lunes, 27 de mayo de 2013

PERFUME DE MUJER:


Las doncellas

Otto Raúl González

Las manos, donde aprende caminos la fragancia,
acuerdan los antiguos incensarios de barro.
Los hombros tienen la suavidad de los helechos
y el brillo de los astros anónimos y puros.
Resbala en las cadenas de opulentos contornos
el peligro de seda de las panteras negras.
El mármol desvaría columnas en los muslos
y el ónix se enloquece de límpidas arcadas.
en los pequeños lagos detrás de las rodillas
las libélulas soplan las flautas de los lirios.
Y en los tobillos de oro la música reviven
el espectro remoto de danzas primitivas.
Inmóvil y desnuda es sagrada como los bosques.

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