domingo, 19 de mayo de 2013

Solo 4. Edición 470, del 18 de MAYOde 2013. Año IX


LA CITA:

«Todo se disolverá en
una llanura de agua,
en donde un canto o un poema más
sólo serán ríos pequeños que bajan,
ríos caudalosos que bajan a juntarse
en mis nuevas aguas luminosas,
en mis nuevas
aguas
apagadas. »

Javier Heraud, "El río"

LO ÚLTIMO: Íbero Librerías inauguró nuevo local


Ibero Librerías, por varios años el único lugar donde se podían encontrar libros originales nuevos en Huancayo, se acaba de trasladar a un nuevo local: a la calle Real Nº 280, casi en la misma esquina con Cusco.
Recordemos que ésta es una cadena nacional con cuatro tiendas en Lima y, a nivel de provincias, Huancayo es la primera ciudad en tener a esta importante cadena.
Inauguraron el local el pasado jueves 16 de mayo, donde ofrece libros de literatura en general, pero también textos especializados, de sellos españoles, argentinos y mexicanos tan importantes  como Larousse, Plaza & Janes, Debolsillo, Panamericana, Sudamericana, Debate, Lumen y Randow House Mondadori. Visite Íbero y disfrute de sus ofertas.

Javier Heraud, las voces del río


Eduardo González Viaña
Javier Heraud (Miraflores, Lima, 19 de enero de 1942 – Madre de Dios, 15 de mayo de 1963).
Hermano: de todos nuestros compañeros de generación, eres el que mejor se conserva.
Conservas los mismos ojos asombrados del chico que estaba recibiendo el primer premio de aprovechamiento en el colegio “Markham”.Tienes la misma cara del muchacho de 18 años que viaja al norte para recibir el premio al mejor poeta joven del Perú.Recuerdo que a través de los aires antiguos y dulces de Trujillo te abrías paso para leernos poemas del libro que ya a esa edad habías publicado.Recuerdo que eras un muchacho grandote y de pies enormes, y que tenías pronunciadas ojeras de niño sabio.
En nosotros, las ojeras se instalaron por la edad y también por algunas experiencias tristes. El pelo se les puso blanco a algunos. A otros, se nos fue cayendo. En ti, nada de eso ocurrió porque sobre ti no pasaron los años.
No pasaron por que los años no pasan sobre el río, y tú eras y eres un río. Además de que tu poema lo proclama, te acribillaron cuando te ibas flotando sobre una canoa por el río Madre de Dios. Y por eso sigues siendo «el río que viaja en las orillas, puerta o corazón abierto; el río que viaja por los pastos, dolor o rosa cortada; el río que viaja dentro de los hombres, el río que canta al mediodía, el río eterno de la dicha.»
Eso ocurrió hace 50 años. Como lo ha contado tu padre, saliste de Puerto Maldonado inerme, sobre el tronco de un árbol, a la deriva, y pudiste haber sido detenido sin necesidad de disparos. Tu compañero había enarbolado un trapo blanco. No obstante, los policías y los civiles a quienes se había azuzado te disparaban desde las orillas, durante una hora y media.
Eso ocurrió el 15 mayo de 1963. El “valiente” capitán que comandaba a los sicarios gritaba: «¡Fuego!, ¡fuego!, hay que rematarlos.» Ya estabas muerto cuando continuaban zumbando las balas dumdum. La autopsia encontró diecinueve forados en tu cuerpo.
¿Por qué tanto odio, Javier?Eran los años en que todo el mundo estaba pendiente de la revolución cubana. En el Perú, teníamos que levantarnos a las cuatro o cinco de la mañana para escuchar secretamente “Radio Habana, Cuba". Estaba prohibido captar esa emisora, ver la película "Morir en Madrid", cantar "Natalie”, dejarse crecer la barba, viajar a los países socialistas. Los gobiernos temían que fuéramos contaminados por las ideas de libertad y de justicia.
Los dueños del país querían hacer creer que representaban las ideas cristianas. Sin embargo, día tras día, los monopolistas del campo, los contaminadores de las minas, los agiotistas de las finanzas y algunos insaciables e inflados presidentes han demostrado que no hay materialismo más perverso que el suyo (…)
Ser poeta es ser dueño de una voz que denuncia la bestialidad de los tiempos y clama por la solidaridad y la justicia. Sólo la unidad de los justos hará que perduremos como tú, querido Javier Heraud, que sigues escribiendo para el futuro, para los niños y niñas que a los 18 años escriban poesía, para los compañeros que vengan mañana.

