lunes, 1 de abril de 2013

Solo 4. Edición 463, del 30 de MARZO de 2013. Año IX


LA CITA:

«Es cierto que tengo edad y tengo muchos años, las penas se quedaron detrás de mis ojos y mis manos jamás pudieron hacer nada (…) ¡Y no me mire así que nada le oculto! Vea el iris de mis ojos, ¿qué ve? Nada, ¿verdad? Estoy limpio como las sábanas de los hospitales, como los ojos desaparecidos de los muertos.»

María Teresa Zúñiga, Mades Medus

LO ÚLTIMO: Marzo: mes de reconocimientos a nuestros artistas

Pedro Gonzales recibiendo el reconocimiento “Joaquín López Antay 2013”.

Durante las festividades por el Mes de la Artesanía Peruana 2013, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo premió a uno de nuestros artistas más célebres: el cultor de la imaginería Pedro Gonzales Páucar, con el galardón “Joaquín López Antay 2013”, el pasado 21 de marzo. Con respecto a esta distinción, la Primera Vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, manifestó lo siguiente: «No solo valoramos y miramos a los artesanos, son una muestra del orgullo de nuestro legado (…) si reconocemos su trabajo en vida, podremos mantener éste y difundirlo de manera permanente (…) Ellos son el patrimonio de un país que avanza, de un país que se desarrolla».
Asimismo, el último 19 de marzo, el Ministerio de Cultura reconoció a Abel Beriche Macha, tallador de máscaras de Huacón, por su enorme aporte en la conservación y difusión de esta danza.
El principal objetivo de estos reconocimientos es «conmemorar y enaltecer la labor de los hombres y mujeres de todas las regiones de nuestro país, que se dedican a la actividad artesanal».
Otra de las alegrías en este mes, es el reconocimiento de nuestra dramaturga María Teresa Zúñiga, quien también recibió el título de Personalidad Meritoria de Cultura, el 27 de marzo, durante las celebraciones por el Día Mundial del Teatro. Felicidades a Pedro, Abel y María Teresa, son un orgullo para toda la región central del país.

María Teresa Zúñiga, personalidad meritoria del Perú


Solo 4

María Teresa Zúñiga Norero, “Personalidad Meritoria de la Cultura”.
La dramaturga y poeta María Teresa Zúñiga Norero acaba de ser reconocida como “Personalidad Meritoria de la Cultura” por su destacada labor teatral. En el Suplemento Cultural SOLO 4 expresamos nuestra alegría por este logro y reafirmamos nuestra admiración por ella y su importante obra, que llena de satisfacción a  Huancayo y la región central del Perú.

¡Un nuevo logro! La dramaturga huancaína María Teresa Zúñiga Norero fue declarada “Personalidad Meritoria de la Cultura”. Este reconocimiento, que viene de parte del Ministerio de Cultura, le fue conferido «por su destacada trayectoria como actriz, directora de teatro y fundamentalmente por su prolífica labor como dramaturga, así como por su incansable trabajo en la difusión y valoración del teatro peruano a nivel regional, nacional e internacional».
María Teresa Zúñiga ha representado al Perú en diversos eventos teatrales en América Latina. Su vasta obra —de más de sesenta piezas teatrales, entre las que destacan “Zoelia y Gronelio” (1995), “Mades Medus” (1999) o “Atrapados” (2002)— ha sido puesta en escena en diversos escenarios del Perú y el extranjero. Igualmente, “The Oxford Encyclopedia of Theatre and Performance” de Inglaterra la consideró como «una de las más ‘avant garde’ y prolíficas dramaturgas latinoamericanas de fin de siglo».
Nacida en Huancayo en 1962, es fundadora —junto a Jorge Miranda Silva—, del Grupo de Teatro Expresión, donde alterna roles de actuación y dirección. El grupo se inició a mediados de los ochenta, aunque fue con el montaje de “Corazón de fuego” (1989) que se consolidó y alcanzó el prestigio que lo acompaña hasta la actualidad.
¿Pero cuál es su importancia para la dramaturgia nacional? Su obra rebasa los tópicos habituales y aborda las contradicciones que abruman al ser humano. “Zoelia y Gronelio”, por ejemplo, es una historia que, bajo un telón posapocalíptico, reflexiona sobre las carencias de un mundo que se desmorona, pero que, pese a todo, mantiene un oscuro optimismo. Algo similar podría decirse de “Mades Medus”, obra donde también dos personajes —Mades, de 50 años, y Medus, de 19— se debaten entre ficción y realidad, y hacen del arte su razón de ser.
Su teatro se nutre de cánones vanguardistas como el absurdo o el existencialismo, que también fueran cultivados por Eugène Ionesco, Samuel Beckett o Harold Pinter, pero con una estética absolutamente personal. Eso es lo que hace de ella una gran autora: completar, texto a texto, una obra integral particular y original, que sin sacrificar su claridad para el espectador, profundiza en temas y caracteres de mucha complejidad.
Como se ve, este reconocimiento a María Teresa Zúñiga Norero es más que meritorio, y pone en su real ubicación a la dramaturga más destacada que ha dado la región centro. En la página siguiente de SOLO 4 aprovechamos para publicar un artículo suyo a propósito del Día Mundial del Teatro, y que fuera escrito horas antes de recibir la comunicación sobre este importante galardón.

MÁS DATOS:

¿Cómo recibe este reconocimiento?

María Teresa Zúñiga Norero: Me ha llenado de mucho entusiasmo. Es un impulso muy importante para continuar. Ya son 32 años de mi vida que estoy involucrada en esta labor que, para mí, es una opción de vida. El teatro es una actividad que nos da grandes satisfacciones que, finalmente, es lo que se lleva el hombre cuando ya cierra los ojos. Este logro que alcanzo en este año lo comparto con todos los cultores del teatro. (Fuente: Entrevista colegio Andino, difundida a través de Youtube)

El teatro, un paradigma interminable

María Teresa Zúñiga y Jorge Miranda Silva en “Zoelia y Gronelio” – Foto: Beto Benites.

Horas antes de saber que sería declarada “Personalidad Meritoria de la Cultura”, María Teresa Zúñiga Norero escribió este comentario sobre la significación que tiene para ella la que es su razón de ser: el teatro. Para toda la región central del Perú, el Día Mundial del Teatro tiene ahora una doble significación, pues tenemos a una de las mejores dramaturgas que ha dado el teatro nacional.

María Teresa Zúñiga Norero

Hoy, que vivimos tiempos imparables, en que la velocidad no tiene pausas; cuando la impaciencia y la intolerancia permanecen más fuertes que nunca, y los niveles de violencia arriban a una cúspide nunca antes vista, el teatro transita entre la observación del mundo y la creación de uno nuevo.
Este quehacer proviene desde tiempos incontables, desde la práctica primitiva del hombre en acción, tomando la historia de los pueblos, sus leyendas, e inventando situaciones con personajes que emergen de lo cotidiano a la eternidad.
Hoy, en el mundo, el teatro se levanta en las calles, sobre los múltiples escenarios, en diversos lenguajes, ataviados de maquillaje, vestuario y máscaras, con el fin de anunciar el Día Mundial del Teatro y sus festividades.
Muchos nombres y presencias se entretejen en este inmenso telar: texto y acción realizan la magia sobre las tablas. Autores, directores y actores logran el texto y la acción desde su visión del mundo, desde su capacidad técnica, desde su particular manera de afrontar el espacio escénico. No son meros improvisadores. Están dotados de disciplina, ética y sensibilidad, y podemos ver en cada propuesta diversos lenguajes, transportándonos a espacios y tiempos impredecibles para trasmitir un mensaje cargado de reflexiones, llamando al mundo (el espectador) a detenerse, a observarse, a memorizar y entender su humanidad.
Hacer teatro es invertir al mundo, voltearlo, hacer perder la materialidad subjetiva del hombre y colocarlo en un espacio donde las ideas recobran su objetividad; proponer una nueva manera de mirar, recobrar los sueños y que la verdad adquiera su verdadera prolongación: la existencia.
«¡Ser o no ser, he aquí la cuestión!» —nos recuerda Hamlet de Shakespeare—. Existir o no existir. Resolver este dilema es tarea del teatro, y por ello su búsqueda incansable a través de los siglos: la verdad dicha desde la ficción.
Saludamos con estas líneas a todos los hombres y mujeres del planeta que llevan en su agenda la hermosa tarea de la dramaturgia. Los alentamos a continuar, a heredarle al mundo los grandes secretos descubiertos en la sorprendente realidad escénica.
Esa es la magia de este día, en que podemos entrelazar sueños y posibilidades creando nuevas existencias desde la ficción, pero con mensajes reales y auténticos. En este día, el mundo se inclina desde sus butacas y aplaude a aquel que entreteje su vida y el arte en una escena inacabable.

COLUMNA: EL BUEN SALVAJE


Los sagrarios del pasado

Sandro Bossio Suárez

El sacerdote Rubén de Berroa, en su monografía sobre la diócesis de Huánuco, asegura que los dominicos habían construido, hacia 1544, un modesto convento en la Plaza Huamanmarca de Huancayo. Además, en 1553 hubo en Lima un cenáculo de dominicos, donde se hace mención del «convento de Guancayo», que administraba las doctrinas de Chupaca, Sapallanga, Sicaya, Chongos y La Mejorada. O sea, dos décadas antes de la visita de Jerónimo de Silva, quien ya habría encontrado un pueblo fundado autóctonamente, con su iglesia erigida.
Esto lo certifica la Real Provisión de Francisco de Toledo, fechada en 1571, quien dispone que «en el tambo de Huancayo se construya un nuevo monasterio e iglesia para que residan en él seis frailes y que sea cabecera a donde deben centralizarse los dos religiosos dominicos que se hallan en la doctrina de Ananhuanca». Si el virrey dice «que se construya un nuevo monasterio» y no dice «que se construya un monasterio», es lógico pensar que el citado convento existía desde antes de 1571.
Esto quiere decir que por órdenes virreinales, el primer convento de Huancayo fue refaccionado o tirado para la construcción de uno nuevo, en 1580. La piedra labrada (que hoy se encuentra en la fuente de la Plaza Huamanmarca), que data en efecto de 1580 y pertenece a la aludida iglesia, precisamente es la prueba de que en esa época empezó una segunda etapa para ella. Después fue convertida en priorato y tuvo a su cargo las doctrinas de Sapallanga, Mejorada, Conchangará, Chongos, Chupaca y Sicaya.
Esta iglesia, inicialmente, estuvo a cargo de los dominicos. Se trataba, por el dibujo dejado por Leonce Angrand, de una iglesia modesta, caracterizada por la sencillez de una fachada asimétrica, con una campana, balconetes y cupulinas. Estaba levantada  probablemente en piedras y barro, y dentro de ella había una sola nave. El presbiterio tenía los componentes básicos: el altar, al ambón y a la sede. El púlpito contaba con taza y baldaquino, y el sagrario poseía una guarda para las eucaristías y una pila bautismal. En sus paredes había pinturas coloniales, hornacinas, imafrontes, velos, pandeoros y tallas de madera.
Durante la visita pastoral de 1769, realizada por el presbítero Francisco Javier Echevarría, esta Iglesia Matriz poseía muchos bienes religiosos: una venera de oro con diamantes y esmeraldas; dos pares de zarcillos de oro de broquelitos; un par de candaditos de oro; tres tembleques de diamantes; una gargantilla de perlas con peso de media onza; un cetro de oro; una cadenita de oro; un rosario jerosolimitano y uno de perlas; una cruz de cristal; dos sortijas de oro y un picaflor de oro.
Detrás de la iglesia estaba el convento. Dicen las tradiciones que tanto el templo como el claustro eran las únicas edificaciones que tenían techo de tejas en el pueblo. Pero el convento era realmente famoso por su coro de indios, quienes cantaban alabanzas sacras en quechua y castellano, acompañados por un órgano de tuba y bajo de dirección de un maestro de canto gelaciano.
Este convento «que por sus ornamentos y retablos y galantes adornos de pinturas pudiera figurar en cualquiera de las mejores ciudades de Europa», a decir del dominico Juan Meléndez, se destruyó durante el terremoto de 1776.
En 1799 la prelatura decidió construir en la Plaza del Comercio (más delante de la Constitución) una Iglesia Matriz, que en el futuro sería consagrada como nuestra Catedral, en lugar de la antigua iglesia de la Santísima Trinidad de la Plaza Huamanmarca, ya desparecida. La catedral empezó a construirse el 18 de marzo de 1799 y se concluyó el 2 de marzo de 1831. Durante mucho tiempo fue conocidomo como “cuto torre”, porque quedó inconclusa y, hasta la década de los treinta del siglo XX, le faltaba un torreón.

