sábado, 22 de enero de 2011

Solo 4 “351del 22 de enero de 2011

El cielo es energía; el hombre, la tierra. Y de la mujer nacen la vida y la muerte. ¡La muerte es también energía, cuando no se ha gastado la sangre en martirizar a los otros! La sangre llega pura a la tierra, más pura que la tierra, como Dios la creó.

José María Arguedas, Todas las sangres

Lo último

Convocan a Coloquio de Antropología y Literatura

El centro de estudios: Sociedad, Ciencia y Arte, lanzó la convocatoria a estudiosos y académicos de la antropología y la literatura a participar, como ponentes, en el VII Coloquio Internacional de Antropología y Literatura “José María Arguedas”, que se llevará a cabo durante el mes de agosto en nuestra ciudad. “Existe mucha expectativa pues, nos encontramos celebrando el centenario del nacimiento de José María Arguedas. Por tal razón, las mesas de trabajo girarán en torno al legado de nuestro gran amauta”, manifestó el presidente del SCAF, Manuel Perales.

“La poesía siempre va a tener vigencia”

Sandro Bossio Suárez

“Abandonda luna” es un poemario interesante, surgido de las entrañas mismas de un joven poeta huancaíno que ya ha dado importantes pasos en la poesía. En la siguiente entrevista, Enrique Ortiz Palacios, su autor, nos habla de la inspiración, de la vida, de la lectura, pero también de su último libro.





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¿Qué concepción tienes de la poesía?

Para mí la poesía, como manifestación artística, es la recreación de un mundo paralelo al que vivimos y al que quisiéramos perfeccionar. También, la poesía es un arma poderosa que sin gastar ni una sola bala puede hacer del hombre un ser mucho más sensible con su realidad.

¿Todavía está vigente?

La poesía siempre va a tener vigencia, a pesar de que otros géneros, como la novela, le están robando últimamente titulares. Si hacemos un recuento de las épocas de esplendor de la poesía, ha sido justamente después de conmociones mundiales como las guerras. La poesía cumple un papel catalizador porque favorece al desarrollo, leer poesía, escribir poesía nos aleja de la bestialidad.

¿Hoy existe una poesía como la concebimos clásicamente?

Las formas han cambiado pero la esencia sigue siendo la misma, el contenido no ha variado. El tema del amor, por ejemplo, sigue siendo el “leit motiv” a lo largo de la historia. Lo que sí me parece lamentable es como se la enseña en los colegios. Los estudiantes la temen porque no “la entienden” y no les han explicado que la poesía más que para entenderla es para sentirla. Que el estudiante memorice figuras literarias no es relevante. Te aseguro que si les hacemos redescubrir a Bécquer, comprobarían que las cancioncillas de ahora son tan simplonas.

Este es tu tercer poemario. Dista estéticamente del primero, pero mantiene la
misma fuerza y belleza del segundo. ¿Fue tu intención mostrar una evolución
poética?


Claro, el artista siempre quiere perfeccionar su arte, es una forma de inconformismo de rebeldía a lo trivial. Del primer libro a este hay una distancia cronológica de trece años y al volver a sus páginas compruebo que he madurado y eso me anima a seguir bregando con la palabra, no es nada fácil, es un largo proceso de corrección que francamente te dejan agotado.

El lenguaje de tu poesía es fulgurante. ¿Te cuesta mucho encontrar los términos adecuados?

Como lo dije líneas arriba, sí me cuesta mucho, suelo trabajar hasta con cuatro diccionarios para corregir o encontrar la palabra adecuada. Es frustrante querer expresar lo que ronda en nuestro mundo interior y no hallarlas. Ahora comprendo a Neruda más que nunca cuando compara el trabajo del escritor con la del pescador: “el escritor debe volver a pescar, contra el frío, contra el hielo, contra el agua hasta recoger una pesca mayor”.

Trabajas mucho la estética… Pero también hay una gran fuerza interna, poética, en tus versos. ¿Crees que eso es innato o se puede aprender en un taller?

Considero que los seres humanos nacen con talentos que al descubrirlos tempranamente les permiten perfeccionarlos. El mejor taller, para mí, son las lecturas de los grandes escritores, de los grandes poetas, de aquellos que sobrevivieron al tiempo, al que con causa justa se les llama clásicos.

Tu libro tiene una arquitectura musical: luna nueva, luna creciente, cuarto
menguante; algo así como las cuatro estaciones de Vivaldi. Y cada "luna"
responde a un ritmo y una voz poéticos diferentes, acordes. ¿Fue intencional?