EN STÉREO: A PROPÓSITO DEL CONCIERTO DE YES


Porque no solo de “Grandes Éxitos” vive el hombre

Roberto Loayza Cárdenas

Haber tenido a Yes en un concierto mágico, donde presentaron de corrido tres de sus discos más emblemáticos como “The Yes Album”, “ClosedToTheEdge” y “GoingForTheOne”, ha sido todo un acontecimiento, aunque echamos de menos su obra maestra “Fragil” en una presentación íntima y alucinada en el anfiteatro del Parque de la Exposición, y con sillas.
La agrupación es de lejos la que más fiel se mantuvo en su sonido a lo largo del tiempo, a diferencia de sus contemporáneos Emerson, Lake & Palmer, Genesis y King Crimson, que conforme avanzaron los años fueron perdiendo casi del todo el sonido que los convirtió en baluartes de este sub género llamado Rock Progresivo, que llevó a la música por senderos grandiosos y brindó un gran peso y credibilidad al viejo rock and roll con clarísimas influencias del jazz e, incluso, de la música clásica.
La presentación, el último jueves, de la legendaria banda da pie a ciertas reflexiones sobre la calidad de artistas (y sus “set lists”) que tocan en nuestra capital, ya que, por lo general, las provincias quedan relegadas a planos extremos donde las “estrellas” son imitadores de programas de dudosa calidad.
Muy al contrario de lo que cierta estrella de rock nacional, también de precarios atributos, escribió en una columna, hay miles de peruanos con un gran conocimiento musical y un muy desarrollado oído, por lo que en definitiva este tipo de conciertos no deben ser excepciones. No todos vivimos de lo que en forma fascista nos ofrecen las emisoras nacionales; a las locales ni mencionarlas.
No solo Paul McCartney está harto de su “Yesterday” o Elton John de su “Candle in theWind”, hay muchas ganas por explorar, por recordar, por darle a la música el lugar que merece. Es que acaso si en algún momento hubiera venido Pink Floyd, ¿los asistentes se hubieran ido luego de su “AnotherBrick in the Wall”?

IMPRESCINDIBLES / CINE:


Selección y textos: Roberto Loayza Cárdenas

La vida de los otros (2006)

La paranoia vivida durante los años previos a la caída del muro de Berlín es la excusa perfecta para uno de los mejores filmes europeos de los últimos 20 años. GerdWiesler (interpretado con la personalidad única del desaparecido UlrichMühe) es un agente de la “Stasi” que se encarga de vigilar al dramaturgo Georg Dreyman y su amante Christa-MariaSeiland, por quienes entenderá el verdadero significado de la libertad, en tiempos donde ésta solo podía ser nombrada a susurros. Oscar a mejor película extranjera.

La cinta blanca (2009)

El maestro de un pequeño y apacible pueblo alemán nos cuenta otra de las geniales cintas de Michael Haneke. En este lugar vienen ocurriendo una serie de eventos crueles e inexplicables, nadie sabe si es una sola persona o fueron varias, las pistas no conducen a ningún lugar. Otra vez el director Austro-Alemán nos da una lección de cine en medio de un entorno tan natural como impensado. Conforme la historia va culminando los vientos bélicos, de la “Gran Guerra”, van soplando.

Un hombre sin pasado (2002)

Un hombre es asaltado y golpeado a tal punto de dejarlo sin memoria. No sabemos nada de él, pero sospechamos que el no saber sobre su pasado le brinda una felicidad que nunca antes pudo tener, hay pureza y humanidad en un mundo por descubrir. Segunda parte de la trilogía “Finlandia” de AkiKaurismaki. Destacan las actuaciones de MarkkuPeltola, como el hombre sin identidad ni pasado, y especialmente de la fabulosa KatiOutinen como Irma, el objeto del afecto de nuestro “héroe”.

Juan Pablo Meneses, impulsor del periodismo portátil, estará en la FELIZH 2013



Juan Pablo Meneses es un escritor, columnista, cronista y periodista chileno, impulsor de la Escuela Móvil de Periodismo Portátil. Colabora para medios importantes de Latinoamérica como los diarios “Clarín” de Argentina y “El Mercurio” de Chile, las revistas “Etiqueta Negra” de Perú, “SoHo” de Colombia y “Eme-Equis” de México. Además, sus crónicas han sido publicadas en más de quince países y fueron traducidas a cinco idiomas.
Uno de los libros que más destacan en la obra de Juan Pablo Meneses es “Equipaje de mano”, un compendio de crónicas que describen distintos lugares del mundo que el autor recorrió. Este texto fue editado, por primera vez, en Chile  (2003)y la segunda en Argentina (2005).
 Ante la llegada de Juan Pablo Meneses para participar en la V Feria del Libro Zona Huancayo del 19 al 30 de junio; donde hablará de la Generación Bang, el escritor anunció que la tercera edición de “Equipaje de Mano” será presentada en Huancayo bajo el sello de Acerva Ediciones.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER


Arsenio Inga Briceño, 33 años de ausencia

Josué Sánchez
Arsenio Inga Briceño, 1978.
Arsenio Inga Briceño (Huancayo 1932–1980) es un artista plástico representativo del valle del Mantaro. Desde muy niño se dedicó a confeccionar alcancías e imaginería que vendía en la feria dominical; de esa forma pudo estudiar primaria en la Escuela Estatal 511, hoy Sebastián Lorente, y secundaria en la G.U.E. Santa Isabel de Huancayo.
Familiarizado con el dibujo, la pintura y la escultura, profundizó sus estudios como autodidacta, haciendo calcos y reproducciones de obras clásicas de diferentes autores que influenciaron su arte; entre ellos, Miguel Ángel, Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Ignacio Merino y los indigenistas peruanos.
En la década del sesenta, formó parte de la Asociación de Artistas Aficionados, que posteriormente creó la Escuela Regional de Bellas Artes.
Entre los años 1960 y  1963, pintó los murales religiosos de estilo clásico que se encuentran en la cúpula y en los dos lados del altar mayor de la iglesia franciscana de María Inmaculada de Huancayo, entre los que destaca el mural que representa  a Cristo en la cruz rodeado de las tres Marías: María, madre de Jesús, María de Betania y María de Magdala, una piadosa expresión de la crucifixión.
Propaganda diseñada de Arsenio Inga Briceño
Inga consideraba el arte místico como una herencia sublime del renacimiento.  En 1964 y 1965, pintó otro mural en la Iglesia del Carmen en Celendín, Cajamarca, ratificando su estilo clásico religioso con una técnica al óleo cada vez más depurada en cuanto al tratamiento de la luz y las sombras.
A su retorno a Huancayo fue llamado para trabajar en el Sistema Nacional de Movilización Social - SINAMOS. Allí desarrolló una intensa y fructífera labor artística diseñando más de un centenar de afiches con un compromiso social que superó las expectativas del  área cultural de  ese organismo, utilizando para ello el dibujo y la técnica del grabado serigráfico, que por entonces se hacía en forma manual.
Arsenio Inga recreó pictóricamente su compromiso social con los trabajadores y las clases menos favorecidas, retratando las luchas de los mineros y de sus sindicatos, la vida de los campesinos, sus luchas por la tierra, sus costumbres y danzas.
Sus pinturas, de influencia indigenista, muestran técnicamente un buen manejo de la composición y la armonía, recreando paisajes que cobran vida por su colorido y la aplicación impresionista del óleo.
Sus obras, cuidadas y preservadas amorosamente por su esposa e hijos, se exhiben actualmente en la Galería de Arte del Centro Cultural Los Andes, que realiza una exposición retrospectiva de sus pinturas y afiches como reconocimiento a su trayectoria artística y su invalorable aporte a la cultura nacional.

PERFUME DE MUJER:



Rafael Cadenas

Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero al séptimo día tu cuerpo es un arrogante palaciodonde viveeltemblor.

MICROCUENTO:


Diferencia

Diego Martín Eguiguren

Con el paso de los años observo con más claridad las huellas tiranas del tiempo atrapadas en el espejo de cualquier lugar. Que hoy sea enero testigo de la llegada de una nueva temporada no quiere decir que las anteriores estén olvidadas. He aprendido a detectar una única diferencia entre el 31 de diciembre y el 1 de enero: los días 31 despierto conmigo y mis tensiones (lo usual), al cabo de 24 horas me vuelvo a levantar, pero me encuentro desvencijado y culpando ciegamente a las botellas de champagne.

Redescubriendo a Frank Lloyd Wright


Máximo Orellana Tapia
Casa de la cascada (FallingWaterHouse) oCasa Kauffman –Pensylvania, EE. UU. Dibujo de l autor.
Aún estaba en los primeros años de mi carrera cuando, revisando algunas imágenes y obras de uno de los arquitectos norteamericanos más importantes: Frank Lloyd Wright, quede tan aleccionado que decidí escribir un artículo titulado “Frank Lloyd Wright, profeta de la arquitectura moderna” sin conocer alguna obra suya.
Sin embargo, hace semanas, tuve la oportunidad de recorrer uno de sus proyectos más emblemáticos, al oeste del estado de Pensylvania: la “Casa de la cascada” (FallingWaterHouse) o “Casa Kauffman”, como también se le conoce, que viene a ser uno de los edificios más visitados de los Estados Unidos. 
Desde el inicio de nuestro trayecto en Baltimore, cada instante era más interesante conforme nos acercábamos a las casa, como si fuéramos a entrevistarnos con su creador para hacerle varias preguntas. Al cabo de tres horas de ininterrumpido viaje para salvar los 360 km. y previa reserva “online” de los tickets correspondientes, recorrimos parte del condado de Fayette y ya dentro del paraje de MillRun, pudimos arribar a este magnífico conjunto arquitectónico.
Desde el puente de llegada sobre el río Bear Run, se ingresa por la puerta principal y de ésta a la sala, construida sobre una inmensa roca, lugar predilecto donde la familia Kauffman solía realizar sus “picnics”.
Comenzando nuestro recorrido fue sorprendente ver cómo las habitaciones han sido resueltas con materiales y mano de obra en gran parte del mismo lugar, tales como los pisos, paramentos de piedra, carpintería de madera, entre otros. Sobre todo llamó mi atención el tratamiento de la luz natural y artificial, tan bien tamizada que genera una atmosfera acogedora y cálida, así como la visualización permanente del paisaje circundante.
En la obra de este genial arquitecto se puede encontrar una predilección por cuidar cada detalle del edificio, incluyendo el mobiliario que diseñó para esta casa: lámparas de noche, armarios empotrados, ventanas en esquina o una chimenea, resueltos con gran ingenio y aguda simplicidad.
La expresión de su arquitectura, en todo momento, aflora con naturalidad, como si estuviera emergiendo de las mismas rocas, va sucediendo, transcurre y va ganando o perdiendo altura a lo largo del tramo de montaña que la contiene y sostiene; es eso lo que nos deslumbró y cautivó durante todo el recorrido.
Esta obra, para la fecha en que fue construida (1936-1939), no solo es una magnifica sucesión de espacios, sino también una elucubración estructural audaz e interesante cuando, por ejemplo, en la cubierta que une el conjunto principal con las habitaciones complementarias de servicio, se recurre a una pérgola laminada de concreto reforzado que se sostiene en un solo eje de pilares, cuyo objetivo, además de ir ganando la pendiente, fue la de evitar que el espacio exterior se vea interrumpido en su conexión con los espacios de recorrido internos.
 “La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el paisaje en vez de desgraciarlo”, dijo él en una entrevista por aquellos años. Es así que cuando asumió este encargo, con el firme apoyo del propietario, hizo lo posible para lograr su cometido, cuyo resultado trasciende el tiempo, las distancias y el territorio. Así que, luego de muchos años y desde una perspectiva más completa, vuelvo a evocar a través de estos párrafos, las enseñanzas de este gran maestro, su brillante derroche de reflexión profunda y creatividad, paradigma profesional de toda una vida entregada a la arquitectura.
Todos los del grupo de visitantes, a juzgar por las miradas que intercambiábamos, no hubiésemos querido que el día terminara, porque cada momento era mágico, el paisaje cambiante y acogedor, relajante y poético; nos encontrábamos dentro de un bello ejemplo, una obra maestra del siglo XX, que debiera, a quienes pretendemos hacer buena arquitectura, impulsarnos a crear entornos construidos en verdadera conexión con el paisaje. El tiempo nunca se detiene, era hora de retornar, escribir este nuevo artículo y compartir la alegría de estas vivencias.