miércoles, 22 de agosto de 2012

PERFUME DE MUJER


Los detectives salvajes

Roberto Bolaño



A mí se me ocurrió decirle que se metiera en la cama, que se pusiera encima de mí y que me diera golpecitos en las mejillas o en el culo, y él me miró y dijo yo soy incapaz de hacer eso (…), pero yo le dije venga, valor, métete en la cama, y él se metió, me di la vuelta y levanté las nalgas y le dije: empieza a pegarme poco a poco, haz de cuenta que esto es un juego, y él me dio mi primer azote y yo hundí la cabeza en la almohada.

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