miércoles, 4 de enero de 2012

PERFUME DE MUJER

Historia del ojo

Georges Bataille

Tres días después de habernos conocido, Simona y yo nos encontramos solos en su quinta. Vestía un delantal negro con cuello blanco almidonado. Comencé a advertir que compartía conmigo la ansiedad que me producía verla, ansiedad mucho mayor ese día porque intuía que se encontraba completamente desnuda bajo su delantal. Llevaba medias de seda negra que le subían por encima de las rodillas; pero aún no había podido verle el culo (…). Tenía la impresión de que si apartaba ligeramente su delantal por atrás, vería sus partes impúdicas sin ningún reparo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí.