domingo, 12 de febrero de 2012

PERFUME DE MUJER

La isla bajo el mar

Isabel Allende



Los labios de Gambo buscaron los de ella con la sed acumulada en tanta ausencia, su lengua se abrió paso en su boca y sus manos se aferraron a sus senos a través de la delgada camisa. Ella lo sintió duro entre sus muslos y se abrió para él, pero se acordó de los niños, a quienes por un momento había olvidado y lo empujó. “Ven conmigo”, le susurró.

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