viernes, 14 de octubre de 2011

Solo 4, “386”, del 08 de octubre de 2011



LA CITA
“Jekyll era ahora mi ciudad de refugio; si dejaba asomar a Hyde aunque sólo fuera por un instante, las manos de todos los hombres caerían sobre él para matarlo”.

R. L. Stevenson, Dr. Jekyll y Mr. Hyde

LO ÚLTIMO

Ricardo Quesada Céspedes: “Prohibido suicidarse en primavera”
A través de los años, en este suplemento, hemos conocido a una serie de personalidades que se han caracterizado por su amor a la cultura, a las artes, y por su gran sensibilidad. Ricardo Quesada, poeta del asfalto, prolijo escritor, amigo nuestro y extraordinario ser humano, no fue la excepción. Falleció el pasado jueves, 29 de setiembre, presa de la soledad y el desencanto, dejando sus últimos escritos: “Prohibido suicidarse en primavera”, como una metáfora contradictoria en la estación de la juventud y la vida, y una ola enorme de tristeza para sus amigos. Desde “Solo 4” queremos rendirle este merecido, aunque tardío, homenaje al “Charly”.

A Ricardo Quesada

La última parada on the road

Alberto Chavarría Muñoz

Cuando llegué a la reunión de “Dos Amarus”, un miércoles por la noche de hace cuatro años, lo vi sentado hacia una esquina de la oficina, con las piernas cruzadas, su brazo izquierdo, en un ángulo de 90 grados, sobre una de sus extremidades y su mano sostenía el codo del brazo derecho, y la mano diestra sostenía su mentón. Me pareció flaco, mostraba ser alto, un tanto asustado y que se escondía detrás de unos lentes redondos estilo John Lennon. Al sernos presentado su discurso me dejó claro su condición de poeta marginal, contracultura y amante de las transgresiones.
Su poesía sembraba imágenes más que palabras. Su poética recogía los avatares de Hora Zero, Allen Ginsberg, Bukowski, Kerouac, Kloaka, Neón y de los poetas cuasi malditos de Quilca. Era uno de los consuetudinarios de los llamados “poetas del asfalto”, de aquellos que fueron llamados “Los hijos de El Averno”, de aquellos que buscaban superar con sus metáforas el espacio de la violencia política, el pesimismo del primer aprismo, sobrevivir los tiempos del fujishock y construirse como un lugar donde la poesía no muriese de tanto pragmatismo, eficiencia y de la “jodida” historia que preguntaba zavalita.
Vino al Valle del Mantaro (Obviaba las referencias a Huancayo y Jauja), así lo nombraba, por ciertas nostalgias (había vivido en La Oroya en su niñez y su pareja, Hilda, era de estos lares) y para renacer entre vientos, follajes y aire distinto a su Lima entrañable. Como buen poeta contracultural vivía resumiendo el espíritu “hippie”, la transhumancia, el amor pleno, la bohemia y la poesía vital. Entendía a plenitud aquello de “la vida es algo que pasa mientras uno está trabajando”, por lo que escogió vivirla en vez de verla pasar.
Anduvimos en varios recitales poéticos, eso que les causa aversión y miedo a muchos prosaicos, y dejaba su palabra dura y seca destilando metáforas. La ternura que brotaba de ellas no estaba en el significante sino en el juego rítmico, en el adjetivo contundente y en la narrativa creativa. Muchos lo miraban como un sujeto intemporal del hipismo, esa presencia marcaba un contenido de irreverencia, y su discurso asustaba a algunas señoras y señores “decentes”.
Hablar de poesía con él era recorrer, principalmente, toda la poética parnasiana hasta lo actual. Amaba a Rimbaud, Verlaine y Baudelaire. Sufría, por lo humano, con Vallejo. No rechazaba a Moro ni a Neruda. Comprendía mejor a Whitman, a Lucho Hernández y a los de la Generation Beat. Leía mucho y escribía bastante. Sabía corregir buscando el adjetivo y el ritmo.
Iba y venía, nos buscaba, nos mostraba fotos, poemas, canciones, collages, recortes de periódicos, CD´s musicales, especialmente de Jazz, alguna vez libros, y, sobre todo, quería conversar. Tal vez porque se sentía: “Soy solo un muchacho limeño… desorientado y rabioso… enojado por las pérdidas signadas de rumores que tocan sus manos y sus zapatos en el centro justo de su corazón / Cansado de hablar de angustias y enfermedades (…) las voces turbias (…) con un refugio invisible siempre en mente / con las ganas podridas de gemir y gritar oscuro a los cuatro vientos de por qué mierda ¡¡¡Que por qué!!!” (Poemario El creyente).
¿Por qué no fue un chico como los demás, tranquilo y correcto? Mi única hipótesis es que decidió ser libre, por ello mismo transgresor, y con el único sentido de vida que sentía: vivir la poesía hasta sus últimas consecuencias. Se convirtió, si vale el paralelo, en un militante apasionado de la poesía y la poética. Para él la utopía estaba en la poesía. Su vida es una demostración de ello, a pesar de Platón. Tal vez no sea un grande de la poesía peruana, pero nosotros, sus amigos y amantes de la verdadera poesía, lo sentiremos así y su divisa: Desakato, perdurará hasta que cerremos los ojos.

Dejaba su palabra dura y seca destilando metáforas. La ternura que brotaba de ellas no estaba en el significante sino en el juego rítmico, en el adjetivo contundente y en la narrativa creativa.

COLUMNA: EL BUEN SALVAJE

Sandro Bossio Suárez

Huancayo: todo lo que se mueve

A las doce del día del 24 de setiembre de 1908, rodeado de un mar de gente, se vio aparecer el primer convoy en la estación ferroviaria de Tres Esquinas. Se cuenta que el conductor, de apellido Beltrán, hizo sonar el pito del tren desde el paraje de Quebrada Honda, y que estacionó la bufante máquina en medio de una profusa vaharada y algarabía general. La locomotora, como consta en la historia de la ciudad, fue una de fabricación inglesa, llamada «Rogers», y signada con el número 34.
Según los anales locales, en 1921 Juan Ancilloto, aviador italiano, hizo el primer vuelo desde Lima hasta Huancayo, en dos horas, utilizando un avión Balila, monomotor.
En 1927 el comandante Charles Grow, jefe de la Misión de Aviación de EE.UU. en el Perú, al volar de Lima a San Ramón, se desvió de su ruta, debido al mal tiempo, aterrizando con maestría en la hacienda La Mejorada.
Pero estos fueron vuelos de prueba no inscritos oficialmente en nuestra historia. La nueva etapa se inicia con la Resolución Suprema del 17 de diciembre de 1932, que declaraba la exigencia de la construcción de un campo de aterrizaje en el entonces fundo «Yauris». Una vez rasado el terreno y apisonada la pista, el aviador de las Fuerzas Aéreas del Perú, capitán Leonardo Alvariño Herr, trajo vía ferrocarril un aeroplano bimotor de fabricación francesa, que un mecánico de apellido Rubio montó en esta ciudad. Alzó vuelo en el nuevo campo, siendo el primer aviador nacional que cruzó «con oficialidad» el cielo huancaíno. Lamentablemente, días después, desapareció junto con la máquina en vuelo a Iquitos. Ese mismo año, Nelson Rockefeller, nieto del archimillonario estadounidense, vino en avión especial desde el Cusco.
En la década de los cuarenta, el teniente de aviación Julio Carvo Tenaut, huancaíno, se estrelló y murió durante un vuelo de reconocimiento por los alrededores.
El 28 de noviembre de 1934, dos aviones «Curtis» de guerra, llegados de Lima, volaron hacia Huancavelica con la misión de debelar un conato revolucionario. Fue el primer vuelo Lima-Huancayo realizado por aviadores nacionales.
En 1913, un alemán de apellido Guinche presentó en Huancayo una bicicleta plegable. Si esto fue un acontecimiento, imaginémonos el episodio suscitado por la aparición del primer automóvil: fue en 1917 y se trataba de un Overland, perteneciente al comerciante escocés Saunders. Este vehículo, según descripción técnica, llevaba un motor de 2.2 litros, con poder sólo en la rueda posterior derecha, aunque con frenos en las cuatro. En ese mismo año, el Concejo Municipal de Huancayo decidió empedrar la Calle Real y algunas principales para darle mayor fluidez a los automóviles que empezaron a llegar.
Ricardo Tello Devotto cuenta que en 1918 se organizaron «dos raids automovilísticos, uno de Huancayo a Acopalca, y otro hasta Jauja». En 1919 se pusieron a la venta las placas de rodaje de carros motorizados. Ese fue un año de interesantes logros en el transporte pesado, pues un particular trajo un camión para servicio de carga, pero lamentablemente el ensayo de tractores Avery fue negativo por la altura.
Uno de los autos más elegantes que paseó por la ciudad fue un costoso Ford modelo «T», de 1922, propiedad del que sería alcalde en 1925, J.H. Taylor.

El 28 de noviembre de 1934, dos aviones «Curtis» de guerra, llegados de Lima, volaron hacia Huancavelica (…). Fue el primer vuelo Lima-Huancayo realizado por aviadores nacionales.

“Wanka Limay” o Idioma Wanka

José Carlos Vilcapoma
Ex Vice Ministro de Interculturalidad del Perú

La diversidad cultural y biológica de los pueblos constituye el patrimonio común de la humanidad. La preservación de esta pluralidad está sustentada en principios que la comunidad internacional ha suscrito y ratificado a través de Convenios, Protocolos y Recomendaciones, un ejemplo de ello es el Convenio 169 de OIT sobre los pueblos indígenas y tribales, que el Perú ha escrito y ratificado en 1993, que determina la protección de "los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios" de los pueblos indígenas.
La protección de las prácticas tradicionales de los pueblos indígenas contribuye al desarrollo sostenible y equitativo del medio en el que se desarrollan. Por ello, la política intercultural del Estado Peruano garantiza y reconoce la necesidad de la articulación de estas poblaciones para garantizar su desarrollo económico y gobernabilidad democrática en un contexto de unidad en la diversidad.
La pluralidad cultural se manifiesta a través de la abundancia lingüística que se ve amenazada en todos los pueblos indígenas. Como consecuencia de la erosión lingüística, gran parte de la enciclopedia de conocimientos tradicionales indígenas que suelen transmitirse oralmente de una generación a otra, corre el riesgo de perderse para siempre. Preservar las lenguas de los pueblos originarios es una cuestión de suma urgencia, es fundamental para asegurar la protección de la identidad de los pueblos y para salvaguardar nuestro patrimonio cultural.
La diversidad biológica, lingüística y cultural son inseparables y se refuerzan recíprocamente, de modo que cuando se pierde un idioma nativo, también se pierden los conocimientos tradicionales sobre cómo conservar la multiplicidad biológica del mundo y hacer frente al cambio climático y otros problemas ambientales. Por eso, el libro “Wanka Limay” (Idioma WanKa) es una expresión genuina de la preocupación de un hijo prominente de la zona, un valioso aporte etnográfico para la preservación de la cultura Wanka. A través de sus páginas, su autor, Sebastián Paredes Buendía nos presenta la variedad cultural de sus pueblos, enfatizando la importancia de su lengua para preservar su identidad como herederos de una cultura milenaria, por ello, y por su probada constancia, nuestro reconocimiento y felicitación por su magnífico esfuerzo.

El libro “Wanka Limay” (Idioma WanKa) es una expresión genuina de la preocupación de un hijo prominente de la zona, un valioso aporte etnográfico para la preservación de la cultura Wanka.


Homenaje a Ricardo Quesada, el “Charly”

Nuestro buen amigo Ricardo Quesada nos dejó tristemente durante la semana pasada. Al lado de su cuerpo se encontró un poema inédito, reflejo de su silenciosa soledad, y de su insoslayable sensibilidad. Aquí solo un fragmento para todos sus amigos y demás personas que lo admiraban y hoy, más que nunca, lo recuerdan.

Strange Days Indeed
o Prohibido suicidarse en primavera


Me desperté
sabía que ya pues, sí
ya pues
mi rodilla hecha mierda.
Desayunamos
melón,
café
leche
queso
pancitos serranos,
¡era el paraíso!
Y hablamos tanto, tanto,
de tantas cosas,
poesía,
el Wony,
la gente,
la bohemia limeña,
la poesía,
los poetas,
el Luchito Hernández,
tema recurrente,
su hierba,
su música,
su dolor,
el tren, la banderita,
mi Buenos Aires,
el llanto en el regreso,
why?
tell me why?
el riesgo de ser realmente poeta
otra vez:
el riesgo de ser
realmente poeta
poeta poeta poeta
era como con Julio en New York
¿recuerdas?
tratar de entender tantas cosas
tantas!!
hoy mi simplicidad
es lo que buscaba Rimbaud
lo que imaginaba Gauguin,
lo que enardeció a Van Gogh,
eso es lo que vale
es como volver al principio principito
de la palabra
la Biblia
el Zen
el Corán
hoy es 27 de Setiembre
y es martes y llueve,
llueve tanto y tanto.
Mis planes arruinados
eso es lo que me jode: ya no quiero seguir acá
es demasiado
te recuerdo,
tu sonrisa,
tu voz,
nuestras manos, siempre juntas.
¿Qué pasó?
¿Qué mierda pasó?
Solo,
solo,
solo,
tan solo.
Llueve
y me resbalo,
y salgo embarrado,
canto como cigarra interior,
la cigarra canta y muere sabes,
la cigarra.
Limpio,
hermoso,
embarrado,
lleno de poesía
de versos
creo poder captar hoy tantas cosas,
tantas,
y creo
creo, creo,
creo en los corazones
yo poeta del camino
mojado,
lleno de lluvia,
de truenos,
de rayos,
de aguacero, que es tormenta ¡ya!
escuchando en el alma
las raras canciones del Fito,
de los Beatles,
de… ¡oh! tantos y tan pocos que nombrar,
al lado del camino,
donde siempre estamos solos... ¡Eso es!

jueves, 13 de octubre de 2011

Agujero pleno o del cuervo

Especulaciones sobre "Strange Days Indeed"
o Prohibido suicidarse en primavera"
de Ricardo Quesada

Cuando un agujero se abre y devora la sustancia del día, “iza el cerebro al cielo azul en el alba”. Fue, y sigue siendo la soledad nuestros escombros, lo que va con nosotros a donde quiera que vayamos. Y desde ese agujero, regresas a las trampas importantes de tu vida, visitas a tus amigos, conservas a pesar de lo forzoso, el tono inexorable, ácido, la nieve en tu lengua girando. Cantando al agua como un santo condenado a no oír su sonrisa.
Pero la solemnidad de la muerte se llena de lluvia. Un cuerpo definitivamente rendido en la oscuridad. Afinas ese simple hecho de la mierda tenazmente reacia, embarrada en el corazón de un corazón que funciona tediosamente mal. Y cantas atado a otros nudos. Ricardo cantas y la columna se derrumba húmeda.
Porque hay seres que viven bajo la pesadilla sagrada del fin, solo para defenderse de la realidad traidora.
Porque hay ríos de poesía donde se hunde nuestra cabeza, donde se junta la muerte y tu mano, atraída por la misma lasitud de un ave que busca sólo “un lugar donde dormir en este maldito manicomio”.

Roberto Salazar

COLUMNA: DESDE EL ATELIER

ANGTS: Graffitis y sociedad

Josué Sánchez Cerrón

Situada en la frontera con Bélgica y Holanda, la ciudad alemana de Aachen, la antigua Aquisgrán, fue fundada por Carlomagno en el siglo VIII.
Carlomagno, rey de los francos y emperador de Occidente, extendió el Cristianismo, fundó escuelas, protegió la literatura, las ciencias y el arte, dando lugar al denominado renacimiento carolingio. En esa época se creó en Aquisgrán la Escuela Palatina, dirigida por el teólogo y sabio inglés Alcuino de York.
Un inconfundible aire a historia y cultura antiguas recorre las empedradas, angostas y milenarias calles de la ciudad. Ahí está la cúpula de la Capilla Palatina con su inusual estructura octogonal que conserva los restos del gran emperador franco. Ahí los muros de piedra y las puertas de entrada del trazado concéntrico original. Da la impresión de que en cualquier momento un caballero medieval con su cota de malla y su lanza en ristre hará su aparición.
La ciudad sobrecoge, predispone el espíritu al estudio y a la reflexión. Debiera ser el reino de las humanidades, pero es la ciudad universitaria de la ciencia y la técnica.
¿Quién dice, sin embargo, que el mundo de la ciencia es ajeno al mundo de las ideas, del arte y de la filosofía?
Por el contrario, esta ciudad de austera arquitectura, luce en sus calles sorprendentes muestras del arte y el pensamiento filosófico contemporáneos. Más de 50 murales se integran al entorno: a la pared, a la calle, al barrio, confrontando al observador.
Un esqueleto danzante festeja, tocando el tambor, la muerte de un maestro alemán, mientras a sus espaldas flamea una bandera con la esvástica: «¡Muera el fascismo!», concluye el texto explicativo. «De un día al otro», es el título de otro mural que gráfica la desesperación y la angustia del que perdió su trabajo.
Filosofía barata, arte ilegal, pintura que jamás estará en los museos, simples graffitis, son algunos de los epítetos que los sectores oficialistas han aplicado a estas expresiones contestatarias del sentimiento popular. Lo cierto es que para el poder toda crítica es antidemocrática, carece de importancia, no tiene fundamento y es de mal gusto. Sucede en Alemania y sucede aquí. Jamás suscita una reflexión ni una autocrítica. Lo hemos visto estas últimas semanas. Es que una rosa sólo puede brotar de un baño sucio, cuando lo hace en gráfica ironía.
Un estudiante muerto es una verdad incuestionable. Colgado de una cuerda o traspasado por una bala es una vida joven que se apaga sin haber vivido. Después de eso sólo queda la angustia y tal vez la agridulce ternura de Violeta Parra cantando: «Que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de ánima ni policía, y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría. Caramba y samba la cosa que viva la astronomía. Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura para la boca del pobre que come con amargura. Caramba y samba la cosa viva la literatura».
No hacer el sordomudo. Esa es la lección de los jóvenes.

Esta ciudad de austera arquitectura, luce en sus calles sorprendentes muestras del arte y el pensamiento filosófico contemporáneos. Más de 50 murales se integran al entorno: a la pared, a la calle, al barrio, confrontando al observador.


MICROCUENTO

Trueque
Holgue Valqui Casas

Anduvo rondando durante meses la casa para confesárselo. Pero al final no llegó a hacerlo. Se avergonzó de sí mismo, se maldijo.
Espiando la casa había descubierto la verdad.

PERFUME DE MUJER

Los cuadernos de don Rigoberto
Mario Vargas Llosa

Adelita la ayudó a subirse sobre él y se acuclilló también, pasando una de sus piernas sobre el hombre y acomodándose de modo que él tuviera su boca a la altura de su sexo depilado, en el que doña Lucrecia percibió apenas una línea ralita de vellosidad. En eso se sintió corneada. ¿Había crecido tanto al entrar en ella esa cosita menuda, a medio atiesar, que segundos antes se frotaba contra sus piernas?

Inglaterra en la independencia del Perú y América Latina

Pedro Guillén Huayllasco

La vida y muerte de los héroes ingleses durante el proceso de emancipación del Perú y América Latina, forma parte de una de las páginas más hermosas de la historia británica, donde destacan episodios y figuras excepcionales. El itinerario de la bravura de los ingleses fueron: Río de la Plata, Chile, Maipú, Arica, Moquegua, Los Andes, los desiertos, Pichincha, Apure, Carabobo, Junín y Ayacucho. Licenciados del ejército de Wellington, soldados que combatieron en Borodino, Bailén, África e Italia. Tal es el número de ingleses que lucharon por la Independencia del Perú y Latinoamérica, que faltaría tiempo y espacio para citar a todos. Combatieron sin descanso, realizaron todas las proezas, sufrieron grandes privaciones y sacrificios, atravesaron todos los climas y la hora del denuedo los encontró siempre listos y en el puesto de honor. Con MacGregor atravesaron desiertos para dar el triunfo de Carabobo; decidieron el triunfo de Pichincha, asaltaron y capturaron la “Esmeralda” con Cochrane en el Callao; cayeron con Sowersby cuando las dianas clamaban el triunfo de Junín; se escuchaba la enérgica voz de Miller para arengar la victoria de Ayacucho. Otros, los más gloriosos: Cochrane, O’Leary, Miller, O’Connor, Stevenson, cuando llegaron a viejos, escribieron al calor del hogar los impresionantes libros de sus memorias.
Las primeras acciones de los británicos comienzan en junio de 1806, cuando una flotilla al mando del Comodoro Sir Home Riggs Popham ocupó Buenos Aires con 1600 soldados bajo las órdenes del Brigadier General William Carr Beresford. Luego, en 1807 las fuerzas del Mayor General Sir Samuel Auchmuty tomaron por asalto Montevideo; continuaron en las mismas acciones John Whitelocke, en mayo, y Robert Craoford, en junio. La lista de oficiales británicos que comandaron expediciones contra puertos españoles en América es larga y distinguida: Anson, Vernon, Knowles, Pocock, Nelson, Harvey, Bowles, Hardy, Hall, Smythe, Courcy y más.
Resulta difícil creer que Inglaterra arriesgue a sus soldados, armamentos y tesoros por defender un ideal glorioso, alentando los primeros movimientos insurgentes de las colonias; enviando legiones de sus hijos a combatir por la libertad y a morir sin compensación por la gloria. Con Bolívar en Venezuela, el Condottieri inglés D’Evercux condujo 3000 hombres que formaron la legión británica. La batalla de Carabobo, decidió la libertad de Venezuela; allí los ingleses dieron el triunfo.
En estas campañas, los nombres británicos suenan al lado de Bolívar en los más álgidos combates: MacGregor, Richards, Smith, Rook, Minchin, Chamberlain. Cuando granadinos y venezolanos flanqueaban, Rook le decía a Bolívar: “General, yo os seguiré hasta el Cabo de Hornos”. Por tal razón, los mejores depositarios de la confianza de Bolívar fueron los edecanes ingleses: O’Leary, Wilson y Chamberlain y Ferguson. Este último llevó su fidelidad hasta la muerte; el día en que los conjurados querían matar a Bolívar, atacaron el Palacio de Bogotá. Ferguson acudió a defender a su jefe y murió en el puesto del deber. O’Leary es otro ejemplo de honradez, de rectitud y constancia. Fue el historiador de la emancipación con solo 24 años de edad. En 1826, al surgir la discordia entre Paez y Santander, Bolívar lo envía en misión de pacificador, ante la inminencia del quebrantamiento de la Gran Colombia.
Vinieron al Perú con el ejército de San Martín, numerosos soldados y marinos ingleses como Cochrane, Miller y Guisse. Guillermo Brown llegó en 1816 con una flotilla inglesa atacando el Callao, Tumbes y Guayaquil. En agosto de 1820, la Expedición Libertadora del Sur zarpa de Valparaíso al Perú con 4500 hombres, entre ellos: ingleses, irlandeses, escoceses, norteamericanos, chilenos y argentinos, con una escuadra de 18 naves de transporte y siete buques de guerra.
El escocés Lord Thomas Cochrane, conde de Dondonald, después de haber servido en Inglaterra, entra al servicio de Chile en 1818 y organiza las primera expediciones navales a la costa del Perú. Tomó la inexpugnable fortaleza de Valdivia (Chile) dando lecciones de insólita estrategia. En setiembre de 1819, realizó su hazaña culminante en el Callao, con el abordaje y captura de la fragata española “Esmeralda”, con Guisse, Crosby y otros 240 expertos marinos ingleses. Cochrane, impaciente y orgulloso, se retira del Perú en 1822 por una desavenencia con San Martín. Después luchó por la independencia de Brasil y la libertad de Grecia.
Otro inglés, Miller, se gana la simpatía por la nobleza y la sencillez de su carácter. Lo hirieron en casi todos los combates donde se decidió nuestra emancipación, desde Chile hasta la batalla de Ayacucho. Era un guerrillero nato, jefe cordial que compartió con sus tropas los riesgos y penalidades, pertenecía a la estirpe de los ingleses caballeros sin miedo y sin tacha. Miller escogió Lima para el retiro de su vejez y, como O’Leary en Bogotá, O’Connor en Bolivia o Minchín en Caracas, vivió rodeado de la veneración unánime.
Guisse representa la abnegación, la hidalguía, la noble devoción al deber. Con su buque “Hecate” va de Inglaterra a Chile donde se incorpora a la escuadra de Cochrane; al retirarse del Perú, se encarga de la marina peruana y forma la primera escuadra nacional. Al frente de ella y luchando bajo la nuestra bandera muere en Guayaquil, en la guerra con Colombia en 1829.
Muchos otros valientes ingleses pelearon o murieron por la independencia del Perú: Forster, Wilkinson, Carter, Spry, Crosby, O’Brien ilustraron la epopeya del mar. Illingrot cooperó, disciplinado y tenaz en el Callao; Charles murió en Pisco; Sowerby, que había vencido en Maipú, en Ríobamba y en Pichincha falleció en la batalla de Junín; MacKintosh se distinguió por su bizarría en Pichincha; Latus vino a morir en Lima; el marino Elmore, que navegó por la India, después de servir con honor en nuestra escuadra, fundó su hogar en Lima. Y así tantos otros soldados y marinos ingleses combatieron por la emancipación de nuestra patria nacional y continental.

Vinieron al Perú con el ejército de San Martín, numerosos soldados y marinos ingleses como Cochrane, Miller y Guisse.



AGENDA SEMANAL

Cine foro
Película: Amador
Forista: Paúl Cárdenas
Organiza: Centro Cultural Continental
Fecha: lunes, 10 de octubre
Hora: 7 pm
Lugar: Auditorio Menor, Casa de la Juventud y la Cultura de Huancayo.
INGRESO LIBRE