Sasha Grey
Me gusta limpiármelo de los labios y
de las mejillas y juguetear con él entre el dedo índice y el pulgar como si
fuera un moco, y luego volver a metérmelo en la boca, darle vueltas y mezclarlo
con la saliva, para preparar un coctel con sus fluidos y los míos, y tragármelo
de un sorbo, como una ostra. Luego abro la boca, bien abierta, y saco la lengua
para demostrarle que ya no queda nada. Que he sido una niña buena y me he
tomado toda la medicina.
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