PERFUME DE MUJER:


La última tentación de Cristo

Nikos Kazantzakis


La cogió, le echó hacia atrás la cabeza y la besó en la boca. Los dos habían palidecido y las piernas les flaqueaban. No podían continuar avanzando y rodaron por la tierra bajo un limonero en flor.
El sol se detuvo sobre ellos. Levantose viento y algunos azahares cayeron sobre los dos cuerpos desnudos. Lloviznaba suavemente, las gotas caían sobre ellos, refrescando los dos cuerpos ardientes. Ascendía un olor a tierra mojada. María Magdalena estrechaba al hombre contra su cuerpo y jadeaba débilmente.

Lágrimas negras


Roberto Loayza Cárdenas


Suecia era el segundo hogar de Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro, “Bebo” para los amigos. Fue en ese país de vikingos donde el pianista quivicanero residió, luego de enojarse con el barbón Castro y abandonar a su familia, entre ellos el también famoso teclista “Chucho”. Se casó con una gélida belleza sueca llamada Rose-Marie, y llevó una vida familiar mayormente alejado de los escenarios en Estados Unidos.
Fue a mediados de los 90 que, el gran saxofonista, Paquito D’Rivera lo saca de su confinamiento y le recuerda sus tiempos con la Orquesta Tropicana, sus tiempos con Beny Moré, animándolo a grabar su disco de retorno “Bebo Rides Again” (1994). En adelante, y como ocurrió con los casi extintos integrantes de la famosa “Buena Vista Social Club”, Bebo formó parte de los ancestrales músicos y ejecutores del son montuno, de la guaracha, el mambo y el chachachá cubano.
Fernando Trueba, cineasta español, conocido por la cinta romántica “Belle Epoque” (1992) y  sus gustos por las sabrosas cadencias de la isla, elevó más la popularidad de Bebo en sendos documentales como “Calle 54” (2000) y “El Milagro de Candeal” (2004); de la misma manera, fue el responsable del mayor éxito que el cubano tuvo en su breve pero inolvidable carrera, produciendo el disco “Lágrimas Negras” (2002), un visionario proyecto discográfico donde la mixtura de la música cubana y el flamenco, en la voz del cantaor Diego “El Cigala”, lo llevó a los escenarios de todo el planeta, y lo puso en las portadas de las más buscadas revistas musicales.
Su carrera despegó y en los siguientes años fue muy prolífico grabando con la Habana All Stars, Javier Colina en el mítico “Village Vanguard”, con el genial contrabajista Cachao López, y con su hijo “Chucho” en el extraordinario “Juntos para siempre” (2008).
El problema es que ese “siempre” suele ser una palabra tramposa y, a pesar de su retiro a tierras malagueñas, la muerte lo atrapó en Estocolmo, su segundo hogar. Lo enterraron junto a su querida Rose-Marie.

IMPRESCINDIBLES / HOMENAJE A BEBO VALDÉS


Bebo Rides Again (1994)


Luego de ser uno de los más grandes exponentes de la música cubana, treinta años atrás y rescatado de su exilio por Paquito D’Rivera, Bebo volvía a las salas de grabación junto al genial saxofonista, el guitarrista Carlos Emilio Morales y el percusionista Amadito Valdés. La increíble capacidad compositiva de Bebo, de 76 años, se distingue en 8 temas inéditos, creados en apenas 36 horas. Uno de los mejores discos de jazz latino de todos los tiempos.

 Lágrimas negras (2002)



Un amante de la música cubana y la más brillante estrella del flamenco se juntan al visionario pianista cubano para grabar, en Madrid, un breve, pero ecléctico disco que va desde composiciones de Lolita de la Colina, los hermanos Expósito, Jobim y Vinicius, o Miguel Matamoros, hasta sendos homenajes a Julio Gutiérrez, María Teresa Vera, Juan Mostazo y el tándem Cadicamo y Cobian. Un experimento que ya es considerado un clásico, donde destacan “Lágrimas negras” y “Corazón loco”.

Juntos para siempre (2008)



Debido a que Bebo dejó a su familia para huir de la Cuba, se forjó un resentimiento con su hijo, el también eximio pianista “Chucho”. Sin embargo, a mediados del 2007, la reconciliación llegó, y la mejor manera de materializarla fue grabando un disco en conjunto. A dos pianos, nos encontramos con boleros clásicos como “Sabor a mí” o “La gloria eres tú”, el clásico del jazz “Tea For Two” y, en especial, la conmovedora “A Chucho”. Así plasmaron el más grande deseo de padre e hijo: estar “Juntos para siempre”.

BREVIARIO: Ganadores de FELIZH 2013 viajarán a la FIL Guadalajara


La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es uno de los eventos culturales más importantes en América Latina, que congregó, en su última edición, a más de 500 escritores de 18 países; además, se realizaron 60 foros literarios, 20 foros académicos y 128 actividades artísticas y musicales.
En el marco de la V Feria del Libro Zona Huancayo, los ganadores de los concursos nacionales de cuento y poesía podrán viajar a México para asistir a la FIL Guadalajara, en noviembre de este año.
Serán dos los afortunados que podrán conocer a escritores de talla mundial, y enriquecer su visión del mundo, pues una de las características de este evento es que, desde 1993, cuenta con un país o ciudad como invitado de honor. En el 2005, le tocó al Perú exponer nuestra riqueza cultural y literaria, más en esta versión también estará presente con los galardonados.
Los interesados en participar en los certámenes tienen hasta el 10 de mayo para presentar sus trabajos. Las bases generales las pueden encontrar en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”, o también en la página web: www.feriadellibro.com.pe

Abel Beriche, genio de los rostros de la Huaconada


Manuel F. Perales Munguía


En los Andes prehispánicos, la máscara era uno de los elementos atávicos más importantes de muchas danzas, tal como ocurría con el antiguo “taqui” del “guacon” o “saynata”, en el cual sus ejecutantes portaban caretas cuyas facciones «eran del puro demonio», según el jesuita José de Acosta, como consta en su “Historia natural y moral de las Indias”, publicado en 1590.
Por otro lado, los hallazgos arqueológicos de máscaras de madera y cerámica respaldan lo dicho en las fuentes escritas coloniales, como ha indicado el investigador Sergio Barraza.
Hoy, este elemento sigue jugando un papel fundamental en el desarrollo de distintas danzas andinas, incluso como elemento que permite al danzante apropiarse de aquello que le resulta foráneo y extraño, para así dominarlo. Por esta razón, especialistas como Gisela Cánepa han señalado que la máscara andina posee un particular poder mediador y transformador, con el cual sus portadores expresan y ocultan algo a la vez.
En el valle del Mantaro, ésta mantiene gran vigencia como expresión de identidad, mediación y transformación, gracias a artistas populares que, muchas veces desde el anonimato, mantienen viva esta tradición milenaria.
Precisamente, uno de ellos, el maestro Abel Beriche Macha, heredero de un linaje de talladores eximios, se dedica desde niño a la confección de las máscaras empleadas en la danza de la Huaconada, declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el 2010.
Don Abel, natural de Mito, vive en su sencilla casa de arquitectura tradicional cerca del paraje “La Huaycha”, donde encuentra la inspiración necesaria para tallar con sus manos mágicas, los magistrales rostros que, cada mes de enero, dan vida a los imponentes y admirados “huacones” en Mito y otras localidades vecinas. Su hijo, José Carlos, y sus hermanos también continúan con esta tradición y, gracias a ello, tenemos la seguridad que el arte de don Abel trascenderá los tiempos.
Como parte de las acciones de salvaguarda de nuestro patrimonio cultural, el pasado 19 de marzo, Día del Artesano Peruano, el Ministerio de Cultura otorgó a don Abel Beriche el reconocimiento como Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana, máxima distinción en mérito a su arte y su persistencia tenaz en la conservación de una tradición cultural andina que, pese a la persecución, etnocidio y discriminación de la cual ha sido víctima, se alza vigorosa frente a la mal entendida modernidad.
Gracias a don Abel, tenemos hoy el privilegio de admirar las maravillosas máscaras que expresan aquellas facciones «del puro demonio» que siglos atrás impresionaran tanto a José de Acosta.