para el Estado y para el docente, pues en 191 años de haberse instituido esta celebración, tras la fundación de la Primera Escuela Normal de Varones del Perú por el General José de San Martín, seguimos  pensando en mejorar y mejorar. José Campos Dávila, Vicerrector de Investigación de la UNE – “La Cantuta”, afirmaba que estamos en la reforma, de la reforma de lo reformado, y sólo hemos aumentado burócratas: asesores y supervisores, sin mejorar los estándares. Quizá la solución sea reformar a los reformadores.

COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO


El momento decisivo de Henri Cartier-Bresson

Jorge Jaime Valdez


Fue considerado como el “Ojo del Siglo”, porque lo vio todo, registró con una cámara pegada a la retina casi todos los acontecimientos importantes del siglo XX, es considerado el padre del fotoperiodismo, nos referimos al francés Henri Cartier-Bresson.
Nació en 1908, dentro de un hogar acomodado. Su interés inicial fue la pintura y el dibujo que retomaría mucho tiempo después, al final de sus años, dejando la pasión que lo había acompañado casi toda su vida: la fotografía. Esta pasión lo convirtió en el fotógrafo más importante e influyente del periodismo gráfico en todo el mundo. Fue asistente del gran Jean Renoir, quien le enseñó a ver, como lo hicieron los grandes clásicos del cine, pasando por Griffith, Dreyer y Einsenstein.
La fotografía, el antecedente del cine, logró lo que parecía imposible: detener el tiempo y congelarlo para siempre. Cartier-Bresson acuñó un término aún vigente y que se convirtió en filosofía para muchos fotógrafos: «el momento decisivo». Se refiere a apretar el disparador en un instante único e irrepetible, donde deben confluir en dosis similares, el ojo, la cabeza y el corazón. En una fracción de segundo se debía capturar el tiempo que no volvería a repetirse jamás; un segundo antes era el pasado y uno después, el futuro. 
Cartier-Bresson tenía el ojo entrenado, esto quiere decir que podía componer imágenes sorprendentes con la rapidez en que miramos, se adelantaba a los hechos, intuía lo que podía pasar y estaba preparado para capturarlo. Tenía la facilidad de ver líneas mientras el resto veía desorden y caos. La geometría y la precisión se pueden encontrar en cada una de sus instantáneas. Viajó por el mundo registrando los hechos sociales más importantes, fue testigo presencial de los acontecimientos que marcaron la historia, retrató como nadie a un sinfín de personalidades que son referentes en la política, arte, filosofía y religión, e ilustró las revistas y periódicos más relevantes del planeta
Junto a Robert Capa, David “Chim” Seymour y George Rodger, fundó la cooperativa fotográfica más importante e influyente de la historia: “Magnum” fue creada en 1947 y, hasta la actualidad, reúne a los mejores fotoperiodistas del orbe, hombres que con cámaras van documentando el rodar del mundo desde mediados del siglo pasado.
El periodismo le debe todo al genio francés. Los reporteros gráficos, de una u otra forma, fotografían, ahora, influenciados por los fantasmas de “Magnum”.
La memoria de Cartier-Bresson está en todas las imágenes que nos dejó. Supo poner la razón, las emociones y el ojo en una imagen que corta el mundo, lo reencuadra y nos lo presenta como testimonio de algo que nunca volverá. Supo capturar el alma y cuerpo de los personajes famosos y de la calle que fotografió con su inseparable cámara Leica, su compañera fiel y la extensión de su ojo. Su memoria visual la registró en películas en blanco y negro, y a pesar que partió el 2004, sigue viviendo en las miles de imágenes que nos heredó.

PERFUME DE MUJER:


Necrofilia

Leopoldo María Panero


El acto del amor es lo más parecido
a un asesinato.
En la cama, en su terror gozoso, se trata de borrar
el alma del que está,
hombre o mujer,
debajo.
Por eso no miramos.
Eyacular es ensuciar el cuerpo
y penetrar es humillar con la
verga la / erección de otro yo.
Borrar o ser borrados, tanto da, pero
en un instante, irse
dejarlo
una vez más
entre sus labios.

MICROCUENTO:


Ahora

Rey Carlos Cornelio


Con el aroma de su despedida inundando su presente, se acercó a la gaveta y buscó entre facturas, libros y tarjetas, aquellas cartas que, en una noche de resaca y amor ciego, escribió para ella. Ante él se vertían, en cada una de las amarillentas hojas, frases inconclusas y patéticas que eran muestras de un diabético romance. Habían pasado seis desde la primera vez que se amaron y solo tres lunas transcurrieron desde el último «no eres tú, soy yo». Y ahora, todo se iba literalmente a la mierda. Pero ese «ahora» era lo que más importaba, porque estaba vivo, con el corazón hecho jirones, pero vivo, desilusionado y más, pero con un «ahora». Y ese ahora era lo único que importaba.

Los cuerpos secretos del amor trillado


Daniel Mitma Chávez


El año pasado, Alonso Cueto (Lima, 1954) publicó su novela última, “Cuerpos secretos”, una historia de amor conflictivo y acaso criminal, envuelta en frases y parlamentos coloquiales, cuando no esforzados.
La historia se desenvuelve en el panorama de una Lima contemporánea, donde Lourdes, una empresaria textil, pasa por un mal momento en su relación matrimonial: su esposo, Pepe, la engaña. En un viaje a su casa de playa, conoce a Renzo, un profesor de matemática con quién compartirá, desde su viaje de retorno a la cuidad, pensamientos y emociones que terminarán en algún pueblo de la sierra.
Desde el primer momento, Cueto nos presenta la variación de tiempos entre el pasado y el presente, que se irán intercalando en la narración para darle una mayor relevancia a ese tópico común amoroso. Por tramos, el punto de vista fluctúa sobre él o ella, para volver con parsimonia al narrador tercero: «Un estilo arrollador —como apunta Vargas Llosa, sobre otra de sus novelas—, que mezcla descripciones, diálogos, reflexiones y monólogos en una misma frase».
El drama trillado de un amor imposible entre el precario hombre que lucha por salir adelante y la mujer millonaria desilusionada de su matrimonio, se sustenta en la forma que adopta la novela en sus mudas de tiempo y puntos de vista, plenamente actuantes en los conflictos emocionales de Lourdes, en los días ulteriores al sus encuentros en los hoteles, al asesinato de Pepe, a la visita de Vanessa a Lourdes, etcétera; dándole bríos de una nimia complejidad que solo hasta el final se verá inutilizada por el peso monótono de la infidelidad telenovelezca.
En 1999, Alonso publicó su novela “Demonio del medio día” (Peisa, 1999) de similar argumento e historia. La infidelidad, el amor sufrido, la violencia marital, son pautas recurrentes en la narración de Cueto. Incluso, la misma manía de Pepe —en “Cuerpos secretos”— en sus devaneos de mujeriego tiene como precedente al militar padre de Adrián, que amenazaba e insultaba a Beatriz Miller, en “La hora azul” (Peisa/Anagrama, 2005) del mismo autor.
Todd Gitlin, al mencionar la apabullante velocidad del mundo actual, en su texto, “Enfermos de información” (Paidós, 2005), toma como ejemplo la brevedad de las oraciones en las novelas más vendidas de la actualidad: «Las oraciones de los libros más vendidos se han vuelto más breves, más simples y (hasta 2001) más parecidas a los guiones cinematográficos».
Si bien la prosa de Alonso se sumerge en la madurez de un escritor experimentado, las características antes mencionadas podrían fungir de epítetos para esta su última entrega narrativa.