Sí fue intencional, quise conjugar las etapas de la luna con los estados emocionales del hombre. Sus momentos de lucidez, sus circunstancias sombrías, el dilema del amor y el temor a la muerte. Y el título pretende llamar la atención del abandono o desesperanza que no nos redimen, que nos esclavizan. Como cuando nos dicen “no te abandones”.

¿Quiénes son tus referentes poéticos?

Neruda y su relación con el amor, Vicente Aleixandre a quien le debo el título del libro en el poema “Corazón negro” cuando dice: “triste historia de un cuerpo que existe como existe un planeta, como existe la luna, la abandonada luna, hueso que todavía tiene un claror de carne”. A Vallejo, infaltable, en lo irreverente para reinventar el idioma.

¿Por qué crees que hoy en día se lee menos poesía que antes?

Por falta de referentes, de difusión, ni siquiera aparecen textos poéticos en los planes de lectura. Y te aseguro que nos perdemos de un alimento espiritual que nos devuelve la esperanza cada vez que queremos arrojarnos de un puente o un edificio.

EL LIBRO QUE CAMBIÓ MI VIDA

“El pez en el agua” de Mario Vargas Llosa


Martín Chilo Espinoza

Fue hace más de diez años cuando empecé a leer a Mario Vargas Llosa. Antes leía obras clásicas de Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Edgard Allan Poe o Gustav Flaubert. Siento que mi caso fue atípico, ya que decidí leer su libro autobiográfico, “El pez en el agua”; en cambio, algunos compañeros de colegio y universidad primero se embarcaron en libros como “La casa verde” o “La ciudad y los perros”. Luego de leer este fascinante libro, saque la conclusión que los elementos culturales, así como personales, eran la piedra fundamental de la corriente literaria denominada: “Realismo mágico”, cuyos exponentes mezclan temas profundos como la soledad, la incapacidad del amor —a fin de explicar la existencia humana—, y el fatalismo.

“El pez en el agua” tiene una exquisita propuesta. Mezcla la vida personal de Vargas Llosa, con su corta carrera política durante la campaña presidencial de 1990, en la que fue derrotado por Alberto Fujimori.

En cada capítulo identifique cosas que me ayudaron mucho en mi manera de pensar. En el aspecto artístico, comprendí que sí se podía trasladar al campo de la literatura las experiencias personales, y jugar a cada instante con el tiempo a fin de crear un suspenso —delicioso— en el lector.

Asimismo, “El pez en el agua”, para mí, es más que un libro autobiográfico, viene a ser una radiografía de lo que fue el Perú durante la década del noventa –sobre todo, durante aquellas elecciones presidenciales–, debido al clima de violencia que se vivió en nuestro país, y como un hombre comprometido con su nación, Vargas Llosa demostró que sí se podría hacer una campaña política enarbolando la bandera de la verdad y la decencia.

En los capítulos que evoca su vida personal, revela el shock que le produjo el conocer la existencia de su padre a quien creía muerto. Además, podemos darnos cuenta de las peleas que tuvo con él. Estas rencillas obligaron al pequeño “Mario” a refugiarse en la lectura, que para él es una aventura mágica, y en la escritura, como una manera de rebelarse contra la realidad y el tiempo tangible.

Hoy a más de 17 años de su publicación, rindo un tributo personal al “Pez en el Agua” y puedo decir que es uno de los libros que marcó mi vida, por su estilo de narración que me cautivó y fue el inicio para leer obras como: “Conversación en La Catedral”, “Lituma en Los Andes”, “La tía Julia y el escribidor” y “La Fiesta del Chivo”.

UNA PLAZOLETA HIPERSATURADA EN EL CORAZON DE LA CIUDAD

Máximo Orellana Tapia

Entre los céntricos espacios públicos que tenemos en la ciudad, se encuentra una plazoleta sin nombre ubicada entre el Jr. Ancash y Piura, parte integrante de la plaza Huamanmarca dentro de una superficie aproximada de tan solo 364 m2. que la convierte en un espacio relativamente pequeño, más si se tiene en cuenta la densidad prevista en el Plan de Desarrollo Urbano 2006-2015. Para este sector en la que progresivamente podrán ir perfilándose edificaciones de hasta ocho plantas por ser una zona de comercio metropolitano.
Esta plazoleta, siendo uno de los espacios más próximos al emplazamiento del gobierno loca,l presenta en la actualidad una espacialidad poco afortunada debido a que, recientemente, han sido “insertados” dos vagones pertenecientes al otrora “tren macho”, los cuales se encontraban en desuso y que fueron donados por la municipalidad de Lima bajo el lema: “Escuelas móviles de la solidaridad”, que actualmente están siendo utilizados como cabinas de internet.
Esta desacertada inserción ha generado una espacialidad hipersaturada, por cuanto la circulación es caótica y las áreas verdes han quedado reducidas a una mínima superficie, a la que se suma el protagonismo de elementos de cierta agrupación política perteneciente al mate que supuestamente “adorna” este espacio.
La superficie interior se halla enrejada y no es accesible por el desnivel que presenta, de aproximadamente 70 cm., con respecto a las aceras circundantes. Luego de haber visitado el lugar, así como de recoger la opinión de algunos vecinos de las propiedades colindantes, se puede afirmar que si bien es encomiable la preocupación por la educación y el reciclaje de elementos para nuevos usos; sin embargo, es inadmisible que los escasos espacios de la ciudad sean hipersaturados sin mayor análisis ni preocupación por el ornato y la calidad de espacios, lo cual, obviamente, no contribuye a la buena imagen urbana que debe existir esencialmente en el centro de la ciudad.
Desde esta columna, hacemos un llamado a las nuevas autoridades para que la recuperación del espacio público de la ciudad sea una de las tareas más importantes que se tenga por afrontar, porque en estos últimos años se ha visto que la pretendida “sostenibilidad” esgrimida, no ha sido más que una patraña publicitaria y politiquera, la cual siempre ha ignorado que las plazas, plazoletas y calles son esencialmente para las personas, y no el contenedor de una absurda y obsesiva colocación de objetos, como si se tratara de un patio trasero a los que tenemos que estar negados para su libre accesibilidad y disfrute.

Microcuento

El nacimiento de Mirjam

Jim Ramos Ñañez



Mirjam, descubrí que uno puede morir
Y nacer cuando quiere.
Hoy he muerto y he vuelto a nacer
a los treinta años, mientras leía tus cuentos.
Las palomas están volando, Mirjam.


¡Vuelan! ¡Vuelan!




Perfume de mujer

Cerca de él, en la cama, la morena gemía cada vez más fuerte; él le cogió los pechos. Tenía una erección de caballo. Christiane acercó la boca, empezó a cosquillearle el surco y el frenillo del glande con la punta de la lengua. Otra pareja se sentó a su lado; la mujer, una pequeña pelirroja de unos veinte años, llevaba una minifalda de plástico negro. Miró a Christiane, que le seguía lamiendo; ella le sonrió, se levantó la camiseta para enseñarle los pechos. La otra se subió la falda revelando un coño muy poblado, también pelirrojo. Christiane le cogió la mano y la guió hasta el sexo de Bruno. La mujer empezó a masturbarle mientras Christiane acercaba otra vez la lengua.

Michel Houellebecq, Las partículas elementales

Función continuada: Red social

Juegos corporativos en la era Facebook

Juan Carlos Suárez Revollar

David Fincher rodó en 1992 “Alien 3” y en 1995 “Pecados capitales”. A partir de entonces ha dirigido filmes de importancia como “El juego” (1997), “El club de la pelea” (1999), “La habitación del pánico” (2002), “Zodiaco” (2007) y “El curioso caso de Benjamin Button” (2008).
“Red social” (The Social Network, 2010) nos plantea la forma en que el joven —e idolatrado— Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg) creó la red social Facebook, que ha crecido vertiginosamente hasta convertirse en la mayor plataforma de interacción social de Internet, y lo ha hecho a él, al mismo tiempo, el multimillonario más joven del mundo.
El filme arranca en los propios comienzos, cuando Mark pone en línea una pequeña plataforma social —un protofacebook— que compara fotografías a la busca de la universitaria más sexy de Harvard, lo que le generará la antipatía generalizada y buen número de problemas, aunque ello no parece importarle demasiado. La inserción como hilo conductor de la narración de los careos de las demandas que el ya exitoso Mark debe enfrentar, dota al filme de mayor complejidad estructural, y torna en pasado mediato lo que se veía hasta ahora.
El personaje de Mark nos es presentado como un superdotado en la programación informática, con problemas de actitud, y muchas dificultades para relacionarse con las personas (para un ejemplo, su involuntaria patanería lleva a su novia a dejarlo plantado). Otra característica suya es el cinismo y falta de escrúpulos al momento de tomar decisiones, aun si éstas perjudican a quienes confiaron en él, como su amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield), quien lo terminará demandando. Esa tendencia hace de Mark un ser solitario, en contraste con la red de millones amigos que viene impulsando. La presencia de Sean Parker (Justin Timberlake) atenúa esto en parte. Ambos hablan un mismo idioma y piensan igual. Para ellos la actividad corporativa es, a su modo, una travesura. Por eso les divierte Napster, esa herramienta creada por Sean que casi hizo quebrar a la industria discográfica. Saben, eso sí, que están haciendo algo grande que cambiará el mundo —como lo supo Bill Gates, su referente, en su momento—, y que cada acción que tomen influirá en ello.
“Red social” es el irónico retrato de la volatilidad corporativa mundial y de la transformación del individuo a causa de su opresión por la información. Se trata de un gran filme, y de lo mejor de la obra de David Fincher.


