martes, 17 de abril de 2012

Bases de los Concursos Nacionales de Cuento y Poesía Premio FELIZH 2012

El Comité Organizador de la Feria del Libro Zona Huancayo, con la finalidad de alentar el desarrollo de la creación literaria en la región Junín y en todo el país, así como fomentar la lectura y promover la oferta editorial, convoca al cuarto Concurso Nacional de Cuento y tercer Concurso Nacional de Poesía Premio Felizh-2012, con arreglo a las siguientes bases:



1.- Tanto en los concursos de cuento y poesía podrán participar todos los peruanos y peruanas, mayores de edad residentes en el Perú o en el extranjero, siempre que los trabajos presentados hayan sido escritos en español y se envíen en este idioma. Asimismo, solo participarán obras que no se hayan presentado con anterioridad a otro premio o concurso nacional o internacional cuyo fallo esté pendiente.
2.- El tema en cuento es libre. El tema, metro (métrica) y rima son libres.
3.- El cuento deberá ser inédito –no se considerará inédito el cuento que haya sido publicado aun parcialmente por cualquier medio–. La extensión mínima será de seis páginas y la máxima de ocho páginas. El cuento deberá presentarse digitado por una sola cara en papel A4, a doble espacio, en letra Arial 12.
4.- Los poemas deben conformar un poemario inédito –no se considerará inédita la obra que haya sido publicada parcialmente por cualquier medio–. La extensión mínima será de trescientos versos y la máxima de seiscientos. En caso de que se escriba en computadora, deberá usarse letra Arial 12.
5.- Los participantes tanto de cuento como de poesía concursarán bajo un seudónimo.
6.- Cada participante podrá presentar sólo un cuento. Asimismo los participantes de poesía solo presentarán un poemario al concurso.
7.- Los trabajos tanto en el concurso de cuentos y poemas se presentarán en soporte electrónico- grabado en un disco compacto (CD), con el archivo en el programa Microsoft Word- y en papel- tres ejemplares legibles, debidamente compaginados, numerados en el extremo inferior derecho. Cada ejemplar impreso deberá contar con una carátula en la que se consignará el nombre del cuento o poemario y el seudónimo del participante. Asimismo, deberán ser acompañados por un sobre tamaño carta o similar, cerrado, que en su exterior consigne también el correspondiente nombre del cuento y/o el poemario, el seudónimo, y en el interior los nombres y apellidos del autor, una fotocopia legible del documento de identidad por ambos lados, lugar de nacimiento, dirección domiciliaria, dirección electrónica, teléfono y resumen biográfico.
8.- El soporte electrónico— con el archivo del cuento y/o el poemario—, los tres ejemplares impresos del cuento y los poemas, y el sobre tamaño carta o similar con los datos biográficos del participante tanto del concurso de cuento como de poesía, deberán guardarse en un sobre manila (o similar), y se entregarán en la dirección de la editorial PuntoCom, Jirón Moquegua Nº 257 - Huancayo.
9.- La fecha límite de recepción de los trabajos en ambos certámenes será el tres de mayo del presente año. Los trabajos enviados por correo serán considerados válidos siempre y cuando se registre en el matasellos la fecha mencionada.
10.- El fallo del jurado es inapelable. El Jurado del Concurso de Cuento está integrado por los renombrados escritores peruanos: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. El Jurado del concurso de poesía está integrado por tres reconocidas y respetadas poetisas, representantes del mundo académico-literario, ellas son: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo.
11.- El Jurado Calificador en el concurso de cuento elegirá tres trabajos ganadores, que se harán acreedores a: el primer puesto a un premio de S/. 1,000.00 (mil nuevos soles) el segundo puesto a un premio de S/. 700.00 (setecientos nuevos soles) y el tercer puesto a un premio de S/. 300.00 (trescientos nuevos soles) y la publicación de la obra. En el concurso de cuento el Jurado Calificador también proclamará a los cuentos finalistas que crea conveniente, de acuerdo a la calidad estética de las obras presentadas. El cuento ganador, el segundo, el tercer puesto y los cuentos finalistas serán publicados.
12.- El premio del tercer Concurso Nacional de Poesía “Premio Felizh-2011” al poemario ganador, será del monto de S/. 700 soles (setecientos nuevos soles) más la financiación del 100% del costo de publicación de la obra con la editorial PuntoCom, el premio al segundo puesto es de S/. 300 (trescientos nuevos soles), más una mini-biblioteca.
13.- El acto de premiación y la presentación del libro con los cuentos ganadores y finalistas y del poemario ganador del concurso de poesía se realizará en el marco del programa cultural de la cuarta Feria del Libro Zona Huancayo-Felizh.
14.- Finalizados ambos concursos, los trabajos que no hayan ganado serán reciclados.
15.- La participación en este certamen implica la aceptación de todos los puntos antes señalados.
16.- Cualquier caso no previsto en las presentes bases se resolverá a criterio del Jurado Calificador de ambos concursos y los organizadores.

Huancayo, febrero de 2012.

Solo 4, “413”, del 14 de abril de 2012

LA CITA:

“Se apoyó en los brazos de Damiana Cisneros e hizo intento de caminar. Después de unos cuantos pasos cayó, suplicando por dentro; pero sin decir una sola palabra. Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un montón de piedras”.

Juan Rulfo, Pedro Páramo

LO ÚLTIMO: Premio FELIZH 2012: concursos de cuento y poesía

El comité organizador de la IV Feria del Libro Zona Huancayo convoca al IV Concurso Nacional de Cuento y III de Poesía “Premio Felizh-2012”, teniendo como fecha límite de recepción de trabajos, y ya en cuenta regresiva, hasta el 03 de mayo del presente. Los jurados calificadores para el concurso de cuento serán los prestigiosos escritores: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. Y para el certamen de poesía estarán: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo. Las bases generales las pueden encontrar en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”.

Retos de una condecoración y el teatro Wanka

Sandro Bossio Suárez



La designación del dramaturgo y director de “Barricada” de Huancayo, Eduardo Valentín Muñoz, para leer el mensaje nacional por el Día Mundial del Teatro ratifica el nivel alcanzando por el arte dramático en nuestra Región. Pero no solo esto: a raíz de la difusión del Mensaje Nacional, el Ministerio de Cultura, que despacha Luis Peirano Falconí, le otorgó la condecoración como “Personalidad Meritoria de la Cultura” en un evento realizado en la Sala de Ceremonias del Museo de la Nación. En charla con “Solo 4” Valentín Muñoz habla de sus actuales retos como persona y creador.

