martes, 15 de noviembre de 2011

MICROCUENTO

Reflejos

Pablo Ávila Oré

Los reflejos de la espalda no eran una sombra, eran solo reflejos fulgurantes, atractivos, sublimes, horrorosos. Él persiguió la espalda. Cuando la espalda volteó, se encontró con él mismo.

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