Red Social
Director: David Fincher
Título original: The Social Network
Duración: 120 minutos
Idioma: inglés con subtítulos en español
País y año: Estados Unidos, 2010

Y en cartelera
“Red social” acaba de salir de la cartelera comercial de Huancayo tras una semana de proyección. Si bien ahora no hay nada de ese nivel, “Enredados” (Byron Howard, 2010) se presenta como lo mejor. El crítico A. O. Scott de “The New York Times” ha escrito que “combina la complejidad sicológica con la simplicidad de la historia”. “Imparable” (Tony Scott, 2010), por su parte, tiene cierto interés. Estaremos a la espera de “Más allá de la vida” de Clint Eastwood y ahora de “El cisne negro” de Darren Aronofsky.

De Cuerdas y Repercuciones

Cuando un amigo se va

Pío Altamirano

“Queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las agua de un río”, canta Alberto Cortez en una memorable canción. La partida de músicos amigos, el año que pasó, nos llenaron de nostalgias, recuerdos y reflexiones. Felipe Lazo “Chocho”, director del grupo de música del recuerdo “Los viejos verdes”, nos dejó por una enfermedad mal tratada. Zósimo Matos, por un fortuito accidente, dejó de pulsar la guitarra eléctrica, esa del rock de los 80 y 90, como él sabía. Esto llevó a la necesidad de plantear un gremio que vele por las necesidades de los músicos, y así, se formó la Asociación Cultural de Artistas Musicales de la Región Junín – ACAMUREJ.

El recordado y querido Beto Mieses, fundador del grupo The Five The, de los 70s, una formidable guitarra rítmica, voz y contador de anécdotas memorables, fue fundador de la movida rock – pop en Huancayo, desde la década de los sesenta.

Un grande, de la guitarra clásica y popular, nos dejó consumido por la depresión y la miseria. Sólo sus amigos más cercanos velaron por él hasta sus últimos días: Roger Jerí, huancavelicano, afincado en nuestra tierra, para orgullo nuestro.

Allá por los años ochenta, el único auditorio, el de la municipalidad de Huancayo, se agitaba durante todas las semanas, con espectáculos vivos de danzas, teatro, poesía, música andina y latinoamericana. El público, entonces, abarrotaba el lugar y en silencio, escuchaba las propuestas musicales. Los “Llaqta Wayra”, “Sierra Intensa” y el grupo “Illareck” con la cálida voz de Rubén Morales , llamaban a la reflexión, marcando un estilo propio. Así, Rubén hizo docencia, por donde transitó. Su talento lo llevó por la música, la danza, el teatro, la declamación y el periodismo. Grandes ausencias, que invitan a reflexionar sobre la labor de nuestros artistas, y de otros anónimos que no los mencionamos aquí. Hasta siempre amigos.

El Alto Amazonas: un clásico de la arqueología amazónica ahora en nuestro idioma


Manuel F. Perales Munguía

Las investigaciones arqueológicas en la Amazonía siguen siendo escasas en nuestro medio y, por esta razón, muchos de los planteamientos desarrollados por el destacado antropólogo norteamericano, Donald W. Lathrap en su clásico “The Upper Amazon”, publicado en 1970, permanecen aún vigentes. Ahora, gracias a un esfuerzo conjunto entre el Instituto Cultural Runa y Chätäro Editores, tenemos por fin a nuestro alcance la primera edición de este libro en lengua hispana. Como señala Santiago Rivas Panduro, su editor, en ella podremos encontrar datos, hipótesis y propuestas teóricas de primera importancia que nos ayudarán a conocer y comprender mejor el singular proceso de desarrollo cultural que han experimentado las poblaciones de la floresta amazónica, desde los tiempos de la ocupación humana del sitio de Tutishcainyo, cerca de Pucallpa, unos 1800 años atrás, hasta la formación de los actuales grupos étnicos que habitan la Amazonia, con lo que se sustenta una continuidad cultural entre los pueblos pasados y presentes de la región. Por estas razones, “El Alto Amazonas” es, sin duda, un material necesario, incluso para el debate acerca de la reivindicación cultural de nuestros ancestrales pueblos amazónicos.