¿Cómo se siente Eduardo Valentín con el reconocimiento de la Comisión Nacional del Día Mundial del Teatro y la condecoración otorgada por el Ministerio de Cultura?

Es un reconocimiento a la calidad del arte que se produce en las otras provincias, fuera de Lima. La visión centralista no ha permitido la “visibilización” de esta variada y rica producción estética; pero, investigadores y críticos, principalmente cubanos y europeos, han iniciado desde las universidades de Minnesota, Oxford, University of Texas, estudios valorativos de nuestro trabajo dramatúrgico. Por ello, por primera vez, el Ministerio de Cultura, la Municipalidad de Lima, grupos teatrales de todo el Perú sumaron esfuerzos para reconocer la validez de las Muestras Nacionales que permiten disfrutar de una las expresiones artísticas con mayor potencial para generar procesos colectivos de producción de espiritualidad, cohesión social, empoderamiento ciudadano, memoria, identidad, creatividad, sensibilidad y sentido ético y estético. En este contexto, este reconocimiento me reconforta y me llena de satisfacción, en momentos que me sentía muy mal, por la actitud de algunos colegas profesores de “Santa Isabel” que me negaron la posibilidad de aportarle a mi Colegio Emblemático.

Hablando de su producción teatral, se sabe que tiene una profusa dramaturgia ¿Por qué no ha sido publicada para conocimiento del público?

Algunas personas entienden por texto teatral únicamente la literatura teatral; pero, en la historia del teatro han habido textos que se asemejan más al guión cinematográfico que a una obra de teatro. Los textos de la Commedia dell'arte, por ejemplo, o los de la pantomima romana, eran sencillos esquemas de conflicto, servían de base a los actores para improvisar, en el primer caso con palabras y en el segundo, sin ellas. Un texto teatral puede ser, un esquema de conflicto con un cierto orden. En este sentido, muchas de mis obras, tienen poca “literatura”, pero son “poéticas” para la representación y no para la lectura. Pero, algunas que podrían funcionar como literatura teatral; tal es el caso de “El Tuerto”, “Voz de Tierra que llama”, “Cáceres, el estigma de la guerra” y otras que se agruparán en el libro “Tetralogía de la violencia”.

¿Cómo valorarías el teatro de Barricada y la obra de Valentín, que últimamente está propiciando este reconocimiento desde la capital y el mundo?

A manera de rebeldía con respecto a este sistema que globaliza la mediocridad y el consumismo enajenante. Un teatro, un ambiente casi como un convento que se separa —mediante su práctica y forma de pensar y de actuar— de lo que son los cánones dominantes de esta cultura del capital. Valorando, interpretando y asumiendo nuestra cultura originaria y, a partir de estas raíces apropiarnos de las propuestas estéticas del nuevo teatro, oriental y occidental, que también están en este mismo proceso de sincretismo contra lo etnocéntrico y la aculturación; porque sólo de esa manera podremos construir una cultura alternativa.

La estudiosa polaca Malgorzata Oleszkiewicz, Carlos Vargas y Luís Ramos de Minnesota, así como el cubano Carlos Espinosa Domínguez, hablan del teatro antropológico de Barricada, pero Valentín habla del “barroco andino” como estética de la representación. ¿Cómo explicar esto?

Como decía Alfonso La Torre “La realidad nos autoriza a escribir a la manera de Bertolt Brecht. Él empezó haciendo un teatro apocalíptico, anarquizante, proclamando la destrucción de todo sistema, porque no había nada digno de salvar. Brecht descubrió el marxismo y terminó vaticinando en sus obras de madurez que la lucha contra la fatalidad de la alienación social permitiría un nuevo orden, dialécticamente fundado”. En este sentido, la antropología teatral, nos ayuda a entender el comportamiento fisiológico y sociocultural del ser humano en una situación de representación.

¿Qué será de Valentín y Barricada después de estos reconocimientos?

Estrenar en Huancayo, celebrando los 36 años de Barricada “Kachkaniraqmi Micaela… Ni la muerte podrá separarnos”. Espectáculo que reivindica la trascendencia de Micaela Bastidas Puyucawa en la gesta insurgente de Túpac Amaru, a partir de las cartas de amor que se escribieron en medio del conflicto armado. Por otro lado, mi más grande deseo es poder continuar con la misma motivación y compromiso de antes, como el primer día, gracias al apoyo permanente de mi esposa, mis hijos, el gran impulso energético que es María José, mi nietecita amada, y el aliento permanente de los grupos del Movimiento de Teatro Peruano y de los de Chile, Ecuador, Colombia, Cuba, España, Italia, Estados Unidos, y otros.

Vallejo murió de perfil

Justo Chamorro Balvín



Según todas las noticias por entonces, Vallejo llevaba una vida difícil y retraída, «envejecido por el hambre, esquiva la salud y el dinero escaso». Cuando la miseria le atenazaba en exceso se recluía «durante semanas y meses en el lóbrego cuarto de un hotel de última categoría. Sólo algunos íntimos le oyeron suspirar en una ocasión:
—Ay, cuánto dinero cuesta el ser pobre.»
Este hombre que desde que había salido del Perú, en 1923, no había vuelto a publicar un libro de poesías, y quien apenas había escrito unas pocas en todos sus años europeos, ahora por el atareado servicio que prestó a la España combatiente, ante la que no sabe “verdaderamente que hacer, dónde ponerme, corro, escribo, aplaudo, lloro, atisbo, destrozo, apagan, digo a mi pecho que acabe, al bien, que venga”, rompe de nuevo en poesía. En otoño e invierno de 1937, —en los días de setiembre, octubre, noviembre y diciembre están fechados muchos de los poemas— escribe los que han de llenar un volumen titulado “Poemas humanos” el cual, por desdicha, sólo póstumamente pudo ser presentado en París, en 1939.
Tras el esfuerzo poético realizado a fines del 37, un gran agotamiento físico y psíquico avasalló a Vallejo. Sus hambres, su vida miserable, sus tensiones políticas, las emociones de la contienda española, lo habían deshecho. En una ocasión pensó volver a América, pero inmediatamente decidió que “no podía abandonar Europa mientras siguiera luchando el pueblo español, mientras quedaran esperanzas de redención”, narró Larrea. Pero su estado empeoró, hasta que tuvo una fiebre constante y hubo que guardar cama.
Trasladado más tarde a una clínica del Boulevard Arango, el 13 de marzo de 1938 cayó en el lecho para no levantarse más. Ningún análisis clínico, ni radiografía, hallaron la causa de su enfermedad. El hambre, la miseria, las torturas de la pobreza, la ansiedad, no son virus que lentes y placas puedan iluminar. Durante un mes su temperatura estuvo oscilando entre los 40 y los 41 grados, hasta que el 07 de abril sufrió una crisis que se creyó iba a ser fatal, pero de la que se repuso por algunas jornadas. A horas de la tarde del jueves 14 de abril perdió definitivamente el conocimiento, comenzando a delirar. En sus alucinaciones pronunció con insistencia el nombre de España y sus últimas palabras: “Allí…pronto…navajas…Me voy a España”, según cuenta Iduarte. A las 09 de la mañana del 15 de abril, viernes de Pasión del 38, entró en coma y asistido por su mujer y por sus amigos, Cuto Oyarzun, artista chileno, y Juan Larrea, el escritor español que ha relatado la escena. César Vallejo murió, a las nueve y veinte, “sin aspaviento alguno, dignamente, con la misma dignidad con que había vivido”. Como describió Larrea
Su cadáver fue trasladado desde la clínica a la Casa de la Cultura, donde fue velado y de donde salió para ser enterrado en el cementerio parisino de Montrouge. En la necrópolis hablaron Louis Aragón, en nombre de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura; Antonio Ruiz Vilaplana, a nombre de los españoles, y Gonzalo More por los peruanos.
En su lecho de muerte, surge en su memoria: “Y se murió de perfil. Viva moneda que nunca se volverá a repetir”.

