domingo, 31 de julio de 2011

Los albañiles al poder

Pedro Guillén Huayllasco

Desde la Edad Media, los albañiles (“mason” en inglés) constituían gremios exclusivos y jerarquizados conocidos como logias donde se conservaban celosamente los conocimientos del oficio. La historia de estas primeras cofradías, es sin duda la más enigmática de cuantas rodean al misterioso universo de la francomasonería. Los albañiles se organizaron para defender sus intereses y facilitar el control de la producción; ellos se diferenciaban de otros gremios por su voluntad de convertirse en verdaderas hermandades para preservar sus conocimientos transmitidos de generación en generación. En la organización jerárquica de los masones destacaba el “Gran Maestro” bajo cuyas órdenes se encontraba una docena de albañiles categorizados como: maestros, compañeros y aprendices. El ingreso a una logia estaba supeditado a haber nacido libre y tener buenas costumbres, luego, el aprendiz accedía al rito de iniciación donde se le asignaba un signo lapidario con el cual debía marcar todas sus obras. Los maestros constructores de catedrales y otras grandes obras fueron requeridos en toda Europa medieval.
En el siglo XVIII, cuando Jorge Payne fue designado como Gran Maestro de la logia de Inglaterra, se autorizó el ingreso de “masones aceptados” admitiéndose a hombres de todos los oficios y condiciones sociales, además, reuniendo los preceptos existentes como bases para la constitución masona publicada en 1723, que se convertiría en el primer fundamento legal de la masonería. Luego, los más imbuidos en los principios e ideales, comenzaron a actuar protagónicamente promoviendo grandes movimientos de transformación de la humanidad, como la Revolución Francesa que se gestó en las logias con los principios masónicos de: libertad, igualdad y fraternidad. También, tuvieron destacada participación en esta gesta los precursores Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Diderot, hasta los revolucionarios Sandón o Marat, todos pertenecientes a la fraternidad masónica. Tanto la Revolución Francesa, como la lucha por la emancipación de las colonias de América, hasta la estructuración jurídico-política de las nacientes repúblicas, adoptaron sus principios, impregnando el innegable sello de las ideas y acciones masónicas.
En la Independencia de los Estados Unidos jugaron un papel protagónico los masones George Washington, Thomas Jefferson, Benjamín Francklin; más tarde, también, ejercieron la presidencia de ese país otros masones como: Abraham Lincoln, Richard Johnson, James Polk, James Monroe, James Bucklanan, James Garfield, James Madison, William McKinley, William Taft, Theodore Roosevelt, Franklin Roosevelt, Harry Truman, Lyndon Johnson y Gerald Ford.
A propósito de la celebración del bicentenario de la independencia de los países de América Latina cumplimos con el riguroso deber de mencionar una gran acción inicial de este proceso: la fundación en Londres (1797) de “La Gran Reunión Americana” o “Caballeros Racionales”, para iniciar la lucha por la Independencia de América Española. En 1811, se fundó su primera filial en Cádiz (España) con el nombre de “Logia Lautaro”. Luego, se expandió a Río de la Plata al instalarse la Gran Logia de Argentina de Libres y Aceptados Masones, y otra en Mendoza denominada Logia del Ejército de los Andes integrada por patriotas revolucionarios como José de San Martín, Carlos Alvear, Bernardo Monteagudo, Manuel Belgrano, Tomás Guido o José Zapiola.
En Colombia nació la Gran Logia Central y, en Venezuela, lideraron las luchas por la independencia los masones: Francisco de Miranda, Simón Bolivar, Santiago Nariño, Andrés Bello; en Chile, Bernardo O’Higgins, Ramón Freyre, Juan Mackenna; en Paraguay, Juan Prestes; en Uruguay, a través de la Logia de los Caballeros Orientales de Montevideo; también se fundaron, la Gran Oriente del Brasil y la Gran Logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones de la República del Perú (Lima). El objetivo común de todas estas cofradías masónicas fue luchar por la Independencia Continental estableciendo gobiernos autónomos en cada nación americana, con el apoyo financiero, político y militar de Inglaterra. Solamente, como referencia, actualmente en Huancayo existen las logias masónicas: Aurora A-B, Huaytapallana, Maquinhuayo A-B, Heller y Los Caballeros de los Andes.
Además, a nivel mundial, ilustres masones detentaron el poder en Inglaterra con Oliverio Cromwell o Winston Churchill; Napoleón Bonaparte en Francia; Federico “El Grande” de Prusia; Francisco I en Austria; Giuseppe Garibaldi en Italia; Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru en la India; Salvador Allende en Chile; Benito Juárez, Francisco Madero, Porfirio Díaz en México; y Domingo Faustino Sarmiento en Argentina.
En apretada síntesis mencionaremos a otros connotados masones como los ganadores de los Premios Nobel: Albert Einstein (Física), Alexander Fleming (Medicina); Enrico Fermi (Física); Albert Michelson (Física); Albert Scheiten (Paz); Santiago Ramón y Cajal (Medicina); además de tantos Premios Nobel de Literatura: Rabindanath Tagore, Thomas Mann, Francois Mauriac, Rudyard Kipling o Luigi Pirandello. Los padres de la Bomba Atómica, además Nobeles de Química o Robert Oppenheimer. Filósofos y escritores de talla mundial, entre tantos: Walter Scott, Charles Dickens, Alejandro Dumas, Víctor Hugo, Thomas Moro, Federico Nietzsche, Rubén Darío, etc., conforman una larga legión que pertenecía a esta sociedad.
Por obvias razones, falta citar a miles de masones ilustres como: Henry Ford, Cantinflas, Walt Disney, Martin Luther King, John Wayne, Víctor Raúl Haya de la Torre, José de la Riva Agüero, Luis Heysen, Beethoven, Mozart, Wagner, Leonardo Da Vinci, entre otros, quienes lograron conquistar el máximo poder político, científico, cultural, económico y social en el mundo de manera silenciosa y secreta. Como organización iniciática, a partir de su humilde condición de albañiles, se convirtió, con el paso de las centurias, en una doctrina moral que trata del mejoramiento del hombre con la ayuda de la filosofía, la ciencia y la cultura.
La Revolución Francesa, como la lucha por la emancipación de las colonias de América (…), adoptaron sus principios, impregnando el innegable sello de las ideas y acciones masónicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí.