martes, 27 de diciembre de 2011

Solo 4, “396”, del 17 de diciembre de 2011

LA CITA

“Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados (…) Ella no pide favores a nadie, pide tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir”.

Julio Ramón Ribeyro, “Al pie del acantilado”

LO ÚLTIMO

La Biblioteca Digital Mundial, WDL, ya está en línea

La primera Biblioteca Digital Mundial, “World Digital Library”, es un proyecto desarrollado por la Unesco, y ya está disponible en internet a través del sitio www.wdl.org. Ésta reúne mapas, textos, fotos, grabaciones y películas de todos los tiempos, y explica, en más de siete idiomas, las joyas y reliquias culturales de las bibliotecas más representativas del planeta.
Entre los escritos más antiguos tenemos algunos códices precolombinos mexicanos, o los primeros mapas de América dibujados por Diego Gutiérrez para el rey de España en 1562. Además, podremos acceder al “Hyakumanto darani”, un texto en japonés de 764, considerado la primera impresión de la historia; la Biblia de Gutenberg y mucho más.
La biblioteca comienza con unos 1 200 documentos, pero ha sido pensada para recibir un número ilimitado de textos, grabados, mapas, fotografías e ilustraciones. El acceso es gratuito y no hay la necesidad de registrarse. Este proyecto no es un simple compendio de historia en línea, es la posibilidad de acceder, íntimamente y sin límite de tiempo, a los registros culturales más importantes de la historia de la humanidad.

Una nueva obra de Gerardo Garcíarosales:

Luna de agua

Edgardo Rivera Martínez

Proficua y reveladora es la trayectoria del escritor y periodista jaujino Gerardo Garcíarosales. Fiel siempre a sus raíces en Jauja y su valle, pero abierto también a la belleza de los paisajes y culturas de otras partes de la sierra del Perú, es cultor de la poesía, y autor de nueve títulos, entre los que se encuentran «La búsqueda infinita» (Puno, 1964), «Al pie del monte» (Tacna, 1967), «En memoria del hogar y de la penumbra» (Jauja, 1969), «Aquel hombre Xauxa» (Lima, 1996). Como narrador nos ha entregado «Entre caretas y cullucaras» (Jauja, 1999), de un humorismo muy especial.
Ha recibido también numerosos lauros y distinciones, como el Premio Nacional de Literatura Infantil (UNICEF), Premio Presidencia de la República Autores y Compositores Andinos (1987 y 1988), Premio Juegos Florales XLV aniversario de la Universidad Nacional del Centro del Perú, Premio Julián Huanay (1978 y 1986) del Instituto Nacional de Cultura, entre otros.
El libro que comentamos, «Luna de agua» (Acerva Ediciones, 2011), está escrito en prosa, y bien podría ser calificado de poemario, por lo mucho que hay de poético, aunque en diferente grado y manera, en los textos que comprende, bajo su sugerente título. Es un libro que recoge, modulándolas con gran sensibilidad, las vivencias, percepciones y experiencias del autor en su Jauja natal, en la de sus mayores, en la de los pueblos vecinos. Y tanto que ofrece un glosario de voces quechuas o de origen quechua.
Esas estampas van precedidas por una suerte de Prólogo, en que el autor se remite a lo que su abuela contaba. Inicia con una dedicada a la luna de agua —la misma que da título al conjunto—, esto es a la luna nueva, tan bella y prometedora en nuestros Andes. Y, a diferencia de los demás textos que siguen, es toda en cursiva.
«Luna de sal», con una primera parte también en cursiva, es de un carácter generalizador, si se puede decir así, seguida por otra, en letra redonda, de carácter más o menos anecdótico, con protagonistas que son niños, o adolescentes o jóvenes, en un tipo de contrapunto o alternancia que se dará en las estampas que siguen. En «Luna de los niños» se habla de cómo es posible que los que son huérfanos puedan ver en ella el rostro de la madre desaparecida. En «Luna de adioses» el autor se refiere a una que cuando se ofrece a nuestros ojos como cubierta por un tenue velo, es propia entonces de los adioses de una corta ausencia, pero si se la ve oscura se trata de las separaciones definitivas.
En «Luna de tisis» se habla de aquella que alumbraba a Jauja en los tiempos que acudían a nuestra ciudad, en busca de curación, los enfermos de tuberculosis pulmonar. Hay también para Gerardo Garcíarosales una luna que es la del «mal juicio», es decir la de los niños orates, que por suerte, y también por obra de nuestro satélite, «se vuelven normales, como si fueran angelitos». Y la «Luna de los muertos», por la cual, si se veía con un círculo pequeño, habrían de morir más mujeres que hombres, y si con uno grande, sucedía al revés. Tenemos la «luna de la avaricia», que lo era también de los egoístas, mezquinos y codiciosos. Y más adelante la «Luna de gusanera», que lo es de la muerte, en un texto no exento de finos toques de humor. Hay además, por cierto, la «luna de los olvidos», que tiene que ver con los del corazón. Se habla, en otra estampa, de la luna de la pobreza, en cuya segunda parte se ofrece la letra de un huayno que dice:

Flor de cielo, flor de luna, donosura,
flor de cielo, flor de luna, la dulzura;
son humildes tus colores, flor de cielo,
relucientes de pobreza, flor de luna.

Se trata, pues, y lo enfatizamos, de una obra original, impregnada, de diversas maneras, de un halo poético, o humorístico, o anecdótico, cuya publicación celebramos y que será sin duda objeto de una amplia lectoría.

Es un libro que recoge, modulándolas con gran sensibilidad, las vivencias, percepciones y experiencias del autor en su Jauja natal.


COMO DATO:

Esta edición:
«Luna de agua» se publicó anteriormente dos veces; una en 1999, tras obtener el premio CODAPOJ, y otra más en 2002. Esta edición, que corrió a cargo de Juan Carlos Suárez Revollar, de Acerva Ediciones, ha incorporado varias adiciones y mejoras. Entre las más saltantes está la reorganización del orden de cada una de las narraciones, así como la inclusión de nuevos textos y la supresión de erratas que arrastraba desde la primera publicación. El libro forma parte de la colección «Pasiones narrativas», que reúne la mejor literatura de la Región Centro, en cuidadas y muy accesibles ediciones.


COLUMNA: EL BUEN SALVAJE

Jatunmayo: el río de los mil nombres

Sandro Bossio Suárez

Antes de la llegada de los españoles, el río Mantaro era conocido por los nativos huancas, como Jatun Mayo, que quiere decir “río grande”; y como Huanca Mayo, que significa “río huanca”, en la época de los incas.
Los conquistadores, al recalar en las tierras, fueron gratamente sorprendidos por tan magnífico río y el valle mismo, por lo que, se asegura, Francisco Pizarro mandó fundar Jauja. Herrera, el minucioso cronista español que escribió el itinerario del viaje pizarrista, declara: “al cabo de veinte días que estuvo Pizarro en Jauja, lugar de hermoso rio, prosiguió su camino, la vuelta a Vilcas”.
Tal fue la emoción que despertó la visión de la Mantaro, que en una relación oficial del cabildo de Jauja se lee: “Yo, el gobernador, llegué a esta ciudad ha cinco semanas, dejando hecho el pueblo i fundación del Cuzco con intención de hacer aquí lo mesmo por su calidad de aguas después de echados indios de Quito cerca de aquí, donde estaban faciendo daño en la tierra”.
En 1570, el propio virrey Francisco de Toledo, realizó un recorrido por todo el Perú y describió la magnificencia de nuestras aguas.
Simón Pérez de Torres, fue otro infatigable viajero que recorrió casi todo el Perú entre los años de 1586 y 1600. Al toparse con el río Mantaro y el hermoso valle que éste nutría, apuntó: “Del Cuzco torné a Guamanga: de ahí me fui al Valle de Xauxa, que está a quarenta leguas y tiene un río majestuoso, llamado por igual, y por Pariacuca me bajé a Lima”.
El padre mercedario Martín de Morúa, que escribiera su crónica en 1606, exalta la existencia de un “valle de muy buen temple y de mucho regalo, llamado Jauja, donde primero estuvo poblada la ciudad de los Reyes, aunque después la pasó el Marquez de Pizarro al valle de Lima, por no estar tan lejos del Puerto del Callao”.
Miguel de Estete, Pedro Cieza de león, Álvarez de Villanueva, y más tarde Markham, Limonier, Angrand, Raimondi (sobre todo éste último en su famosa enciclopedia “El Perú”, a raíz de la cual quedó sentado en nombre de Mantaro) y otros viajantes se ocuparon también de describir, fascinados, la belleza del Mantaro.
Con la llegada de los españoles, como obra en las crónicas indias, el nombre nativo del principal río del valle trocó a río Guadiana, dado por Hernando Pizarro al llegar a Bombón en 1533, Angoyacu (“río bravo”), río Azul y Guadalquivir. Antonio de Alcedo, en el I tomo del “Diccionario Geográfico Histórico de las Indias Occidentales o América”. En 1789, lo bautiza como Pari o Paria. También fue denominado Oraya, Gran Río, Upamayo (como aún se llama en sus cabeceras, en Junín). Durante el coloniaje adoptó el nombre de Xauxa, Haypacha, Oroya y otros.
En 1782, el franciscano Francisco Álvarez de Villanueva realizó un trabajo hidrográfico siguiendo el recorrido del río desde su nacimiento, en las cumbres de Junín, hasta la actual provincia de Tayacaja, donde se le denominaba Mantaro, por lo que toda la cuenca empezó a ser llamada así.
Mantaro, según varios estudios etimológicos, es una palabra de origen asháninka (lengua hablada por indistintas tribus de la Selva Central).

Los conquistadores, al recalar en las tierras, fueron gratamente sorprendidos por tan magnífico río y el valle mismo, por lo que, se asegura, Francisco Pizarro mandó fundar Jauja.

La “Nación Anqara” en debate

Manuel Perales Munguía

En nuestros días, muchísimos pueblos de distintas partes del orbe vienen reclamando, cada vez con mayor fuerza, “un lugar en el mundo”. Es decir, manifiestan un clamor creciente por ser reconocidos en el contexto de la sociedad global, dominada en muchas formas por la cultura de la civilización occidental. De un tiempo a esta parte, este reclamo en el contexto andino parece reflejarse en el surgimiento de una serie de discursos orientados al fortalecimiento de las identidades locales, recurriendo a visiones bastante fantasiosas del remoto pasado prehispánico, en las cuales se suelen exaltar atributos “naturales” de los pueblos de los cuales dicen descender muchas comunidades modernas. Curiosamente entre tales atributos adscritos a esas “naciones” –ése es el término popular empleado en nuestros días– se incluyen, por lo general, rasgos como la virilidad, rebeldía y su carácter aguerrido e indómito, gracias a los cuales fueron incluso capaces de hacerle frente al imperio inca.
En el caso del Valle del Mantaro, desde los años de 1970, comenzó a cobrar popularidad una visión bastante singular de su historia prehispánica, estimulada por los escritos del historiador Waldemar Espinoza, en la cual una “nación” huanca, sólidamente establecida en un “reino” y, obviamente, encabezada por su “rey”, le hizo frente a las tropas incaicas hasta que su “ciudad capital”, Siquillapucara, cayó heroicamente, vencida por hambre y sed. Lejos de someter esta historia a una evaluación crítica, basada en evidencias científicas, muchos intelectuales y escritores de la región procedieron a aceptarla sin mayores reparos, dando lugar a la difusión de un discurso de identidad que tiene como elemento clave a la categoría denominada “Nación Wanka” (así, con W y k). Más aún, en otras partes de la sierra central peruana muchas otras poblaciones contemporáneas también empezaron, poco a poco, a construir visiones propias de su historia local, dando como resultado la afirmación de la existencia de muchísimas “naciones” más, que también están sirviendo de base para la construcción de nuevas identidades en esos espacios locales. Éste es, aparentemente, el caso de la famosa “Nación Anqara”, que debió ocupar, según sus defensores, buena parte de los territorios de las actuales provincias de Angaraes y Acobamba, en Huancavelica.
Precisamente con la intención de poner en discusión la naturaleza y características de la denominada “Nación Anqara” es que la Universidad para el Desarrollo Andino, de la ciudad de Lircay, ha organizado el Conversatorio: “Investigaciones Recientes en la Sierra Central y la Nación Anqara”, el mismo que se desarrollará en las instalaciones de dicha casa superior de estudios el día martes, 20 de diciembre, a horas 9:30 am. en su campus. En este evento participarán investigadores como Carlos Hurtado Ames, Manuel F. Perales Munguía, Ernesto Sosa Bustíos, Jesús Caso Álvarez y José Luis Príncipe Huamán, quienes presentarán los resultados de sus estudios recientes acerca de la historia, arqueología, lingüística y realidad socio-cultural de la provincia de Angaraes, Huancavelica. Esperamos, entonces, que este evento se constituya en un espacio académico de buen nivel para evaluar los distintos planteamientos que, últimamente, se han venido dando acerca de la hoy tan mentada “Nación Anqara”.

Muchas otras poblaciones contemporáneas también empezaron, poco a poco, a construir visiones propias de su historia local, dando como resultado la afirmación de la existencia de muchísimas “naciones” más.

Se lanza agrupación cultural Illa

“Illa” es una nueva organización cultural de Huancayo, que aspira a impulsar diversos eventos de distinta índole para sensibilizar y comprometer a la gente a formar parte de un proyecto de reprogramación de vida cada vez mayor.
Dicha organización está integrada por personas vinculadas a la cultura, como los arquitectos Zhenia Espejo Ochoa y Rafael Carrión Rodríguez, y la “performer” Dominick Tazza Almonacín. El grupo será apadrinado por el escritor Sandro Bossio Suárez.
La presentación se realizará el próximo miércoles, 21 de diciembre, a las 8 pm, en el lugar de encuentro “Imaginarte”, sito en Jr. Ancash n° 260, donde se darán cita diversas autoridades en el ámbito cultural de Huancayo.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER

Guernica

Josué Sánchez

El 26 de abril de 1937, pasado el medio día, Guernica, la antigua capital del País Vasco, agonizaba a consecuencia de tres horas de bombardeo continuo de la aviación alemana al servicio de Franco.
La Guerra Civil entre la España fascista de Francisco Franco y la España republicana fue un acontecimiento infausto en la historia de la Península. No sólo constituyó el preludio de la Segunda Guerra Mundial, sino, además, a partir de la victoria franquista, el inicio de una de las dictaduras más largas, personalistas y férreas de todos los tiempos. Treinta y seis años gobernó Franco. Treinta seis años de imperio del fascismo. Los camisas negras impusieron su doctrina de sangre y muerte desde el mismo aciago día de octubre de 1936, en que nombraron “Generalísimo” a Franco.
Cuando los fascistas españoles, con la ayuda del nacionalsocialismo alemán, bombardearon Guernica, los “Junkers” y los “Heinkels” continuaron sobrevolando la ciudad en llamas, rozando casi los tejados, hasta que de Guernica no quedó más que un mar de sangre en medio del dolor y los gemidos de los pocos sobrevivientes.
Los testimonios de la matanza fueron verdaderamente desgarradores. «En la iglesia de San Juan estaban orando cientos de personas cuando cayeron allí las primeras bombas. Las mujeres y los niños echaron a correr presa de pánico, pero los ametrallaban desde el aire, la gente caía como caen las mieses segadas por la hoz», contó a los diarios un testigo presencial. Lo aterrador de la experiencia queda graficado en el siguiente testimonio: «El pequeño parque estaba lleno de ancianos que se calentaban al sol, de parejas de enamorados y de madres que paseaban con sus niños. La explosión me dejó aturdido, cuando abrí los ojos vi que yacían en la tierra informes pedazos de carne, brazos, piernas, cadáveres mutilados».
Ante la atrocidad de la guerra y la brutalidad del franquismo, España se desgarró. Más de ciento cuarenta mil españoles murieron durante el conflicto, alrededor de trescientos mil se convirtieron en presos políticos, cerca de sesenta mil fueron ejecutados y otros trescientos mil cruzaron la frontera buscando refugio.
Desde el exilio, Pablo Picasso haría sentir todo su odio y su horror frente a la guerra, al pintar un cuadro que se convertiría en símbolo de la protesta mundial contra la violencia franquista. «En mi “Guernica” lo verán todo esos monstruos, esos militaristas que han sumido a mi España en un mar de sufrimientos y de muerte», prometió el artista entonces y lo logró.
“Guernica”, un lienzo de 7.80 m. de largo por 3.50 m. de alto, es una protesta contra la muerte, un monumento contra el horror de la guerra; donde las figuras, totalmente deformadas, de las mujeres, el jinete y el caballo, se han tornado en un grito de espanto. Sólo una luz, que representa el bien indestructible, alumbra la escena; brota de la lámpara llevada por la mujer que se asoma por la ventana para ver la barbarie. Los rostros vueltos hacia el cielo gritan como acusando a los viles mensajeros de la muerte, que llegan desde arriba. Allí están la madre y el niño, la mujer cayendo de la ventana, el caballo herido y el jinete caído. El toro que representa a España está cabizbajo y entristecido. Sólo el ojo de Dios se mantiene abierto justiciero; en lugar de iris, una bombilla de luz. El blanco y el negro grafican la muerte y expresan el estado de ánimo del artista. Es el mismo sentimiento depresivo y airado de Vallejo diciendo: «España, aparta de mí este cáliz».
De 1939 a 1981, el “Guernica” estuvo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, luego, a la muerte de Franco, y en cumplimiento al deseo de Picasso, fue llevado al Casón del Buen Retiro del Museo del Prado. Hoy, inexplicablemente, se encuentra en el Museo Reina Sofía, sin que se le de el valor que se merece. Pese a ello, tal como lo quiso Picasso, sigue confrontando al espectador y contribuyendo de ese modo a la causa de la paz.

«En mi “Guernica” lo verán todo esos monstruos, esos militaristas que han sumido a mi España en un mar de sufrimientos y de muerte», prometió el artista entonces y lo logró.


Hoy se clausura la fiesta de la inspiración en Huancayo

Solo 4

La globalización actual ha logrado masificar y hacer del diseño gráfico una forma de comunicación que, hoy en día, abarca de manera avasalladora todos los estratos. A su vez, atraviesa, en muchos casos, por situaciones homogéneas en cuanto a resultados conceptuales y visuales, existiendo aún mucho por explorar y rescatar, en esencia de forma y contenido. Las comunidades, culturas y costumbres de muchas regiones ofrecen recursos valiosos e interminables que pueden aportar, de manera tangible e intangible, para conseguir resultados innovadores. Por esto, hoy tenemos un taller de diseño titulado “El elemento socio cultural como recurso inspirador, y aporte diferencial en la gráfica actual”, con el cual todos los amantes de las artes visuales podrán inspirarse y conseguir mayor experiencia para su trabajo creativo. Esto es hoy, a partir de las 9 am, en el Instituto Continental, aula B 402, de la calle Real N° 125, Huancayo. Además, más tarde, a las 6 pm, todos nuestros lectores están invitados a participar de la clausura de I Festival de Inspiración en Huancayo, en el Museo Antropológico de la Cultura Andina, bajada de El Tambo - exlocal central de la UNCP. No espere más y venga a esta terapia de creación intensiva.

MICROCUENTO:

Caperuza en mi país

Gianfranco Solís

Érase una vez más real: Caperuza se comió al lobo, desalojó a la abuela y abandonó al leñador.

PERFUME DE MUJER

Diario de una ninfómana

Valérie Tasso

Le he quitado delicadamente la camisa y he dejado al descubierto un torso fuerte, recubierto de un precioso bosque denso, que desprendía un calor sofocante, reflejo de su deseo por mí. Imitando mi gesto, me ha quitado la camisa, ha acercado sus manos a mi pecho, prisionero en un sostén demasiado pequeño, que estrangula y levanta mis pequeñas tetas para que parezcan menos caídas (…). Luego, me ha hecho caer delicadamente sobre la cama, reteniendo mi nuca con una mano, para que no se fuera hacia atrás en un movimiento brusco. Ha ido besando mis piernas, rozándolas ron sus labios ligeramente húmedos, y la habitación, silenciosa, se ha llenado con los pequeños ruidos de su boca ávida sobre mi piel.

La Pachahuara y sus orígenes

Ángel Castro Sánchez

Numerosas investigaciones en torno al origen de la danza de la “Pachahuara”, en la región central, coinciden en manifestar que ésta representa la pasión y alegría de los negros al obtener la libertad perdida durante la época colonial. Sin embargo, dicha tesis se contradice por cuanto la danza ya era ejecutada, por ejemplo, en la hacienda “Nuestra Señora de la Natividad de Yanamarca, hacia 1650. Pero es más sorprendente saber que los esclavos eran fieles servidores y defensores celosos de sus patrones, hábiles en despojar tierras comunales de los indígenas de dicho valle. Esto generó que los nativos despreciasen a la gran mayoría de negros, resultando improbable que los indígenas recogiesen su costumbre de danzar, cada 25 de diciembre, en honor al nacimiento del niño Jesús, como refiere Moisés Ortega en su obra “Valle de Yanamarca”.
Viejos relatos orales, recogidos por César Blancas, ponen al descubierto que la “Pachahuara” de Acolla, antes llamada “Pachahualay”, ha sufrido un proceso evolutivo de transculturación coreográfica y musical, a tal punto, que la imagen y el mensaje actual del “pachahuarero” son diferentes a su origen prehispánico.
El relato visionario del mito del “Pachahualay” permite acercarnos a su origen ignorado: “Era tiempo de duro invierno en los albores de la humanidad. Los “ajullas”, divididos en dos grupos, disputaban el honor de poseer, en su propia estancia o “pacalina”, el pez esperado. Era este de cuerpo alargado y de mediano grosor, color negro plomizo con un parecido a la trucha, y era llevado en el pico de un ave desconocida. El pájaro daba vueltas y vueltas en el aire, esperando que cesara la rivalidad necia de los hombres, pero como éstos continuaban con su obstinada porfía, el ave decidió remontar más alto el vuelo, alejándose del lugar. Entonces, intentó soltar el pececillo entre la estrecha quebrada de Yanamarca, sin hacerlo. Finalmente, decidió echar el precioso tesoro, esperado por todos, en un lugar denominado Apaycancha. El tiempo era lluvioso, la tierra estaba siendo cubierta por masas de agua turbia y la lluvia amenazaba con continuar sin saber hasta cuándo.
”Los pocos hombres que existían en Apaycancha recibieron inesperadamente aquella promesa que habían oído. Al caer el pececillo a tierra daría vida continua al mundo a través del “Pachahualay”. Esto era posible ejecutando la danza mágica en la noche oscura que amenazaba con no hacer aparecer el día.
”Enterados los “ajullas” de que el “Pachahualay” estaba desnudo y frío en aquel lugar, fueron en su búsqueda, rescatándolo de su inminente muerte. Así, el “Pachahualay”, se afincó en Acolla desde entonces”.
Esa promesa de que el pececillo iba a renovar la vida del mundo por medio del “Pachahualay”, al parecer, no era desconocida por los grupos humanos que habitaban Jauja y Tarma. Sin embargo, aquella promesa retardaba en el tiempo, y nadie sabía el lugar en que debía hacerse realidad.
El hecho mítico fue evidente, desde el principio, en Acolla. Que haya caído en Apaycancha, no anula su origen primigenio. Apaycancha representa en la mitología, un puente cultural de irradiación hacia las etnias Tarama y Sausa. Hecho probado, porque en el lugar se bailó esta danza durante mucho tiempo, como recuerda Teófila Parián de Paucar, sobrina del “pachahuarero” Victor Ureta, difundiéndose desde allí seguramente, como un ritual necesario e imprescindible que aseguraría la continuidad de la vida entre los seres humanos diseminados por toda aquella área geográfica. Al transcurso del tiempo, el “Pachahualay” fue revistiéndose de una identidad propia en cada pueblo, pero su esencia de ser una danza nocturna y de amanecida, aún se mantiene hasta nuestros días.

La “Pachahuara” (…), ha sufrido un proceso evolutivo de transculturación coreográfica y musical, a tal punto, que la imagen y el mensaje actual del “pachahuarero” son diferentes a su origen prehispánico.


Danzantes de Pachahuara - Archivo familia Castro De la Cruz

AGENDA SEMANAL

Taller de diseño
Identidad cultural en la industria gráfica
Participa: Lucho Chumpitazi
Organiza: Bisiesta
Fecha: sábado, 16 de diciembre
Hora: 9 am
Lugar: Instituto Continental, aula B 402, calle Real n° 125, Huancayo.
INGRESO ABONADO

Clausura I Festival de Inspiración en Huancayo
Organiza: Bisiesta
Fecha: sábado, 16 de diciembre
Hora: 6 pm
Lugar: Museo Antropológico de la Cultura Andina, Calle Real - exlocal central de la UNCP, Huancayo.
INGRESO LIBRE

Conversatorio "Problemática de la Administración de Justicia"
Organiza: ICPNA Región Centro
Participan:
Dr. Miguel Ángel Villalobos Caballero, Fiscal Superior Titular de la Tercera Fiscalía Superior Penal de Junín.
Dr. Carlos Carvo Castro, Juez Superior de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Junín.
Fecha: martes, 20 de diciembre
Hora: 7 pm
Lugar: Auditorio del ICPNA Región Centro - Jr. Ayacucho n° 169, Huancayo
INGRESO LIBRE

Lanzamiento Agrupación Cultural "Illa"
Organiza: Illa
Participan: Zhenia Espejo Ochoa, Rafael Carrión Rodríguez, Dominick Tazza Almonacín. y Sandro Bossio Suárez.
Fecha: miércoles, 21 de diciembre
Hora: 8 pm
Lugar: Galería café “Imaginarte”, Jr. Ancash n° 260, Huancayo.
INGRESO LIBRE