IMPRESCINDIBLES / MÚSICA:

SELECCIÓN Y TEXTOS: Roberto Loayza

Kind of Blue

Miles Davis



Una proeza del genio humano, un hito dentro del basto mundo del jazz, tal vez el disco que toda persona que quiera acercarse a este género por primera vez deba escuchar. Grandes acompañantes en su mejor momento: Bill Evans, John Coltrane , Cannonball Adderley, entre otros, se encargan de dar esa luz inextinguible de “Kind Of Blue”. Una copia de esta maravilla debe ser preservada para cuando el mundo desaparezca.

19 días y 500 noches (Edición especial)

Joaquín Sabina




Sabina con su forma relajada de trabajar, acababa de destruir su relación con Fito y tenía que regresar con un álbum que demostrara toda su valía. El productor Alejo Stivel lo trató como a un soldado y el resultado no pudo ser mejor, un puñado de canciones en donde Joaquinito nos entrega el que es, tal vez, su mejor álbum. La edición especial nos trae un CD adicional con 11 temas más para completistas y un DVD.

The wall (Immersion Edition)

Pink Floyd



Hablar de la trascendencia de esta obra en resumidas cuentas es imposible. Pero si podemos festejar la edición de lujo que nos trae (junto a “Dark Side Of The Moon” y “Wish You Were Here”) como parte de la colección “Why Pink Floyd”. El clásico disco doble del 79 remasterizado, dos discos de demos. El “The Wall”, en vivo, llamado “Is There Anybody Out There?”, también remasterizado, un DVD lleno de joyas, álbum de fotos, réplicas de tickets, “backstage pass”, entre otras perlas. Un tremendo postre para los muchos floydianos que siempre andamos rondando.

COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO

El padrino cumple 40 años

Jorge Jaime Valdez



Si tuviera que hacer el ranking de las 10 mejores películas de mi vida, sin duda alguna “El Padrino” ocuparía alguno de los primeros lugares. Pocos filmes influyeron tanto en la historia del cine y este año se cumplen cuarenta de su estreno. Marlon Brando se posicionó en el imaginario colectivo como el prototipo de mafioso todo poderoso. “El Padrino”, en sus dos primeras partes son obras maestras, la tercera no tuvo la misma suerte pero es una película excepcional.
Se puede abordar esta mítica cinta por diferentes aristas, pero en su conjunto es una obra deslumbrante y una historia como pocas, que representa el valor casi sagrado de la familia que, junto a los negocios, lo son todo para Vito Corleone. Este legado lo seguirá con convicción su hijo favorito y heredero de su imperio criminal: Michael Corleone, interpretado soberbiamente por Al Pacino.
La saga logró reunir a tres de los más grandes actores norteamericanos de las últimas décadas: Marlon Brando, Robert De Niro y Al Pacino, además de varios intérpretes secundarios notables como Robert Duvall, Diane Keaton o la propia hija de director, Sofía Coppola, hoy en día, convertida en una sobresaliente directora con solo cuatro cintas en su haber: “Vírgenes suicidas”, “Perdidos en Tokio”, “María Antonieta” y “Somewhere”, siendo la segunda su mejor película, hasta el momento, con una Scarlett Johansson muy carnal y un Bill Murray en su mejor momento.
Se cuentan muchos mitos sobre la filmación de este largometraje: que los productores no querían a Francis Ford Coppola como director, tampoco a Marlon Brando como el jefe de la familia y a Al Pacino como el sucesor del patriarca. Y los resultados demostraron lo equivocados que estaban. A pesar de que en su momento la película fue muy juzgada por una parte de la crítica especializada, se convirtió en un clásico y ganó varios Óscar incluyendo a mejor película, tanto la primera como segunda entrega en 1972 y 1974, respectivamente.El gran Marlon Brando ganó el Óscar a mejor actuación que, dicho sea de paso, rechazó e incluso mandó a una india americana a recoger la codiciada estatuilla. Robert De Niro obtuvo el Óscar a mejor actor secundario por su impecable interpretación de Vito Corleone joven, en la segunda parte de la saga.
Se dice que pocas películas superaron a los libros en que fueron inspiradas, y “El Padrino” es una de las excepciones a la regla. El libro de Mario Puzo no es tan bueno como las cintas filmadas por Coppola. El lenguaje literario es muy difícil de ser completamente adaptado al lenguaje cinematográfico; sin embargo, en esta saga de mafiosos, el celuloide supera largamente a las páginas de papel que cuentan el ascenso y caída de los Corleone como familia del crimen.
La película es un fresco enorme del ascenso de un migrante italiano en la Nueva York de inicios del siglo pasado, su consolidación y caída como la familia del crimen más organizada, pero sobre todo es una historia que indaga en la naturaleza humana y en el valor de la familia. La violencia, la fe, la lealtad, el honor, los lazos sanguíneos y fraternales nunca fueron mejor retratados. La estructura patriarcal y la sociedad norteamericana están representadas en una cinta con una dirección, fotografía, banda sonora, dirección de arte, edición y actuaciones excepcionales. La música de “El Padrino” compuesta por Nino Rota es un clásico moderno, y las partes finales de la trilogía, por separado, son momentos plenos. Es como una tragedia griega donde el mal y el destino van ejerciendo su dominio. La secuencia cuando Michael Corleone está bautizando a su hijo y renunciando al mal, mientras que en plena ceremonia religiosa su gente está matando uno a uno a todos los enemigos de la familia, es notable. Es como una ópera trágica y una lección de buen cine por donde se le mire.
Se han escrito tesis y ensayos completos sobre esta trilogía. Seguramente la discusión seguirá en determinar cuál es superior, si la primera o la segunda parte. Personalmente, yo prefiero la segunda por sus dimensiones épicas. Pero la tercera, tan criticada es muy superior a tantas cintas que se han filmado sobre gánsters. En el colmo de lo absurdo el año que fue nominada al Óscar a mejor película fue derrotada por “Danza con lobos”, y curiosamente competía con la obra maestra de Martin Scorsese: “Goodfellas” o “Buenos Muchachos” como se le conoce aquí.

PERFUME DE MUJER

La fauna de la noche

Sandro Bossio



Ella se había sacado la falda. Era menuda y tenía un cuerpo aún cimbreante. Llevaba un sostén negro por cuyos calados se mostraban, insolentes, sus pechos de puntas avellanadas. Abajo tenía solo un calzoncito transparente, que dejaba ver el vientre blanco, los pliegues de las ingles, la mancha triangular del sexo. Había puesto una botella de whisky al alcance de su mano. Un instante después, ya del todo desnuda, Daniela estaba de espaldas en la cama, los ojos apretados, los muslos abiertos, obligándolo a mantener la cabeza entre sus piernas.

MICROCUENTO:

Cuadrúpedo

Rogger Bustamante



Estoy harto de la postura bípeda. Ojalá, algún día, se me presente la oportunidad y así poder entrenar las extremidades superiores —quizás podría quitarles aquella desazón y recelo por el contacto con la superficie o cualquier otro tipo de material tangible—. De esta forma, generaciones futuras adoptarían el hábito de que, al momento de interactuar, las relaciones que generen estén respaldadas por constantes roces o palmadas animadas por la cancelación de tantas inhibiciones físicas.

BREVIARIO: Taller de historietas para niños

El Centro Humanista de Expresión Artística (CHEA) y Gonta Project los invita a ser parte del “Taller de historietas para niños”. Hoy en día las historietas son un medio de comunicación y un vínculo de narración gráfica por lo cual se considera que tienen que ser utilizadas para motivar a los alumnos en la escuela. Esto servirá para desarrollar la lógica de lectura occidental y para reforzar la lectura secuencial de imágenes, también es útil para incrementar el autoestima, la imaginación, el vocabulario, el trabajo en equipo, la capacidad crítica del niño, y mucho más.

Los únicos materiales necesarios para el taller son un lápiz, un borrador y papel. Esta fantástica oportunidad inicia en 17 de abril y culmina el 15 de mayo. Para mayor información puede comunicarse al 064 - 382418.

El campesino huanca según Carlos Villanes e Isabel Córdova

Isaac Lindo Vera

El cuento “Los allegados de la conquista” de Carlos Villanes Cairo y la hermosa novela “Gritos en silencio” de Isabel Córdova Rosas tienen mucha similitud en cuanto al tratamiento de los campesinos huancas. Al leer estas obras, donde actúan los agricultores de Concepción, uno concluye como si hubiera leído la misma historia, donde ambas narraciones presentan las mismas características: no dejarse subyugar por nadie.
Haciendo una comparación, las analogías que saltan a la vista son: “El campesino, dueño de las alcachofas, es un agricultor dedicado junto con su familia a las labores de la tierra”, en el cuento de Villanes; mientras que Fortunato Challpa, teniente gobernador y líder comunal de Ricra Ríos, es el personaje quien, junto a sus concejales y la comunidad en general, protegen a su pueblo ante posibles incursiones senderistas y el abuso del ejército. Ambos tienen como intrusos a dos limeños: Lizandro, sub gerente de una sociedad comercial que viene como turista, y Enrique Chicmana, teniente del ejército, especializado en lucha antisubversiva que llega a Concepción buscando a una fugitiva. Los dos son los entrometidos en la tierra de las alcachofas, y es en el contacto y choque con los campesinos donde resalta las verdaderas características de estos personajes.
Lizandro es acusado de robar sistemáticamente las hortalizas del campesino, y Enrique Chicmana es detenido por desconocido y sospechoso de pertenecer a uno de los bandos en conflicto. Ambos son conminados a responder por los cargos que se les imputa: el primero es forzado a pagar en la comisaría el precio de toda la producción de la chacra, y el segundo es encerrado en un almacén por no querer identificarse y mentir ante las autoridades comunales. Frente a esta decisión firme y valiente de los lugareños, los intervenidos entran en histeria, y el sentimiento de odio y cólera que afloran los dos, son equivalentes.
En todo el proceso de enfrentamiento con los campesinos, los intrusos tuvieron una actitud de desprecio hacia ellos: “Estos no son más que unos cholitos”, o “perdone, Sargento, pero este cholo es una bestia”, según Lizandro. Desde el inicio salta a la vista el encuentro brutal y beligerante: “Estos indios..., siempre se inclinan ante alguien superior a ellos, sobre todo cuando somos turistas y venimos de la capital”, “ahora sí que se han jodido, indios de mierda, los llevo a la comisaría y los hago detener acusándolos de terroristas” (Enrique).
Lizandro es un empleado acostumbrado a que lo traten como a alguien superior, como a un patrón. Por ello es que desde el inicio choca con el campesino, pues lo ve como a un ser inferior, indigno. Sin embargo, esta altanería se derrumba cuando los comuneros comienzan a actuar con firmeza y decisión. Al final, pese a su pedantería, con el cargo de subgerente el uno y oficial del ejército el otro, sienten que tienen límites frente a los campesinos del valle, mas no lo quieren hacer notar: “Este cholo se las sabe toditas”, afirma Lizandro. “Qué equivocados están algunos de mis jefes al considerarlos como la peor clase de la raza peruana. Estos indios son más listos que muchos de nosotros”, es otro de los pensamientos de Enrique.
En conclusión, entre Carlos Villanes e Isabel Córdova, hay un hilo que los une en el tratamiento del labriego huanca cuando sus intereses son vulnerados. Ambos les imprimen las mismas características y sentimientos. Según creo, los campesinos del valle no somos tanto como ellos nos pintan, allí hay relatividad; sin embargo, su mayor acierto está, pienso, en el carácter que les da a los personajes visitantes.

FELIZH 2012 invita a escritores

Solo 4

La Feria del Libro Zona Huancayo tiene entre sus principales finalidades difundir la literatura de la Región Centro del país y para ello invita a los escritores de la zona a presentar sus libros en su cuarta edición.

Durante la feria que se llevará a cabo desde el 20 de junio al 1 de julio, se programará la presentación de diversas obras en los géneros de novela, cuento, ensayo, textos de investigación, científicos y demás.

Como se recuerda en las tres ediciones pasadas de FELIZH, muchos autores expusieron sus trabajos, lograron ganar notoriedad y ser parte del gran movimiento literario-artístico que Junín necesitaba como forma de expresión social.

Los autores interesados para participar deberán comunicarse con la Directora Cultural de FELIZH 2012, Katerine Retamazo, al móvil: 966360498. El programa cultural se encuentra abierto.

Solo 4, “412”, del 07 de abril de 2012

LA CITA:

“Y a continuación vendrá una ola de estupros, adulterios, perjurios, pecados contra natura, y enfermedades, vaticinios y encantamientos, y aparecerán en el cielo cuerpos voladores (…). Y habrán llegado los tiempos del fin y el fin de los tiempos...”.

Umberto Eco, El nombre de la rosa

LO ÚLTIMO: Premio FELIZH 2012: concursos de cuento y poesía

El comité organizador de la IV Feria del Libro Zona Huancayo convoca al IV Concurso Nacional de Cuento y III de Poesía “Premio Felizh-2012”, teniendo como fecha límite de recepción de trabajos el 03 de mayo del presente. Los jurados calificadores para el concurso de cuento serán los prestigiosos escritores: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. Y para el certamen de poesía estarán: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo. Las bases generales las pueden encontrar en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”.

Semana Santa: tradición y cultura

Leonardo Mendoza Mesías



La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la “pasión, muerte y resurrección” de Jesús de Nazaret. Sus inicios se remontan al Concilio de Nicea I, en el año 325. En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada en domingo, después de haber pasado un tiempo de cuaresma preparatoria. Es una conmemoración que no sólo se da en el Perú sino en casi todo el mundo. Por ello, se le reconoce como un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas, acompañado por un inmenso despliegue de tradiciones populares. Comienza el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección.
Durante esta época, tienen lugar numerosas muestras tradicionales de religiosidad, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión de Cristo. Por ejemplo, en México, una de las principales tradiciones es la representación del Vía Crucis, y otra se da durante el Sábado de Gloria con la quema de los “Judas”. También son famosas las procesiones como las de San Luis Potosí. El Jueves Santo se visita siete templos, que es la recreación de cuando Jesús fue enviado siete veces ante Herodes y Pilatos dado que ninguno decidía tomar juicio sobre el asunto. En Sevilla, España, la Semana Santa tiene por característica principal las romerías con una intensidad pocas veces igualada, éstas son realizadas entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección, donde las cofradías, que representan a barrios, agrupaciones gremiales y sectores de la sociedad sevillana, salen en procesión desde sus iglesias hasta la Catedral.
Aquí en Perú son antiguas y tradicionales las romerías hacia la plaza central de cada ciudad, siendo más continuas desde el viernes al domingo santo. En ellas se puede ver extraordinarias, variadas y hermosas esculturas que muestran los pasos de la Pasión y los Dolores de la Virgen. Otras costumbres muy enraizadas en estas latitudes son la del Jueves Santo, cuando los feligreses visitan siete templos, y la del viernes que la población se dirige desde la madrugada a los cerros colindantes acompañados de cruces. Por la tarde, desde distintas parroquias, recorre las calles de la ciudad, la silenciosa procesión del Santo Sepulcro, un Cristo yacente, acompañado por su madre y su apóstol más querido, Juan. La romería se extiende a largas horas de la noche. El domingo, la alegría cubre el dolor con un repique intenso de campanas que avisan a la población que “Jesús resucitó”.
En Ayacucho se conmemoran las más célebres procesiones del territorio, con características andinas y tradiciones como la quema de chamiza y las andas decoradas con adornos de cera, siendo la procesión más famosa la del “Encuentro”.
En Cusco se celebra la famosa marcha del Señor de los Temblores, un Cristo de tez morena que procesiona entre un mar de gente, rociado por una infinita lluvia de “ñucchu”, flor andina de color rojo que simboliza la sangre emanada del mismo crucificado. Luego se realiza en la plaza central de la ciudad una ceremonia conmovedora: el Cristo, antes de ingresar de nuevo al recinto catedralicio, voltea para “observar” a su pueblo que se pone de rodillas, entre lágrimas y rezos. La imagen se inclina tres veces en señal de bendición y protección a la población, para entonces ingresar al santuario.
Tarma, centro religioso de la sierra central, destaca por sus impresionantes alfombras naturales. Esta hermosa ciudad, bautizada como la “Perla de los Andes”, es escenario de una de las celebraciones más vistosas y pintorescas de la religiosidad andina. Resalta la maravillosa ornamentación de las calles, donde se aprecian arcos y alfombras hechos de flores del lugar, como el arrayán, geranio, alhelí y más, recogidas exclusivamente para la ocasión. Antes de esto, y a lo largo de la semana, se llevan a cabo concursos de elaboración de alfombras y arcos florales con la participación de las comunidades aledañas a Tarma.
En Huancayo también es muy fervorosa en Semana Santa. Entre las características más importantes encontramos el Domingo de Ramos, las escenificaciones del Viacrucis, las procesiones por el Cristo Crucificado y la Virgen Dolorosa, y las peregrinaciones de los fieles hacia el cerro de Achkamarca, todo ello matizado con diversas ferias de vivanderas que hacen de este periodo un momento de reflexión religiosa y degustación gastronómica, consolidando a la Semana Santa como una vibrante muestra de tradiciones y cultura.

COLUMNA: El buen salvaje

La larga lista de los Benedictos

Sandro Bossio Suárez

Benedicto I (575-579) Trata inútilmente de restablecer el orden en Italia y en Francia.
San Benedicto II (684-685) Logra desligar a la Iglesia del poder imperial. Señala que sólo aquel que pague sus impuestos será salvo.
Benedicto III (855-858). Su carácter piadoso agrieta el poder y en su papado empiezan las intríngulis vaticanas: es derrocado por el antipapa Anastasio, quien usurpa sus funciones durante un mes, y él debe hacerse socorrer con las sectas enemigas del catolicismo para recuperar el solio.
Benedicto IV (900-903) Baronio lo describe como un Papa miedoso y lleno de manías que alienta «la corrupción universal».
Benedicto V (964-966) Débil de carácter, permite el poder «tras el trono», dándole potestad al futuro Papa Bonifacio VII (quien encarcelaría a Juan XIV y entregaría su cadáver desnudo para ser arrastrado por Roma).
Benedicto VI (973-974) Empieza con él la peor época de los Benedictos. Se dice que muere estrangulado por el Papa Bonifacio VII. A raíz de ello, el asesino es llamado en el “Sacrorum Conciliorum”, «horrendo monstruo que sobrepasó a todo mortal en su maldad».
Benedicto VII (974-983) Da un gran impulso a la agricultura, pero se le acusa de hacerse de las tierras de los pobres para la iglesia.
Benedicto VIII (1012-1024) Endurece las reglas del celibato sacerdotal. El «Liber pontificalis» asegura que compra el oficio papal por medio de chantaje. Su hermano Juan XIX soborna a los cardenales para pasar de laico a Papa en un solo día.
Benedicto IX (1032-1044) Es elegido Santo Padre a los doce años a instancias de unos negocios que hace su padre, el Conde Alberic III, con la curia. Este «papita» crece en la maldad y «comete homicidios y adulterios, y es un horrendo criminal a quien el pueblo destierra de Roma», según el libro «Italia Medieval». Mediante arreglos monetarios, encabeza la iglesia durante dos períodos más. En el segundo (de 1045 a1045), profesa sólo veinte días, al cabo de los cuales tiene que alejarse por corrupto. Elegido por tercera vez en 1047, renuncia al pontificado ocho meses después. Cuenta la leyenda que, arrepentido de su vida turbulenta, se hizo monje.
Benedicto X Fue un antipapa.
Benedicto XI (1303-1304). Beato. Muere después de comer higos envenenados. El gran Dante Alighieri lo instala en el infierno de su «Comedia» junto a Bonifacio VIII (aquél que dijo que «el darse placer a uno mismo, con mujeres o con niños, es tanto pecado como frotarse las manos»), con Nicolás III y Clemente V. El poeta describe El Vaticano como «el alcantarillado de la corrupción».
Benedicto XII (1335-1342) Durante su papado, Petrarca escribe que el establecimiento papal es un lugar de violación, adulterio y toda clase de fornicación, y que «el papa se hace servir la comida por siete mujeres desnudas», lo cual, más tarde, sería repetido por Lutero para su Reforma.
Benedicto XIII (1724-1730) Jacobo Fo lo sindica en su libro «El libro prohibido del cristianismo» como el Papa más «arrogante y dispendioso», pues inaugura la escalera de Trinidad de los Montes en Roma, cuando había hambre a causa de una peste. Gustaba de almorzar huevos. Se bautizan los «huevos Benedictinos» en su honor.
Benedicto XIV (1740-1758) En sus dieciocho años de pontificado sólo se ocupa de hacer pintar los retratos de los Papas en la Basílica de Roma y de establecer las fiestas santas. Casi no se trabajaba de tanto feriado.
Benedicto XV (1914-1922) Su verdadero nombre fue Giacomo della Chiesa. Canoniza a Juana de Arco 489 años después de la que Inquisición la quemara viva. Se le incrimina parcializarse con Alemania durante la I Guerra Mundial.
Benedicto XVI (2005) Sin comentarios.

DESLECTURAS: Vladímir Nabokov: «Lolita»

La nínfula y el hechicero

Juan Carlos Suárez Revollar



Vladímir Nobokov (1899-1977) redactó «Lolita» en inglés, luego de mudarse a Estados Unidos. La historia no es completamente original. A finales de 1939, cuando vivía en París, había escrito en ruso una novela corta con lo que sería el sustrato de «Lolita», a la que llamó «Volshebnik». Por considerarla imperfecta, destruyó el manuscrito, pero se salvó una copia que tiempo después él mismo ofreció a su editor, aunque no se publicó sino póstumamente (la versión en español lleva por título «El hechicero»).
En ambas novelas una mujer madura es desposada por un pedófilo —Humbert Humbert en «Lolita», un personaje anónimo en «El hechicero»— solamente para tener cerca a su hija preadolescente y finalmente poseerla. Si bien el punto de vista común es el del pedófilo, en «Lolita» es este mismo quien cuenta la historia, en primera persona, mientras en «El hechicero» —donde todos los personajes son innominados— hay un narrador omnisciente que hábilmente incluye el sentir de su protagonista. La niña es el centro de las dos historias, pero de apenas participar en la primera, adquiere en «Lolita» una poderosa voluntad sobre los demás personajes, su propio destino y el curso de la historia, que continuará todavía largamente desde donde «El hechicero» tiene su desenlace. Llamada Dolores Haze, Lolita es una niña-mujer de doce años a la que Humbert caracteriza como nínfula («nymphet» en el texto original). Su inconsciente perversidad —así intenta darlo a entender el narrador con ese especial tono suyo, entre cínico e irónico— tiene el poder de destruir a cuantos la rodean. El contacto inicial con Humbert es juguetón, pero según avanza la novela adquiere mayor dominio sobre él. Labra así su propia perdición, que toca fondo con Quilty. Una última imagen suya, ya perdida su belleza, embarazada, arruinada y comprometida con un «White Trash» de futuro poco prometedor, es la que tanto desespera a Humbert.
Humbert es quien impone una relación furtiva a Lolita, a diferencia de a Annabel, la otra niña iniciática de su vida, cuando ambos tenían trece años, aunque entonces no la pudo consumar. Se trata del equivalente de Lolita, un personaje con características tan parecidas a las suyas, que da la impresión de tratarse del mismo. Algo similar ocurre entre Humbert y Quilty, pese a sus aparentes diferencias, que bien podrían ser meras invenciones del narrador. La tendencia de Humbert a alterar la realidad en su relato hace que el lector jamás tenga la seguridad sobre lo que es verdad y lo que no. Algo que refuerza esta impresión son las grandes coincidencias de la historia, como la oportuna muerte de la madre de Lolita —cabe la posibilidad de que él la asesinara—. Igualmente, Humbert resalta sus propios defectos y se muestra a sí mismo como un ser abyecto. Aquellos que le caen mal, además, son retratados de manera feroz y tienen un terrible final; su primera esposa, por ejemplo, quien acaba humillada hasta un nivel absurdo, y muere al dar a luz, como parece ser el destino de toda nínfula. Otro indicio de que Humbert podría no decir la verdad son las temporadas que pasó en tratamiento psiquiátrico (Nabokov se aprovecha de esto para burlarse de psiquiatras y psicólogos, por cuya profesión sentía un desprecio nada gratuito).
Lolita está desamparada y no le queda más alternativa que sostener una relación con Humbert. Este la colma de regalos como una forma de ganar su afecto y de resarcir su propia culpa. Pero eso también significa que podrá exigir a cambio sus favores. Por eso lo suyo se convierte en una sucesión de transacciones y una pugna entre ambos en la que, aunque parece que Lolita sale bien librada, es más bien sometida a los deseos de su padrastro. Ello toma su cariz más patético cuando el narrador informa al lector que ella llora todas las noches. La particular atracción que Humbert siente por Lolita, y no por cualquier otra niña-mujer, se debe al perturbador, oscuro y perverso fondo incestuoso de la relación.
Apasionante y nebulosa es la persecución de la que es objeto Humbert por Gustave Trapp, un nombre ficticio del ficticio perseguidor. Y aquella presencia, infalible y permanente, de Quilty, no puede ser más fascinante y retorcida.
El testimonio autobiográfico de Humbert, que constituye el libro, se supone escrito para ser leído de manera póstuma. Un relato tan subjetivo como «Lolita», que además tiene el agravante de ser contado por un maniático, neurótico y paranoico, nos crea esa duda, inquietante, de que nada es verdad, porque la realidad podría haber sido inventada por la mente perturbada del narrador.
Como en el resto de la obra de Nabokov, hay en la novela una bellísima prosa. Humbert se convierte en un personaje que inspira lástima, que se autodestruye y que, de la mano del lector, vive, ama y muere víctima de sus propias obsesiones.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER

Cruces y Cristos populares

Josué Sánchez / Diana Casas



Probablemente el símbolo espiritual más conocido de todos los tiempos sea la cruz cristiana. Con su terrible carga de dolor y sufrimiento, representa el camino cristiano a la salvación, la memoria de un Dios que da testimonio de sí mismo no sólo a través de la fe sino también de una experiencia de libertad. La incomprensible libertad de un Dios que se ofrece a la muerte por los hombres.
Sacrificio y redención como ideas generadoras, aparecen ya desde la mitología órfica, indesligablemente vinculadas a la visión occidental del mundo, su orden, su sentido y su ligazón con el Ser. Cristo, su vida y su muerte, como parte de esta visión, aparece como una figura engrandecida por el martirologio de la crucifixión, y es así que dos simples maderos cruzados alcanzan el valor de una verdad por la cual morir. Verdad que bajo este símbolo va extendiéndose y penetrando otras culturas, entremezclando su contenido filosófico con el de otras corrientes doctrinales, conservando su pureza unas veces, constantinizándose otras, adquiriendo nuevos contenidos, encubriendo viejas resistencias.
En el mundo andino, esta cruz, que en la lectura cotidiana pareciera ser de origen cristiano y español tiene, sin embargo, contenidos y significados propios, que hablan más bien de un sincretismo religioso.
Resulta sorprendente que, a la llegada de los españoles, la imposición de la cruz cristiana no encontrara mayor resistencia. Esta aparente facilidad tuvo su origen en la coincidencia entre la forma simbólica de la cruz cristiana y la que se deriva de la unión imaginaria de las cuatro estrellas que conforman la Cruz del Sur, elemento principal en la cosmovisión del hombre andino.
Punto central del firmamento en el hemisferio austral, la observación astronómica de esta constelación tuvo particular importancia en la determinación del ciclo agrícola marcando el inicio y el término de las épocas de cosecha y de siembra. Siendo fundamentalmente agraria la cultura andina, no resulta extraña entonces su fuerte inserción en la estructura del pensamiento andino, que le atribuyó connotaciones políticas y religiosas, además de las astronómicas ligadas al ciclo agrario, enriqueciéndose paralelamente su iconografía.
Políticamente, la Cruz del Sur representaba la división en ayllus, barrios o cuarteles, asumiendo en tal caso la forma simbólica de un rombo dividido en cuatro, cuyo centro constituía la patria.
De otro lado, el surgimiento de un culto estelar a la Cruz del Sur parece estar vinculado a la especulación del hombre andino acerca de la existencia de una quinta estrella en la intersección de las líneas imaginarias que unen las cuatro estrellas en forma de cruz y que representaría al Dios supremo, creador del mundo, que en la cosmogonía andina tomó el nombre de Wiracocha, dios desconocido bajo forma humana o material quien, a la llegada de los españoles y con ellos la figura de Cristo, fue identificado con éste, iniciándose así un proceso de sincretismo entre ambas religiosidades, que aún sigue evolucionando, y del cual dan cuenta los rostros andinos en dolientes Cristos, las cruces con “pasiones” presididas por el Sol y la Luna, los “taita Cristos” con nombres de wamanis, las flores y los productos agropecuarios ofrendados a la Cruz en acción de gracias por la buena cosecha.
Una realidad que los artistas populares han sabido plasmar en cada una de sus obras, recogiendo en ellas el sentimiento místico andino, siempre con su muy particular carga personal. Así, desde una simple cruz de espinas hasta una colorida cruz constructivista, pasando por una cruz de zafacasa o una cruz barroca de imaginería; desde una solitaria cruz de apacheta hasta un esplendoroso “calvario” de iglesia, cada artista ha dejado en cada cruz un trozo de historia, una humana pregunta y un pedazo de vida.

MICROCUENTO:

Caídas

Joel Anicama



Ya voy perdiendo la cuenta de las veces que no hemos podido contemplar juntos la lluvia: cogerte de la mano y caminar despacio para no caerme, empapándome contigo, sin que nos importe el frío porque de hecho vamos muy abrigaditos o abrazados. Pero no, como ahora, ya van muchas veces que observo a solas la lluvia, e incluso sus secuelas, cuando escampa y dejan de crepitar aquellos espejos que yacen desparramados por el suelo de las avenidas. En ellos solo aparecen mi rostro, mis ideas y la calle de turno, los cuales hacen que te vuelva a extrañar una y otra vez. Es así como estoy ahora, liquidado en medio de una calle, observando unas hermosas caídas de agua que se me unen, hundiéndose en el lugar en el que no estás.

PERFUME DE MUJER

Diario de una ninfómana

Valeri Tasso



Yo, a pesar de no verle la cara, puedo sentir el frenesí con el cual se menea y eso me excita un poco más. A partir de ese momento, me atan las manos con una cuerda, luego, uno de ellos me tumba en el suelo, al lado del agujero que han hecho para el entierro, y mi cabeza queda suelta en el vacío, de modo que puedo ver el fondo de la tumba. Noto que uno se libera cuando un enorme calor inunda mi vientre.

El artista

Álvaro Sánchez Schwartz



Tras la muerte de Rodolfo Valentino, Hollywood buscó al siguiente gran amante de la naciente historia del cine norteamericano y encontró a John Gilbert, quien a finales de los años veinte se convertiría en su sucesor y en una de las estrellas más taquilleras y renombradas del cine mudo.
Por aquellos años también llegaba a tierras norteamericanas y, a Hollywood exactamente, una desconocida Greta Garbo, procedente de Suecia después de haber sido descubierta por Louis B. Mayer, dueño de la Metro-Goldwyn-Mayer, en su búsqueda europea de talentos nuevos.
En 1925, después de haber compartido protagónicos con Lon Chaney, Lillian Gish, y ser dirigido por Erich Von Stroheim, quien había colaborado con David W. Griffith en las primeras superproducciones de Hollywood, Gilbert rueda la que se convertiría en un éxito de taquilla “El gran desfile”, de King Vidor, película con la segunda mayor recaudación dentro de la historia del cine mudo. Para 1926, protagoniza la primera cinta con Garbo: “El demonio y la carne”, producción que, a través de la fuerza expresiva de las escenas de amor, hizo de ambos los favoritos del público y logró que la relación se trasladara de los sets a la vida real. Incomparable es la escena donde Greta Garbo hace girar la copa para que sus labios tocaran el lugar exacto por donde Gilbert acababa beber. “Anna Karenina” fue otro rodaje en el cual aparecieron juntos, cuando ya se sabía de su relación fuera de las pantallas. La Metro-Goldwyn-Mayer aprovechando aquella situación no dudo en llamar al filme “Love”.
Aunque “La Garbo” como la llamaban, vivía en la mansión de Gilbert, el romance llegó a su culminación cuando en un confuso incidente y durante una ceremonia doble donde habrían de casarse King Vidor y la actriz Eleanor Boardman, así como John Gilbert y Greta Garbo, esta última no acudió. Mientras muchos convidados intentaban consolar a Gilbert, Louis B. Mayer fue golpeado por éste, después de que Mayer le comentara de forma poco atinada que sólo debía acostarse con ella más no casarse. Ese sería el inicio de la caída de Gilbert.
A finales de los años 20, hizo su aparición el cine sonoro. Actores como John Barrymore superaban el cambio; mas Gilbert, por la enemistad de Louis B. Mayer, no lo hacía con la película “His glorious nigth”. Su voz, aguda para algunos, grotesca para otros, marcaría su hundimiento y decidió su retiro temprano del cine. Greta Garbo por su parte, y ante la expectación del público, salió airosa con su voz grave que se unió para siempre a ese rostro perfecto del cual las cámaras, desde su primera aparición, aprendieron a amar. A pesar de que ambos habían tomado sendas distintas —una ascendía a la gloria y al parnaso del cine y el otro se hundía sin remedio en el olvido—, Garbo acudió en su ayuda y grabaron juntos “La Reina Cristina de Suecia”. Las sendas actuaciones fueron descollantes, pero no impidieron el hundimiento de la carrera de Gilbert, quien moriría alcoholizado en 1936, a los 39 años.
La historia de Gilbert y de Garbo sirvió de inspiración para la historia contada en la gran ganadora de este año de cinco premios Oscar y dos globos de oro: “El Artista”. Valentín y Miller, protagonistas de esta historia tienen muchas semejanzas con los actores de la vida real, empezando por el actor taquillero y a la desconocida actriz llegada de Suecia. Si en la cinta ganadora del Oscar la estrella Peppy Miller (Greta Garbo) convence al productor (Louis B. Mayer) para filmar una película (“La Reina Cristina de Suecia”) con el actor en desgracia Valentín (Gilbert), logrando salvarlo de la ruina y el alcohol, en la vida real, como vimos, no hubo para John Gilbert un final Capriano.

IMPRESCINDIBLES / CINE - SEMANA SANTA:

Selección y textos: Luis Puente de la Vega

La última tentación de Cristo (1988)

Martin Scorsese



La historia de Jesús llegó a nuestras pantallas de la mano del que sería el extraordinario director de “Buenos Muchachos”. El Cristo decide atender la constante llamada de Dios, pero cuando está a punto de completar su misión, debe hacer frente a la mayor tentación de todas: el no sacrificarse por los hombres. Esta película (The Last Temptation of Christ) es un homenaje a la humanidad y al valor que tuvo “el mesías” como hombre que nos obliga a respondernos: ¿qué sería de nuestra fe si él nunca hubiera sido crucificado? Definitivamente imprescindible.

Ben Hur (1959)

William Wyler



Esta larga película se desarrolla durante los reinados de los emperadores Augusto y Tiberio. Judá Ben-Hur, interpretado por Charlton Heston, es hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala, es el tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación. Son muy amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala seve obligado a encarcelar a él y a su familia. Sobre estos acontecimientos gira esta épica historia, cargada de intrigas y redención. Ambientada en la época de Jesucristo, es el máximo exponente del cine religioso, y el clásico imprescindible de Semana Santa.

El manto sagrado (1953)

Henry Koster



En la Roma de Tiberio, un importante militar, Marcelo Galio, se enfrenta en una subasta al heredero imperial, Calígula, a quien logra arrebatarle un esclavo griego. El emperador enterado de la disputa y de la vergüenza de su hijo, decide castigar a Marcelo enviándolo a Palestina, donde Pilato acaba de condenar a Jesucristo a morir crucificado. Uno de los grandes clásicos del cine religioso (The Robe), que a diferencia de muchas cintas de su clase, casi carece completamente del maniqueísmo que acostumbramos ver en este género. Imprescindible.