sábado, 30 de octubre de 2010

Exposición fotográfica de Sebastián Rodríguez (Huancayo, 1896 - Morococha, 1968)

Fotografías de Sebastián Rodríguez en exposición en Huancayo

Uno de los fotógrafos más relevantes del país es el huancaíno Sebastián Rodríguez (1896-1968), cuya obra se ha comparado a menudo con la de Martín Chambi. Por eso, hoy se inaugura la primera exposición de su obra fotográfica en Huancayo, gracias al esfuerzo del colectivo Ojos Propios, la Universidad Nacional del Centro del Perú, el Colegio de Relacionistas Públicos de Junín, la Escuela de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la UCCI, y algunas personalidades e instituciones de la región. La muestra contará con más de setenta fotografías de Rodríguez, recientemente rescatadas, y se podrán apreciar hasta el 30 de noviembre en el Museo Antropológico de la Cultura Andina (Casona de la UNCP —ex Local Central— de la Bajada de El Tambo). Será una forma de tener a Sebastián Rodríguez de vuelta en casa.





“Sebastián Rodríguez es un gran fotógrafo peruano”

Desde hoy se podrá apreciar la muestra de la obra fotográfica de Sebastián Rodríguez (Huancayo, 1896 - Morococha, 1968) en el ex local central de la UNCP (en la Bajada de El Tambo). Uno de los mayores impulsores de su recuperación y puesta en valor es el fotógrafo Andrés Longhi. Y nos habla en la siguiente entrevista sobre el legado fotográfico que nos dejó este brillante conciudadano.

¿Cuál es la importancia de Sebastián Rodríguez para la fotografía nacional?
Es un paradigma. Sebastián Rodríguez tiene dos cosas. La primera, retrata una época, y la segunda, hace un registro fidedigno de la transformación de un campesino en un trabajador minero. Ese es un tema antropológico muy importante. Muchas veces los fotógrafos son antropólogos. Y Sebastián Rodríguez es un antropólogo visual. Y lo más importante: es necesario que se conozca en el Perú.

Usted habla del contenido antropológico de su obra.
Sebastián Rodríguez no solamente nació en Huancayo. Tuvo además una vida realmente integradora. Él se formó en Lima. Aprendió las técnicas occidentales de la fotografía. Se dice que compró una cámara con su hermano Braulio, que estudiaba Bellas Artes, lo cual ya es mucho decir. Y los dos empiezan a viajar por los asentamientos mineros del centro del país, y a registrar cómo se transforma una población, una comunidad, a partir de la influencia de una gestión económica. Las personas que viven en un contexto, cambian. Sea el de un avance o retroceso, es un registro en la historia de una comunidad o una nación. Sebastián Rodríguez tiene un secreto, que es la fotografía popular. Nadie es mejor que el que sufre sus problemas o usa sus éxitos para contar con ello. Y él vivió cuarenta años en Morococha para contar exactamente con ojos propios lo que pasaba ahí. Esa es la mejor demostración de lo que es un antropólogo.

¿Por eso Sebastián Rodríguez es el fotógrafo del coraje?
La vida de Sebastián Rodríguez está marcada de coraje. El coraje que él tiene para quedarse a graficar la vida de un asentamiento minero, a principios de siglo, me parece maravilloso. Nos dice cómo es que cambiaban las familias, o cómo es que se utilizaban códigos y símbolos nuevos para demostrar cierta bonanza económica que podían tener o no. Y también está el coraje que tiene Frances Altman, o el coraje de doña Amanda, y su familia, para que el padre o el abuelo sea considerado como lo que realmente es: un gran fotógrafo peruano.

¿El reasentamiento de Morococha hace peligrar la recuperación de las fotografías que aún están en esa ciudad?
No, no lo creo. Es obligación de Chinalco hacer que Sebastián Rodríguez esté en la memoria y el corazón de toda la gente que nace y vive en Morococha. Que los peruanos sepan que hubo un fotógrafo que registró la vida de Morococha. No conozco un caso en el mundo de un fotógrafo que haya registrado por cuarenta años la vida de un asentamiento minero.

¿En qué consistirá la muestra de la obra fotográfica de Sebastián Rodríguez en Huancayo?
Son setenta fotografías de diferentes formatos. Básicamente son las que formarán parte del libro que tenemos ya listo, sólo esperando auspiciadores. El libro y la muestra contienen fotografías de las que ya teníamos conocimiento, que son las que están en el Museo de Arte de Lima. La diferencia es que nosotros hemos estado investigando entre los vecinos de Morococha que eran amigos y admiradores de “Don Chapita”, como lo llamaban; y se fotografiaban los domingos en familia.

Muchas de las fotografías de Rodríguez aún deben rescatarse. ¿Esto dará pie a algo más ambicioso?
Pido a las familias que tienen fotografías de Sebastián Rodríguez en su acervo familiar que las empiecen a juntar. Es momento de que se congreguen en un solo sitio. Y que por fin Huancayo conozca al gran fotógrafo que es Sebastián Rodríguez. Y esta exposición es una forma de hacerlo volver a casa. Sebastián Rodríguez y Martín Chambi son los dos únicos fotógrafos peruanos que están en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Y eso no es poca cosa. Esta muestra debe ser la primera parte de un camino que tiene como meta el Museo de la Nación de Lima. Y, por qué no, romper las fronteras y salir a América Latina y al mundo para mostrar a Sebastián Rodríguez, el mayor fotógrafo del Centro del Perú.



MÁS DATOS
La muestra fotográfica denominada “Coraje”, con más de 70 fotografías del extraordinario fotógrafo Sebastián Rodríguez, estará presente desde hoy hasta el 30 de noviembre en el Museo Antropológico de la Cultura Andina de la UNCP (ex Local Central) de la Bajada de El Tambo. Empieza una muestra fotográfica histórica que, de Huancayo, continuará un largo periplo por el Perú, América Latina y el mundo.

Gustavo Rodríguez presentó su nuevo libro en Huancayo

En evento coorganizado por “Solo 4”

Invitado por la escuela profesional de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental y el suplemento cultural “Solo 4”, Gustavo Rodríguez (Lima, 1968) estuvo en nuestra ciudad donde presentó su novela “La semana tiene siete mujeres”, finalista del premio Planeta-Casa de América, de un total de 493 manuscritos de España y América.

El exitoso escritor Gustavo Rodríguez, quien es además uno de los más reputados publicistas de Latinoamérica, visitó nuestra ciudad para participar en el I Encuentro de Comunicadores de Éxito “Peruanos que la rompen comunicando” y para presentar su última novela: “La semana tiene siete mujeres” (Editorial Planeta, 2010), con la que fue finalista del prestigioso premio Planeta-Casa América, uno de los más importantes y con mayor dotación de habla hispana.
Esta presentación estuvo organizada por el suplemento cultural “Solo 4” y la carrera de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental, en una alianza donde se unieron esfuerzos de ambas entidades para hacer posible este trascendental evento cultural. Con esto “Solo 4” amplía su ámbito de difusor cultural, educativo y artístico a la organización de eventos culturales gratuitos para el público huancaíno.
“La semana tiene siete mujeres” es uno de los libros que mayor interés ha concitado en el medio editorial del país, de Latinoamérica y España. Cabe señalar que la recargada agenda de Gustavo Rodríguez no le permitió visitar nuestra ciudad en los últimos años, ni siquiera para eventos grandes como la Feria del Libro, por lo que su presencia ahora puede considerarse como un verdadero logro.
De la novela, Rodríguez señaló que se trata de “un policial sentimental que disfraza dos temas muy polémicos, como son el prejuicio racial y la infidelidad”. Asimismo, dijo que está ambientada en “Lima, una ciudad donde el prejuicio racial se grita en silencio y la infidelidad se calla a gritos”.
La presentación se desarrolló en la Sala de Sesiones de la Municipalidad Provincial de Huancayo, que accedió a ceder sus instalaciones. Lo acompañó el también escritor y periodista Sandro Bossio Suárez, quien hizo un profundo comentario de la novela.

MÁS DATOS
Gustavo Rodríguez ha publicado las novelas “La furia de Aquiles” y “La risa de tu madre”, esta última, finalista del Premio Herralde. Es además autor de “Cuentos de fin de semana”, y junto al escritor Javier Arévalo, uno de los principales impulsores del Plan Lector en el Perú.

Microcuento

Salvación
Jomar Cristóbal Barsallo
El dos veces nacido despertó y lo primero que vio fue su brazo ensangrentado. Pidió ayuda a Almudena, pero ella se negó porque la única preocupación que tenía en mente era ir al circo y recuperar un recuerdo olvidado de su niñez. Giácomo alzó la mirada al cielo y murió por 5 segundos. Cada segundo duraba un quinquenio.
La sangre dejó de correr por sus venas y el hipotálamo se le adormecía. Almudena, la chica de los ojos caídos, acariciaba el cabello y el rostro del dos veces nacido mirando fijamente sus labios rojizos, mientras le decía con voz llorosa: Giácomo, yo te sanaré y te salvaré porque para eso tú me creaste. Y apretando la almohada, lo asfixió.

Perfume de mujer



La venganza del silencio
Recuerdo claramente la primera vez que hice el amor con Sonia y toqué sus senos altos y duros como los había visto siempre. Su sexo era una pelambre pequeña, de puntas erizadas. Y sus rodillas, sus rodillas de huesos afilados, que yo besaba. A algunos les había parecido una mujer fea mientras estaba vestida, pero Sonia era una de las más suntuosas y sensuales mujeres desnudas que un hombre haya conocido.
Alonso Cueto

“Los niños góticos” de Javier Arévalo

Hoy se presenta en la Feria del Libro

El escritor, periodista, gestor cultural y columnista de “Solo 4”, Javier Arévalo, (autor de la columna “Cítrica crítica”) presentará hoy su nueva novela “Los niños góticos” (Editorial Estruendomudo, 2010), junto a Álvaro Lasso, José Tola y Renato Cisneros, en la 31ª Feria de Libro Ricardo Palma. Esta nueva novela nos regala la historia de María del Pilar, una chica de 14 años que junto a su hermano Ignacio, confecciona bordados en prendas para niños muertos. Y la historia también de Abraham, César, José Carlos y Josemari, los Niños Góticos, a quienes “la ciudad finge amarlos, pero, en realidad, los odia hasta el punto de desear para ellos el silencio y la extinción”.
Esta nueva novela se une a toda la reconocida producción literaria de Arévalo, quien es autor de “Una trampa para el comandante”, “Nocturno de ron y gatos”, “Instrucciones para matar a un ángel”, “El Beso de la flama” (publicada en España y traducida al portugués) y “Gracias, Señor, por tu venganza”. Es también director del Proyecto ReCreo, que promueve el desarrollo de la lectura y escritura en los niños peruanos.

Una visita a la Feria del Libro Ricardo Palma

Con más de 100 mil títulos en exhibición

Pat Salazar-Caso
El viernes 22 de octubre empezó la 31ª Feria de Libro Ricardo Palma, organizada por la Cámara Peruana del Libro, que en esta ocasión vuelve al Parque Kennedy de Miraflores, lugar tradicional de la Feria.
La edición de esta feria se dedicó a Mario Vargas Llosa, pues se vienen realizando exposiciones y actividades diversas para abordar su obra, con motivo del Premio Nobel de Literatura 2010. Y es uno de los autores cuyos libros tienen mayor demanda. La obra de Vargas Llosa también ha sido reclamada por lectores extranjeros, en ediciones en otros idiomas, en los stands de Íbero Librerías y Special Book Services. En esta feria se ha preparado también una muestra especial de primeras ediciones de sus obras, con infografías sobre algunas de éstas. Algunas de estas ediciones, como la primera de “Conversación en La Catedral”, editada en España por Seix Barral, que se estuvieron vendiendo y/o subastando en el stand de La Casa del Libro Viejo.
Entre las actividades más resaltantes contamos con la mesa redonda “¡Prohibido musicalizar la poesía!”, organizada por Azul Editores, o la Exposición de Portadas de la Revista Caretas por su sexagésimo aniversario. El segundo día se realizó un recital de poesía a cargo del grupo Ónice, jóvenes poetas que ya han publicado la cuarta edición de su revista, en el cual también estuvieron invitados Victoria Guerrero, Carlos López Degregori y Luis Fernando Chueca.
La Casa de la Literatura Peruana también se hizo presente con la conferencia “Realidad y ficción en los cuentos de Julio Ramón Ribeyro” a cargo de Irene Cabrejos. Importante también fue el relanzamiento de la última edición de “La violencia del tiempo” de Miguel Gutiérrez.
La feria va hasta este lunes, ofreciendo a sus lectores libros para todos los gustos y edades.

Cítrica crítica: Arte para no morirnos de hambre

Javier Arévalo
Ninguna obra del magnífico Miguel Ángel, que pintó la Capilla Sixtina, fue realizada sin que de por medio hubiese un contrato. Por el contrario, todos los cuadros que creó Vincent Van Gogh fueron resultado de su pura necesidad de expresarse, sin que mediara transacción alguna. Es más, en vida jamás accedió al reconocimiento de su trabajo y quizá vendió solo dos cuadros cuando todavía respiraba. Pero muchos años después, por una pintura suya pagarían por encima de los 50 millones de dólares. Le hubiera caído bien el billete: Vang Gogh, para sobrevivir a su infortunio, pedía café y pan a crédito.
Mi hijo es músico. En sus primeras clases en la universidad, una profesora pidió que escribieran tres frases —dos debían ser falsas— que debían ser leídas en voz alta para que los alumnos identificaran cuál era la única frase verdadera. Mi hijo escribió: “Cuando decidí ser músico, mi familia se opuso” y luego añadió dos frases más.
Que un pintor, un músico o un actor se van a morir de
hambre, a lo mejor viene de la mítica imagen creada
por artistas como Vang Gogh o Edgard Allan Poe.

Era un salón repleto de adolescentes que hacían sus primeros cursos generales. Los chicos pertenecían a diferentes carreras. La gran mayoría identificó esta frase como la verdadera y las otras dos como falsas. A mi hijo no lo sorprendió; constató la mala actitud que existe entre los adultos peruanos, y replicada en la mente de sus hijos, hacia el cultivo de las artes.
La idea de que un pintor, un músico o un actor se van a morir de hambre, a lo mejor viene de la mítica imagen creada por artistas como Vang Gogh o Edgard Allan Poe: uno era esquizofrénico, el otro alcohólico, sus vidas, algo desgraciadas, salvadas solo por el arte que les dio felicidad, no fueron destruidas por la práctica del arte, sino por la enfermedad con la que convivían.
A mí me resulta extraño que en el Perú se asocie la práctica del arte a la pobreza, cuando hay ejemplos de artistas que no solo tienen cuentas bancarias abultadas, sino el cariño y el aprecio de la gente, que tal vez sea a la larga lo más valioso.
Syszlo, Tola, Chávez, Tokeshi, son algunos de los artistas plásticos peruanos cuya obra, reconocida por coleccionistas y la crítica, viven de su trabajo, y viven bien. Escritores como Vargas Llosa o Bryce viajan por el mundo gracias a su obra. Músicos como Gianmarco o Tania Libertad disfrutan de su prestigio.
Lo maravilloso del arte es que la riqueza que crea no solo se traduce en cuentas bancarias personales. Quienes gozamos del arte, entendemos que nos enriquecemos más cada vez que un creador nos entrega su trabajo. Es a partir del arte que entendemos Grecia o Roma, Egipto o el Tawantinsuyo. La vida sin arte es inconcebible. Solo la ignorancia puede crear un clima donde practicarla es una forma de desperdiciar una vida. Niños brillantes que dibujan, cantan, bailan, escriben, existen por miles en las escuelas, tenemos que promoverlos, apoyarlos, incitarlos si queremos gozar de un país no solo conocido por los escombros arquitectónicos de naciones que desaparecieron y que tampoco sabemos cuidar bien; si queremos, en suma, ser una nación contemporánea de todos los hombres.

Función continuada: El secreto de sus ojos

Obsesiones del pasado y ficción en la realidad

Juan Carlos Suárez Revollar
Juan José Campanella es uno de los realizadores más importantes del cine argentino actual. Filmes suyos son “El mismo amor, la misma lluvia” (1999), “El hijo de la novia” (2001) o “La luna de Avellaneda” (2004), que anteceden a “El secreto de sus ojos” (2009), una obra mayor, que le dio el Oscar en la categoría de mejor película extranjera.
“El secreto de sus ojos” es un filme policial que nos remite permanentemente al pasado, y que va desde el drama y el humor, hasta el romance y la política. El punto de vista de la historia recae en Benjamín Espósito (Ricardo Darín), un investigador de la corte jubilado que, veinticinco años atrás, tuvo una participación activa en el esclarecimiento de un horrendo crimen contra una muchacha quien, además de ser ultrajada, ha sido asesinada a golpes.
Campanella cuenta la historia en dos niveles temporales: el presente, donde, ya ocurrido todo, se puede tener una mirada más fría de los hechos por sus resignados protagonistas; y el pasado, evocado desde aquél, pero en clave de ficción, pues lo que se deja ver al espectador no es más que el relato novelado que Espósito hace a partir de sus propios recuerdos. La presencia de algunos personajes —su antigua colega Irene Menéndez Hastings (Soledad Villamil) o el viudo Ricardo Morales (Pablo Rago), quienes también han participado en los hechos— permite atenuar la base ficticia de lo que vamos viendo, aunque siempre estará la posibilidad de que, como una ficción, ésta sea inventada o no acorde con la realidad pese a su credibilidad.
Aunque siempre estará la posibilidad de que,
como una ficción, ésta sea inventada o no
acorde con la realidad pese a su credibilidad.

Los personajes tienen, de por sí, mucho atractivo, lo cual se potencia con la brillante dirección de actores: el silencioso amor de Espósito por Irene, la obsesiva constancia de Morales, la contradictoria lógica de Pablo Sandoval (Guillermo Francella) o el impulso asesino de Isidoro Gómez (Javier Godino).
La película tiene un clima nostálgico desde su inicio. Pero como buen policial —con tantos elementos que enriquecen la historia, que por un momento creeríamos que se trata de otro género—, “El secreto de sus ojos” posee un ritmo narrativo constante, ascendente, y también varias vueltas de tuerca que obligan al espectador a replantearse lo visto. Una película bellísima, interesante y divertida. No perderla.

El secreto de sus ojos
Director: Juan José Campanella
Duración: 127 minutos
Países y año: Argentina y España, 2009


Agenda semanal

Ciclo de cine cubano

Miércoles 3: Fresa y chocolate

Jueves 4: Habana Blues

Viernes 5: Guantanamera

Hora: 7:00 pm

Auditorio del ICPNA Región Centro - Jr. Ayacucho 169 Huancayo

INGRESO LIBRE

Conferencia

Tu cuerpo dice lo que tu boca calla

Exp. Prof. Grisel Hilares Maury

Miércoles 03 de noviembre. Hora: 7:00 p.m.

Centro cultural Nueva Acrópolis

Jr. San José 281 Urb. San Carlos - Huancayo

INGRESO LIBRE

Festival de cine europeo:

Centro Cultural Continental:

Lunes 1: 7 p.m. Requiem (Alemania)

Martes 2: 7 p.m. Retorno a Hansala (España)

Miércoles 3: 7p.m. La muerte del señor Lazarescu (Rumania)

Jueves 4: 7 p.m. La voz de los Andes (Francia)

Auditorio de la calle Real 125

Universidad Continental:

Martes 2: 10 a.m. El hombre de Londres

Jueves 4: 10 a.m. Eurochannel 1

Martes 9: 10 a.m. Zapatos negros

Jueves 11: 10 a.m. El capitán de Kopenick

Av. San Carlos 1980

Alianza Francesa de Huancayo:

Jr. Santa Isabel 365

Viernes 5: 7:30 p.m. El arte de llorar en coro

Solo 4 del 23 de octubre de 2010

Peruanos que la rompen comunicando
Con la participación estelar de Gustavo Rodríguez, reconocido escritor, comunicador y publicista de la agencia Toronja, (finalista del premio Planeta Casa América con “La semana tiene siete mujeres”), este 29 y 30 de octubre se desarrollará el I Encuentro de Comunicadores de Éxito, “Peruanos que la rompen comunicando”, que organiza la carrera de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental. También estará presente Daniel Goya, editor de la revista “Etiqueta Negra”; Andrés Longhi de la asociación de fotografía creativa “Ojos propios”, entre otros. Nuevos vientos académicos soplan en Huancayo.



La cita:
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
Víctor Hugo, 1879

Eloy Jáuregui y todas las asfixias

Profundo bello

Tulio Mora

Hoy sábado se presenta el libro “Todas las asfixias”, de Eloy Jáuregui (Bisagra Editores, 2010) en la sala Consistorial de la Municipalidad de Miraflores a las 6:00 PM. Aquí el prólogo que el poeta huancaíno Tulio Mora escribió para este libro. Como se apreciará en este libro editado por Bisagra Editores (por increíble que parezca, es su primer libro publicado), Eloy Jáuregui tuvo como planta estética el apareamiento bizarro de la palabra de prestigio literario con la palabra popular, cruce o hidridez que igualmente practica Yulino Dávila e hizo con gran excelencia el extrañado Ricardo Oré (fallecido en 2001), cuando este desguasamiento poético no era conocido (y prestigiado) como “neobarroco” o “neobarroso”, tal como lo calificara el argentino Néstor Perlongher.
Y así, entre dobles estallidos de la palabra de sema y soma, curiosamente aplicadas también a sus reconocidas crónicas, en este libro Jáuregui nos va introduciendo en otra relectura de una historia derramada del Perú: tiempos donde las canciones se pintan en las nubes, rocas instantáneas y soles de adjetivos que fluyen como las aguas termales para registrar el vuelo de aves totémicas. Insisto: relectura poética de una historia que es el hoy, “de alzada atemporal”, porque efectivamente los desgarramientos aún no han producido soldamientos definitivos, sino otras incandescencias, otras revelaciones que vuelven y envuelven nuestro discurrimiento en pliegues (lo que se esconde), repliegues (lo que oprime y reprime) y despliegues (lo que inventa una historia construida de voluntad y azar a contrapelo del poder infinitamente adverso) que Eloy tan bien conoce y reinterpreta como cronista (el memorioso del tiempo) y como poeta.
Aquí están pues sus obsesiones: el diálogo perpetuo entre Garcilaso de la Vega y Guamán Poma de Ayala (¿se entienden/se desentienden?), que quizá sea el mismo entre Eguren y Vallejo, Churata y Martín Adán, Arguedas y Vargas Llosa, Hora Zero y los canónicos. Aquí están la avenida Primavera que atraviesa “el niño tatuado a la mirada del ebrio a contraluz” y Juan Ramírez Ruiz y Malcom Lowry y toda la bella inocencia de la carne erotizada que puede brotar de una capilla de San Bartolo al amanecer. Aquí está en suma la poesía como “la inmensidad cicatrizada del pellejo de los cielos”.
Que tras este libro se desentierren los otros que guarda Eloy con tanto celo para que Hora Zero siga siendo el “estandarte de sus nietos”.

Muestra de Sebastián Rodríguez empieza en Huancayo

Fotografía andina

Con el esfuerzo mancomunado de la Asociación de Comunicación Visual “Ojos propios”, de la Escuela Profesional de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental y del Colegio de Relacionistas Públicos de Junín, este 30 de octubre iniciará en Huancayo la muestra fotográfica del notable fotógrafo Sebastián Rodríguez (Huancayo, 1896 - Morococha, 1968).
Las fotografías de este importante fotógrafo son de altísima calidad estética, técnica y documental, según los especialistas, y por tratarse de un fotógrafo huancaíno que se encuentra a la altura del propio Martín Chambi, esta muestra se convierte en un evento de trascendencia en el Perú.
Según la productora de Ojos Propios, Rocío Leccaros, este esfuerzo en el que se ha involucrado la carrera de comunicación de la Universidad Continental y el colegio de Relacionistas Públicos del Perú, se convierte en una de las actividades culturales más importantes del año en nuestra ciudad, pues con ella no sólo se recupera el arte de uno de los fotógrafos más imponentes del Perú, sino que se inicia una serie de actividades nacionales tendientes a la redención del legado de Sebastián Rodríguez.
Como sabemos, este fotógrafo es una de las figuras más representativas de la fotografía peruana de la primera mitad del siglo XX. Su obra realizada casi en su mayoría en Morococha es investigada, retomada y dada a conocer a comienzos de la década de los ochenta por la fotógrafa norteamericana Frances Antmann.

El buen salvaje: Nuestra hoja de cada día

Sandro Bossio Suárez
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU ha recomendado, en tono imperativo e impaciente, que los países andinos (leáse, principalmente, Perú y Bolivia) dicten medidas internas para prohibir la práctica de masticar la hoja de coca. De igual forma, el uso de esa planta en la fabricación de productos destinados al consumo masivo. Dice que esto debe hacerse sin demora, pues cree que la utilización de la hoja de coca, como el "chacchado" y hasta su consumo en bolsitas filtrantes, tendría un impacto en el aumento de la drogadicción. En realidad nos parece una exageración. Y es que dicha recomendación colisiona con el empleo tradicional y medicinal de la coca.
Científicos y estudiosos sociales, apoyados en algunas crónicas de Indias, plantean una génesis mágica de la hoja de coca. En ese sentido, se hallaron vasijas de la cultura mochica en las que aparecen figuras de posibles chamanes con la mejilla hinchada por la bola de coca. Del mismo modo, se sabe que los incas congratulaban con coca a las autoridades étnicas que llegaban al Cusco, como parte de la reciprocidad entre el Estado y los grupos dominados. Pedro Cieza de León cuenta que, junto a otros productos, esta hoja era almacenada en depósitos provinciales para ser utilizada en tiempos de guerra, y que era distribuida entre los indígenas en tiempos de paz, para aliviar las necesidades de la población en caso de escasez de alimentos.
La estudiosa Paulina Arce nos acerca a la divinidad de la coca: los adivinos mascaban hojas de coca y escupían el jugo en la palma de la mano con los dedos extendidos para pronosticar augurios. En realidad, el propio mito fundador del imperio tuvo relación con la coca. Garcilaso de la Vega relata que los hijos del sol, al fundar el imperio dorado, ofrendaron coca y enseñaron a los hombres a utilizarla para matar el hambre, eliminar el cansancio y permitir que el desdichado olvidara sus desgracias.
Al igual que los aymaras, los incas contaban
con grandes cultivos de coca, pues para ellos
se trataba no solo de una planta mágica

Se cree que, al igual que los aymaras, los incas contaban con grandes cultivos de coca, pues para ellos se trataba no solo de una planta mágica, sino además fiduiciaria, pues parece que la coca cumplió la función de valor de cambio en ausencia de una moneda.
Según el ensayista boliviano Renzo Abruzzese el origen de la palabra "coca" ha sido encontrado en el vocablo aymara "khoka", que significaría, simplemente, "el árbol". Su origen mítico se asienta en una remota historia: Khuno, Dios de la nieve y la tempestad, incendió grandes extensiones para fertilizar la tierra, pero esto encolerizó tanto al dios Sol que envió una tempestad de fuego y, los pocos sobrevivientes, al salir de la cuevas donde se refugiaron, encontraron como único sustento verdes hojas en arbusto, que les dio tranquilidad y energía. La divinizaron con el nombre de "Mama Coca".
La coca, como hoja sagrada, acompañó al hombre andino hasta la llegada de los españoles, quienes, enterados que los indios la consumían en suplencia de alimentos y energizantes, la usaron con sevicia para embrutecer a los cargueros (aquellos hombres que morían sin alimento, cargando minerales a la espalda); a los mitayos, que debían construir carreteras y puentes; y a los arrendires, quienes debían trabajar la tierra de los "mistis" a cambio de un pedazo de campo de cultivo para su propio sustento. Es decir, los españoles envilecieron al indio con el uso indiscriminado de la coca, convirtiéndola en un elemento degenerador y narcotizante, altamente adictivo.
Baldomero Cáceres, uno de los firmes defensores de esta hoja, nos dice que hoy la coca ya no tiene ese cariz: el hombre andino y selvático la consume como un estimulante cotidiano (exactamente igual a como nosotros consumimos el café), y que la coca posee valiosas propiedades culturales y medicinales. Que el narcotráfico haya convertido a la coca en la materia prima de su ilegal producción, es otra cosa, y definitivamente eso no va a combatirse anulando culturas y prohibiéndonos de tomar una infusión de coca (que, además, es mi tisana favorita).

Entrevista a Gustavo Rodríguez



El talento y el escritor

Gustavo Rodríguez (Lima, 1968) es escritor y comunicador. Ha publicado las novelas “La furia de Aquiles” y “La risa de tu madre”, esta última, finalista del Premio Herralde. Su novela “La semana tiene siete mujeres” fue finalista del premio Planeta-Casa de América, de un total de 493 manuscritos que concursaron de España y América. Invitado por la escuela profesional de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental y el suplemento cultural “Solo 4”, estará en Huancayo el próximo viernes 29 para presentar, precisamente, este libro.

Usted ha tenido una importante carrera como publicista. ¿Puede hablarnos más de ello?
A veces me pregunto si de haber sido abogado o ingeniero me hubieran hecho una pregunta parecida. No he conocido otro escritor al que le recuerden siempre lo que estudió o su otra faceta laboral. Pero entiendo. Al margen de que la publicidad es una profesión que carga con algunos prejuicios, creo que en realidad tu pregunta tiene que ver con la importancia de esa carrera en mi vida. Es verdad: antes de decidirme a escribir y publicar ya era un publicista más o menos conocido por su trabajo. Ya me entrevistaban por eso. Entonces, debo aceptar con buen humor que siempre me pregunten por eso. Ambos oficios son como volcanes que se alimentan de un mismo magma. Y ambos, en la actualidad, me son requeridos por distintos públicos, lo cual me otorga una diversidad que por ahora me divierte. Este mes que viene viajaré varias veces al extranjero tanto a presentar mi reciente novela como a dar conferencias sobre comunicación. Está bien eso.

En “La furia de Aquiles” encontramos la colisión del personaje con una ciudad caótica y con su pasado, ¿siente que hay aspectos en común con usted?
Yo nunca estudié literatura, y nadie me dijo cómo debía escribir. “La furia de Aquiles” fue mi primera novela, y la acometí con el temor de quien se enfrenta a lo que no domina. En esa etapa creía que iba a sentirme más seguro escribiendo sobre cosas que había conocido de primera mano, y por eso el primer tercio de la novela es bastante autobiográfico: el chico de provincia que emigra a estudiar a Lima con quienes parecen ser sus mejores amigos. Luego ya no. Ocurrió algo inesperado: cada personaje tomó su rumbo. Las cosas que hacen luego me resultan tan divertidas, como ajenas y perturbadoras.

Algo parecido ocurre con “La risa de tu madre”, una novela donde el pasado vuelve a perturbar al personaje.
¿A quién no le perturba el pasado? La diferencia en “La risa de tu madre” está en que el pasado persigue al protagonista sin que él lo haya pedido. El tipo encuentra una foto insólita de su madre que ella había escondido entre papeles viejos. La foto lo obsesiona.
Y creo que allí es cuando empieza a trabajar el inconsciente: las casualidades que lo llevan a ir descubriendo pistas sobre esa foto no lo son tanto. En psicoanálisis se dice que no existe la casualidad. Algo de esto quise plasmar en esa novela.

Usted ha asociado la paternidad con la escritura.
Solo para mi caso personal, y para explicar por qué, de la noche a la mañana, me puse a escribir. Es una teoría romántica. Cuando la madre de mis hijas estuvo embarazada la primera vez, un fin de semana algo me impelió a sentarme frente a la vieja computadora que tenía, y escribí un cuento. Y al fin de semana siguiente, otro. Y luego, otro. Estaba obsesionado. Con el tiempo, esos cuentos fueron publicados y, para mi sorpresa, fueron bien comentados. Hoy creo saber qué ocurrió. No sé si sea verdad, pero la idea me gusta: cada vez que escribo una historia siento que me ahorro un par de horas en el psicólogo. Cuando escribimos —y también cuando leemos— empezamos a procesar y digerir en nuestro interior una serie de vivencias inconscientes, y este proceso ayuda a reconciliarnos con nosotros y con el mundo que nos las hizo vivir. Quiero pensar, por lo tanto, que si un día empecé a escribir como un desaforado para no detenerme más, fue porque sabía que mi primera hija iba a nacer. Como si algo dentro de mí me hubiera dicho “vas a hacerte cargo de una nueva vida: será mejor que te ordenes por dentro para que puedas ocuparte mejor de ella”.
¿Cómo fue el trabajo periodístico en su libro sobre Juan Diego Flórez?
Fue un encargo que la UPC de Lima me hizo. Antes le habían encargado a Alonso Cueto un libro de homenaje a Mario Vargas Llosa. Y a Mariella Balbi uno sobre Fernando de Szyszlo. El de Juan Diego me lo encargaron a mí. Era un proyecto de asalto: volar a Nueva York, verlo cantar en el Metropolitan Opera, entrevistarlo durante un día, y luego regresar para entregar el texto. Gracias a Dios, tengo amigos que son muy buenos cronistas. Julio Villanueva Chang es uno de ellos. Debo haber absorbido algo de su talento al observarlos trabajar (risas).

Hábleme un poco más de “La semana tiene siete mujeres”.
Esta novela es un policial sentimental que disfraza dos temas muy polémicos, como son el prejuicio racial y la infidelidad. En el velorio de su marido, Gracia encuentra una nota en el traje del fallecido. Es un mensaje de amor en papel rosa. En ese instante nace su obsesión por averiguar cuál de las presentes puso esa nota allí. Para develar el misterio, busca la ayuda de un antiguo novio: un tipo blanco, de “buena familia”, que ha empobrecido con los años y que guarda un profundo resentimiento por el difunto. No es solo un rencor de amor, también es resentimiento social: aquel tipo era un cholo, un mestizo talentoso que le quitó a la mujer de su vida y que detonó un desánimo que no lo deja. Tampoco se trata de un escenario cualquiera: estamos en Lima, una ciudad donde el prejuicio racial se grita en silencio y la infidelidad se calla a gritos.

Además con esta novela fue finalista del Premio Planeta Casamérica.
Para mí fue una sorpresa. Tanto así que me enteré por el periódico, a diferencia del Premio Herralde con “La risa de tu madre”, donde sí me llegó la notificación de los finalistas. Espero que a mis amigos de Huancayo les guste tanto como le gustó al jurado.

¿Cuál ha sido su papel en el Proyecto Recreo?
Recreo es una asociación que fundamos Javier Arévalo y yo para llevar la lectura a los colegios. Lectura por placer. Javier es más el ideólogo, yo participo en las relaciones públicas, aparte de hacerlo como autor que visita a los colegios. No tiene precio. La emoción de ver a chicos y chicas escolares que disfrutan leyéndote y conociéndote es de las cosas más bonitas que hay.

MÁS DATOS
Gustavo Rodríguez presentará “La semana tiene siete mujeres” este viernes 29 de octubre en la Sala de Sesiones de la Municipalidad provincial de Huancayo a partir de las 8.00 PM. Una excelente oportunidad de encontrarnos, por primera vez en nuestra ciudad, con uno de los personajes más talentosos y reconocidos del joven Perú.

Matahuasi: pueblo histórico


Cristina Oré Ríos

Matahuasi es cuna de sucesos históricos que trazaron el pasado, presente y futuro del país. Antaño, un grupo de indígenas vivió a orillas del río Achamayo, llamando a ese lugar, Hatunhuasi, que significa casas en partes altas; con el paso del tiempo, se derivó a Matahuasi (casas unidas).
Matahuasi fue parte del imperio luego de que los incas sometieron a los huancas. Cuando los españoles llegaron, formaron el pueblo el 15 de agosto de 1572, denominándolo la Asunción de Matahuasi, lugar que se convirtió en la zona con mayor concentración de españoles.
Durante el virreinato, en las épocas del virrey Toledo, se realizó la repartición de terrenos para el cultivo de cereales y tubérculos, y la construcción de viviendas en los parajes de Wasi o Coto-Coto por los indígenas.
En 1588, el párroco intentó vender los terrenos de cofradía, en defensa del patrimonio de la fe del pueblo (los parajes de Huamanhuaca, Maravilca, Antacocha, Lilpanya y Corpacancha). Algunos ciudadanos promueven la formación de la comunidad, logrando su reconocimiento el 21 de setiembre de 1942.
Matahuasi fue anexo de Apata. En 1893 se proyectó la creación del distrito. Los apatinos lo impidieron usando sus influencias políticas, quedando relegado hasta el 25 de octubre de 1896, durante el gobierno de don Nicolás de Piérola, desmembrándose de la provincia de Jauja y anexándose a la nueva provincia de Concepción con los anexos de Yanamuclo, Maravilca y Chimpamarca.
Matahuasi es también cuna de los postres hechos a base de nísperos, tales como la conserva, jalea, cóctel, pasteles, helados, y por ello es conocida como “la villa de los nísperos”.

Más datos:
Matahuasi posee atractivos paisajísticos naturales como la Virgen de Inanya; la imagen de una Virgen de barro formada por acción de la naturaleza; Perdón Pampa, llamado así porque fue escenario de enfrentamientos entre Apata y Matahuasi, donde los apatinos pidieron perdón al verse derrotados; entre otros atractivos

De cuerdas y repercusiones: Sobreviviente en actividad

Pío Altamirano M.

Así es como se siente Daniel F, quien presentó recientemente su libro “Manuskritos desde una calle vedada”, en una artística y pulcra edición.
Con este libro nos demuestra que no es sólo un rockero y trovador orgánico, sino un contador de historias y anécdotas, muy amenas y cargadas de humor e ironía. Es un libro de corte autobiográfico, que da testimonio de vida de la década de los setenta e inicios de los 80 que, en sus palabras, dice: “marcarán a fuego mis pasos y se volverán luz de mis escalinatas”.
El libro enciende los recuerdos y
las pasiones de quienes recorrimos
similares trayectos: la devoción
espiritual y el rito.

El libro enciende los recuerdos y las pasiones de quienes recorrimos similares trayectos: la devoción espiritual y el rito que conllevaba conseguir y escuchar un disco; una manera distinta de entender la emoción. El desapego al colegio, pero no al colegio en sí, sino, en el fondo, al sistema educativo; o la creencia de que el rock y toda esa convivencia iba a cambiar la historia y la vida. El rock, entonces, iba contra las convenciones sociales, “las buenas costumbres”, y los protocolos de adultos.
Daniel tiene una visión memoriosa, histórica y crítica, pues se exponen los cambios y las tendencias musicales, explicando el cambio social que ha sufrido nuestra sociedad, y como muchos, también el padecimiento de cruentos años de guerra y desangramiento interno. Así también, la falta de oportunidades, la educación castrante o la discriminación, que parieron movimientos musicales que no repararon en escupir su furia, su desencanto y sus esperanzas.
Nos dice también que la industria musical de hoy ha anulado de todo requerimiento al talento musical. Se bloquean la imaginación con los videoclips e inventan los rankings, promoviendo la cobardía y la mansedumbre. Concluye que “la música es la principal razón de una banda de rock. No sólo como ruptura estética, sino como vehículo de lo que uno quiere compartir; que sea el motor sonoro de una actitud de vida”. Muchas razones para leer y releer “Manuskritos desde una calle vedada”.

Microcuento



Aquel sentimiento

Diego Martín Eguiguren

Luego del retorno de ese gran amor que te tenía y evocando la última vez que te perdí, he comprendido que aquel sentimiento es una garantía de que mi vida será perpetua si tú sigues junto a mí.

Perfume de mujer


El armario
Ella estaba totalmente desnuda y uno de sus brazos esbeltos se levantaba para engarzar un dedo en uno de los ganchos del techo del armario. Largas oleadas de cabello castaño caían sobre sus hombros infantiles, respirando ese encanto al que no cabe otra respuesta que un sollozo. La luz de la vela se reflejaba en sus ojos rasgados. Su boca era un poco grande, pero tenía una expresión tan dulce como la de los labios del sueño cuando, tras varios días de dolor, nos besan la frente. Sus caderas formaban nido y sus esbeltas piernas se pegaban la una a la otra.
Thomas Mann

Crónica de Viaje: Cusco querido

Siempre he de volver…

Rodrigo Miranda Tiza

Impresionante, grandioso; así, ante mis asombrados ojos se presentó aquella madrugada la ciudad del Cusco. Era la primera vez que la veía, desde lo alto de la carretera que ingresaba por el lado de Abancay. Ya en sus calles. Pude ver algunos bohemios y trasnochadores que envueltos en sus angustias y gruesas chalinas volvían a sus moradas, quien sabe a multiplicar sus penas
Avanzábamos raudamente y pude distinguir con multiplicada emoción, los primeros muros incaicos y sobre ellos, igualmente impresionantes, las casonas y palacios que los españoles edificaron: era un ensamblaje que no me emocionó.
Ante nosotros se erguía Tambomachay, el centro sagrado de rituales y adoración al agua; al agua que es fuente de vida, al agua que allí brota de las entrañas de la tierra, pura y cristalina; que nunca cesa de discurrir con una sinfonía infinita que nos envuelve. Aquí Rosita, -nunca sabré si fue en broma o en serio-, me dijo con gentil acento: “Te gustaría volver al Cusco? ¿Quieres regresar por estos lugares?”. Cómo no iba a desearlo, ya estaba enamorado de aquella ciudad. “Bebe -me dijo-, bebe con fe; pero sin apoyar tus manos en el muro”, -esta vez lo dijo con ademán imperioso pero amable-. Así lo hice; tal vez por eso he regresado a la increíble ciudad imperial, tantas veces que ya perdí la cuenta. ¿Acaso los dioses Incas me concedieron su licencia para acariciar y admirar sus antiguos dominios?
Caminábamos por una amplia explanada, podíamos apreciar enormes muros pétreos zigzagueantes. Ya estábamos en Sacsayhuamán. Después supe que sus muros, vistos desde el aire, semejan los rayos y relámpagos que las tormentas generan, cuando la tierra vibra con fuerza avasalladora.
Ya al anochecer, abstraído, seguí por mi cuenta por calles ora iluminadas, ora oscuras; ora bulliciosas, ora silenciosas. Me dirigí a la tradicional taberna Hatuchay; la música cusqueña, los parroquianos, los turistas, las atenciones, todo era regocijante. Me ubiqué en una mesa ubicada en el balcón, dando a la plaza. Desde allí podía contemplar las siluetas del templo mayor, la de la Iglesia de la Compañía, la pileta central que luce extraños seres mitológicos. Cada espacio del local, -una antigua casona colonial-, lucía inscripciones, versos, frases en idiomas de todo el mundo. Los visitantes, los poetas, los bohemios y todo aquel que deseaba hacerlo, podía perennizar sus sentimientos. Me atreví y anoté: “Cusco querido, eres eterno”, debajo puse mi nombre y el lugar de mi procedencia. Por algunos años seguí releyéndolo. Actualmente, aquel acogedor centro de encuentros, reencuentros y desencuentros ha cerrado sus puertas. Nadie me explicó el por qué, tampoco pregunté. Allí conocí, quien sabe a la joven más inteligente, bella, libre de prejuicios y encantadora que se ha cruzado por mi vida. Ella era admiradora de Vallejo. Me dio la sensación que conocía la historia del antiguo Perú, mejor que yo; el curioso acento que daba al castellano, me decía que no era peruana. Era una maestra francesa que durante sus vacaciones recorría Sudamérica y me confió que el Cusco la había embrujado y quería quedarse por siempre en él. Coincidimos en tantas cosas; cantamos, bailamos, lloramos, reímos hasta el delirio; jamás sabremos hasta qué extremos…El tiempo ya habrá borrado un poema en francés y otro en español que con su lápiz labial dejamos en la pared del Hatuchay. Ella puso su nombre: “Georgette”, yo el mío.

Agenda semanal

Taller de apreciación teatral
Ponentes:
Eduardo Valentín Muñoz y Neil Paredes Payano
Miércoles 27, jueves 28 y viernes 29 de octubre. Hora: 7:00 pm.
Auditorio del ICPNA Región Centro, Jr. Ayacucho 169, Huancayo.
INGRESO LIBRE

Cine foro
Ciclo: Sueños
Película: Inception
Forista: Roberto Loayza
Lunes 25. Hora: 7pm.
Centro Cultural Continental, Real 125, Huancayo.
INGRESO LIBRE

Perfiles
Irma Poma, buriladora
Martes 26. Hora: 7pm.
Centro Cultural Continental, Real 125, Huancayo.
INGRESO LIBRE

Jornada
Desafíos de la interculturalidad en la educación
Jueves 28. Hora: 7pm.
Centro Cultural Continental, Real 125, Huancayo. INGRESO LIBRE


Presentación de libro:
“La semana tiene siete mujeres”
Gustavo Rodríguez
Viernes 29. Hora: 8 pm.
Sala de sesiones de la Municipalidad Provincial de Huancayo

martes, 26 de octubre de 2010

Solo 4 del 16 de octubre de 2010

Gustavo Rodríguez en Huancayo este 29 de octubre
El escritor y publicista Gustavo Rodríguez visitará nuestra ciudad este viernes 29 de octubre para presentar en Huancayo su nueva novela “La semana tiene siete mujeres” (Planeta, 2010). Asimismo, ese mismo día dictará una conferencia en el I encuentro de comunicadores de éxito “Peruanos que la rompen comunicando”, organizado por la carrera de Ciencias y Tecnologías de la Comunicación de la Universidad Continental. Cabe señalar que esta es la primera visita de Rodríguez a Huancayo y esta novela ha sido presentada en España y en diversas partes de Latinoamérica. Un gran logro de los organizadores.


La cita:
Pero quienes, a base de una audacia y perseverancia formidables, consiguieron movilizar a la opinión pública internacional en contra de las carnicerías congolesas de Leopoldo II, fueron un irlandés, Roger Casament, y el belga Morel. Ambos merecerían los honores de una gran novela.

Mario Vargas Llosa La verdad de las mentiras, 2001

V Festival Internacional de Narración Oral

Déjame que te cuente

José Oregón Morales
Déjame que te cuente, lectores de Huancayo, fue en el Teatro de la Alianza Francesa. Sus silencios nos acogen con el ritual de las funciones teatrales; cuidados escenográficos, luminotécnicos y disciplinarios para propiciar esa magia entre el actor y el público, la entrega generosa y el retorno sublime de la aceptación. Actuamos todos los narradores. Retrocedí 50 años en mi vida, volví a ser aquel niño actuando en los teatros de mi pueblo, Pampas. El telón que se abre, mi canto quebrado que irrumpe, mis palabras cargadas de las esperanzas de fructificar de los maicitos, con ellos “huaylasyé” y acariciamos con nuestro canto las mejillas blancas de la luna llena en las noches de siembra; concluí con el desgarrado canto de Carlos Huamán: “maíz hermano, granito eterno, abrigo de niños tristes”. Hice llegar ese mensaje de las semillas, felices de dar la vida a los cristianos del mundo, sentimiento del hombre andino expresado a través de fabulaciones que no son otra cosa que su vida misma. Prolongados aplausos. Hermanos narradores del mundo que me abrazan fuertemente contra sus pechos. Lloré de alegría, como cuando era niño, en Pampas.
Los días siguientes subieron a las tablas Hanna Cuenca, joven y extraordinaria actriz de Colombia con sus relatos “De vocación princesa”: “El viaje de princesa a plebeya de la colombiana resaltó el valor de la figura femenina y la indiferencia del macho. Un espectáculo que sacudió el piso a hombres y mujeres”. (Alajuela, Ciudad de la palabra). Juan Madrigal de Costa Rica, actor, músico y cantautor; genio de la interactividad, nos devolvió la alegría de tener un alma de niños con sus “Cuentos para jugar y cantar”.
El hermano chileno Carlos Genovesse hizo gala de un eximio trabajo de texto y de un cautivante dominio escénico, atrapando al público con las intrigas, llevándolos al clímax de la ansiedad y descargando en finales inimaginables con sus cuentos de “Misterios profundos y sucesos extraordinarios”.
En nuestra actuación central me tocó compartir escena con Marcela Romero de México. Tocó fuertemente las fibras más íntimas de la sensibilidad humana con sus narraciones “Hay que ir para quedarse”, sobre las tragedias de los migrantes en Estados Unidos y las peripecias de las mujeres latinas que para poder sobrevivir a veces tienen que cruzar “otra frontera”. La antecedí en escena con Sara Poccochi, memorial de los comoniros, el Banquete moyano, Loro ccolluchi, el Burro Benigno y los cantos quechuas de mi Huancavelica. Puse todo mi corazón y técnica en mi actuación. Los organizadores tuvieron que hacerme regresar de los camerinos porque el público seguía aplaudiendo.
Jota Villaza de Colombia, un paisa con los atuendos típicos de su país, nos regaló una muestra asombrosa del realismo mágico en la narrativa popular de su tierra, voz extraordinaria, actuación impecable, hizo reír al público hasta el llanto con las portentosas historias de los Blakamanes, que son en Colombia algo así como los huantinos en el Perú.
Con la francoperuana Yara de Zatter y la española Paula Carballeira compartimos escenario en la Casa de la Literatura Peruana. La primera nos hizo reflexionar sobre la magia y el sentido de la vida a través de “Cuentos de la creación”. La española demostró ser una maestra del suspenso con las narraciones de su patria: “Cuentos de los tres avisos” e “Historias de escalofrío”.
Huancayo, caminemos juntos. Tenemos fe en que las nuevas autoridades ediles ya no serán las cavernarias que niegan permisos para los eventos culturales. Confiamos también en que las casas de la cultura ya no serán refugio de los fracasados políticos. Huancayo tiene profesionales jóvenes y creativos que esperan su oportunidad, pero que se las usurpan inútiles burócratas. Sólo en Huancayo cualquiera puede acceder a director de la casa de la cultura para recuperar la inversión de la campaña. ¿Estaremos en condiciones de organizar para el 2011 una actividad cultural internacional que merezca Huancayo? El “VI Déjame que te cuente” debe ser uno de los nutrientes culturales para nuestro pueblo. Sí, lo haremos.

Temporada teatral del grupo “Expresión”

Empieza este sábado 23 de octubre

No es gratuito que tanto el grupo "Expresión", como la dramaturgia de María Teresa Zúñiga, hayan crecido de la mano: nacieron juntos. Y es que ella, al lado de Jorge Miranda Silva, fundó este elenco en 1986, habiendo cosechado en poco tiempo reconocimientos nacionales e internacionales, y escribiendo la mayoría de sus obras para ser representadas bajo este sello teatral. "Expresión", de ese modo, se ha convertido en los últimos veinte años en uno de los baluartes del teatro peruano, emergido del corazón del país, con notable crítica y recepción. En los círculos limeños, y esto debido al centralismo cultural, no se concibe que obras tan universales puedan hacerse en el interior del país.
Con el tiempo, el grupo creció y, tanto Jorge Miranda Zúñiga como Marco Miranda Zúñiga, aportaron talento y técnica a los montajes, el primero como actor y el segundo como director técnico. Igualmente, el actor y productor Marco Ríos Calderón y el actor Víctor Meza Mucha contribuyeron con su competencia al crecimiento del grupo. De ese modo, la experiencia de “Expresión” crece y se proyecta con mayor fuerza, montando con éxito obras teatrales cuya temática sufraga a favor de la historia del teatro peruano. Con el tiempo, incluso, el nombre de “Expresión” rompió linderos y empezó a vocearse en el extranjero (Venezuela, Dinamarca, Estados Unidos, Colombia y otros lugares).
Apenas concebido, el grupo empezó a montar obras de diversos autores (como “Clave 2 manan” de Gregor Díaz, “El Cruce sobre el Niágara” de Alonso Alegría, entre otros), pero con “Corazón de fuego” inicia una nueva etapa con dramaturgia propia, pues María Teresa Zúñiga se convierte desde entonces en la dramaturga exclusiva del grupo y con su enorme talento escribe y pone en escena “Santiago, el Organillero”, “Pinocho, el último viaje”, “El celoso extremeño”, “Encendiendo el fuego” y otros. Pero, en 1996, cuando se monta “Zoelia y Gronelio”, el grupo entra en etapa más universal y moderna, que ha aglutinado los aplausos unánimes tanto en el Perú como en el extranjero. La experiencia poética de María Teresa Zúñiga le sirve claramente para insuflarle inspiración, un profundo y rico lirismo, a otra de las obras que vendría después: “Mades Medus” (1999). Le siguieron “Laberinto” (2001), “Alas de mariposa” (2002) y “Atrapados” (1999). Así también “Metamorfosis” (1998), “Danzando en las tinieblas” (2003) y “Tinieblas del emperador” (2006).
Ahora tenemos la oportunidad de ver una retrospectiva de este importante grupo teatral en nuestra ciudad.

MÁS DATOS:
Obras a presentarse:
“Zoelia y Gronelio” - 23 de octubre y 05 de noviembre
“Mades Medus” - 29 de octubre y 06 de noviembre
“Tinieblas del emperador” - 03 de octubre, 06 y 27 de noviembre
“Atrapados” - 04 y 11 de diciembre
Local: Auditorio del Colegio Andino de Huancayo (Jr. Dos de Mayo 575 Huancayo) Horario 7.00 PM. Venta de entradas en Galería Café Imaginarte (Jr. Ancash 260 Huancayo).

El buen salvaje: El padre de la innovación

Sandro Bossio Suárez
Mario Vargas Llosa pudo haber ganado el Premio Nobel de Literatura seis veces. Uno por cada obra maestra. En cada una de ellas, acuñó elementos renovadores para la literatura, para narrar las historias de diferente manera, para ver la narración como nunca antes lo había hecho el mundo. Y precisamente de tanto halagarlo, enorgullecernos de él, olvidamos ese su lado innovador.
En realidad, el premio se debe, en gran medida, al peso estético de la obra de Vargas Llosa. Y ese peso no sería identificable, ni posible, si no nos refiriéramos a las transformadoras técnicas usadas en cada una de ellas.
En “La ciudad y los perros” el joven Vargas Llosa (tenía 24 años cuando la escribió) ya siembra los primeros elementos de lo que llegaría a su máxima expresión en obras futuras. Nos referimos, en primer lugar, al “dialogo telescopado”, ese que usa coloquios y pláticas de personajes en diferentes tiempos, dejando preguntas sueltas en un espacio temporal para ser respondidas en otros lugares y tiempos. Ocurre, sobre todo, en la secuencia final de la obra, cuando el Jaguar conversa con el flaco Higueras, y mientras ellos permanecen sentados en el bar tomando pisco, el dialogo que sostienen los va llevando físicamente al pasado. Otros elementos importantísimos que se cimientan en esta obra son “los vasos comunicantes”, técnica que consiste en unir varias historias con pequeños elementos afines: ocurre cuando, al final, por una escena (una pelea en la playa) nos enteramos que el Jaguar es el mismo narrador invisible y anónimo que nos ha contado su historia en varios capítulos. Esta técnica llegará a su esplendor en la siguiente novela, “La casa verde”, donde hasta siete historias aparentemente distintas terminan unidas, trenzadas, a través de estos “vasos” que la teoría literaria también llama “puentes literarios”.

En “La ciudad y los perros” el joven Vargas Llosa
(tenía 24 años cuando la escribió) ya siembra los
primeros elementos de lo que llegaría a su máxima
expresión en obras futuras.
El multiperspectivismo es otra de las técnicas usadas con mucho acierto en estas sus primeras novelas. Con toda la carga de William Faulkner (y a decir de Carlos Eduardo Zavaleta, también de Aldous Huxley), Vargas Llosa convierte estas novelas en verdaderos calidoscopios, en los cuales logra enfocar un mismo hecho desde diferentes puntos de vista, lo cual enriquece muchísimo la historia (a decir de los ingleses, el “plot” o discurso). El “dialogo telescopado”, los “vasos comunicantes” y el multiperspectivismo aparecen inmejorables en “Conversación en la Catedral”.
El monólogo interior y el fluir de la conciencia, desde el campo de James Joyce, son otros dispositivos tecnológicos envidiablemente utilizados en las obras de Vargas Llosa. Cobran gran poderío, sobre todo, en “La fiesta del Chivo”.
La estructuración novelesca, como técnica, es otro de los grandes aportes de Vargas Llosa a la literatura mundial. Esta técnica alcanza magnificencia (que ya la tenía en “La casa verde” o en “Conversación en La Catedral”) en la monumental “La guerra del fin del mundo”, donde múltiples personajes y situaciones van armando la gigantesca trama en diferentes tiempos y lugares. Desde esa mirada, el montaje literario que usa Vargas Llosa es fragmentario (los ingleses lo llaman “small and slow”) y es como un archipiélago, un rompecabezas, que finalmente un lector atento logra dominar.
Técnicas novedosas menores, como el dialogo libre y la narración regida, también llenan sus libros.
Todos estamos de acuerdo en que Vargas Llosa es actualmente el único representante del Boom Latinoamericano vigente, el que todavía produce —y con excelencia—, y el único que sigue renovándose en cada una de sus nuevas obras.
En definitiva, el pensamiento filosófico y político de Vargas Llosa pesa mucho en su nombradía intelectual, pero no debemos olvidar que es su obra artística la que atrajo (o debió atraer) el premio Nobel hacia él.

Microcuento

Fernando Manuel caminó largo

Pablo Ávila Oré

Fernando Manuel caminó largo por la berma, pensando en sí mismo, tratando de convencerse de que vale la pena equivocarse. Caminó hacia el café de siempre, “Café-café”, era el único lugar donde se atrevía a dejar de pensar. Ese día fue uno de los pocos en que no pudo realizar su cometido, se sintió más infeliz que de costumbre. Antes, por la mañana, no pudo más con el destino y conoció a Manuela Fuentes. El corazón se le partió en pedazos, del sueño paradisíaco pasó a la más terrible de las realidades. Se dio cuenta, a la mala, de que Manuela, su Manuela, era de carne y hueso.

Perfume de mujer

Antonio Skármeta:
El cartero de Neruda


Mario le bajó la trabajosa minifalda y cuando la fragante vegetación de su chucha halagó su acechante nariz, no tuvo otra inspiración que untarla con la punta de su lengua. En ese preciso instante, Beatriz emitió un grito nutrido de jadeo, de sollozo, de derroche, de garganta, de música, de fiebre, que se prolongó unos segundos, en que su cuerpo entero tembló hasta desvanecerse. Se dejó resbalar hasta la madera del piso, y después de colocarle un sigiloso dedo sobre el labio que la había lamido, lo trajo húmedo hasta la rústica tela del pantalón del muchacho.

Pablo Picasso: "Angel Fernández de Soto con una mujer".

I Festival Latinoamericano de Poesía

Y homenaje a Juan Ramírez Ruiz, de Hora Zero:
“Un par de vueltas por la realidad”

Pat Salazar-Caso
El martes último se dio inicio al I Festival Latinoamericano “Un par de vueltas por la realidad” en la Casa de la Literatura Peruana. Este festival, que se desarrollará hasta hoy, cuenta con la presencia de diversos poetas peruanos y latinoamericanos. La finalidad del evento es la presentación de la producción literaria de los participantes y el fortalecimiento de sus relaciones y la crítica entre ellos.
El evento, por su naturaleza, permite un contacto directo de los poetas con el público: este festival no sólo consta de una serie de recitales, sino también de varias muestras de poesía visual.
Una de las actividades más resaltantes del festival es el homenaje al poeta Juan Ramírez Ruiz, integrante y fundador del movimiento Hora Zero, cuyo poemario da título al evento.
Entre sus distintas locaciones, se cuentan las universidades San Marcos, Federico Villarreal, así como las “Brisas del Titicaca” y la Alameda Chabuca Granda.
Algunos de los nombres más resaltantes son el de la poeta brasileña Diana de Hollanda, y de los peruanos Miguel Ildefonso (Lima) y Augusto Rubio (Ancash), así como de los organizadores y también poetas Diego Lazarte y Giancarlo Huapaya, ambos de Lima.



Homenaje a Juan Ramírez Ruiz

El Festival Latinoamericano de Poesía sirvió también para ofrecer un homenaje al poeta Juan Ramírez Ruiz, creador del concepto del “poema integral” y fundador, junto a Jorge Pimentel, de “Hora Zero”, el movimiento vanguardista más importante de la poesía de la década de los 70.
El homenaje se inició con la proyección de un vídeo donde Pimentel dedica un poema al fotógrafo Carlos “Chino” Domínguez, quien se encuentra actualmente mal de salud. Durante la parte protocolar el poeta Tulio Mora señaló que “‘Hora Zero’ cambió la visión estética de la poesía, y las expresiones actuales donde el Perú se reconoce se las deben a nosotros”. Reconoció también las muchas voces que conforman “Hora Zero”, al decir que “hay tantos horazerianos como miembros hubo”. Asimismo, añadió que “la poesía es lo que somos todos los peruanos”.
En el homenaje estuvieron presentes además Fernando Obregón, Enrique Verástegui, Eloy Jáuregui, Ángel Garrido, Bernardo Álvarez y Paul Guillén.



Diego Lazarte:
“Hace años que no ocurren recitales de esta magnitud”

¿Cómo surge la idea de organizar “Un par de vueltas por la realidad”?
De la necesidad de realizar actividades en Lima, porque hace años que no ocurren recitales de esta magnitud. Recordemos que la generación del dos mil, que es la gente que está participando en su mayoría en este recital, empezó como un boom generacional, en las universidades del Perú, en la de Lima más que todo, en San Marcos, Villareal, Católica. Ese grupo hasta ahora no ha pasado muchos recitales, entre ellos, el festival de Cajamarca “Patio Azul”, el Novíssima Verba, que se organizaba en la Católica con la editorial de Álvaro Lasso, después el “País Imaginario”. Y hace muchos años, por lo menos hace cinco, no se realizan cosas de esta envergadura.

¿Cómo ha sido la convocatoria para este festival?
Para este festival han sido invitados amigos poetas latinoamericanos y peruanos de quienes conocemos su trabajo. Es más que todo esto por asunto de trayectoria y por asunto de actividad cultural. Gente que conocemos que está trabajando y que está publicando, ha sido la llamada.

Ustedes están tratando que otros poetas sientan como propio al festival. ¿Piensan convertirlo en el Festival de la Poesía de Lima?
Claro. El festival ahora se llama Festival de Poesía de Lima, y será anualmente, cada mes de octubre. E igual, congregará a poetas latinoamericanos, y la invitación estará abierta. El comité seleccionará a los poetas por su trabajo.

El libro que cambió mi vida: “Ensayo sobre la ceguera”

“Ensayo sobre la ceguera”, José Saramago:
En la tierra de los ciegos...

Roberto Loayza

En épocas de profunda depresión las vías de escape son muchas, ya sea con alcohol, con comida o con mujeres. En mi caso fueron los libros, me puse como meta leer un mínimo de 3 libros por semana. Aún no salía de mi asombro con “La guerra del fin del mundo”, cuando cayó en mis manos “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago. ¿Ciencia ficción?, ¿realismo mágico?, ni idea, lo cierto es que resultó una lectura fuerte, difícil, pero inolvidable. Descubrir que en medio de esas espantosas 500 páginas se encontraba nuestra realidad desnuda fue un golpe, y uno muy fuerte.
La pesadilla de unas personas sin nombre en una ciudad sin nombre que al quedar ciegos (una blanca y espesa ceguera) encuentran lo peor de sí mismos. Casi se puede percibir el olor a podredumbre de las calles, casi podemos saborear la gallina cruda en la casa de la anciana. La esperanza, sin embargo, reside en la única persona que no pierde la vista, la mujer del doctor, de quien Saramago se vale para darnos un agrio ensayo sobre el comportamiento humano, sobre la vida y finalmente sobre la muerte.
Los gnósticos hablan siempre del espejo en donde, si miramos con cuidado, descubriremos a los horribles monstruos que llevamos dentro; es el efecto exacto que logra este autor portugués dentro de sus inmensos párrafos.
No apta para paladares sensibles, el “happy end” me dejó un mal sabor de boca, hubiera preferido un final más devastador. Sin embargo, la esperanza también es melancólica, como la vida misma.
La versión cinematográfica, dirigida por Fernando Meirelles, el mismo de la inolvidable “Ciudad de Dios”, sin ser un desastre, no le hace justicia al libro.
Saramago nos dejó hace poco y, perdón por la tristeza, se le extraña demasiado.

Srila Atulananda Acarya, del Hare Krishna

La visita de un maestro

Roberto Atencio Alvariño

A los siete años tuve por primera vez un encuentro con los Hare Krishna en la plaza San Martín del centro de Lima. Vestidos de color azafrán y con las cabezas rapadas, cantaban y bailaban. Cuando mi tío y mi mamá quisieron acercarse, comencé a sentir una especie de miedo incontrolable, pues creía que eran seres raros que padecían de algún extraño mal y que podían contagiarme. Inmediatamente me tiré al piso, e hice uno de los berrinches más exitosos de toda mi vida, con lo cual los desanimé a acercarse a los devotos de Krishna.
Después de diez años cayó en mis manos un libro cuya portada llevaba la foto de John Lennon, y en la contraportada los cuatro integrantes de los Beatles. El título del libro era “En busca de la liberación”, y era una conversación entre Srila Prabhupada (líder del movimiento internacional para la conciencia de Krishna en occidente) y John Lennon, George Harrison y Yoko Ono. Pienso que ese momento fue trascendental para mí, puesto que en cada párrafo encontraba respuestas sobre las inquietudes que siempre había tenido sobre el sufrimiento, la muerte y el sentido de la vida.
Srila Atulananda Acarya maestro Hare Krishna, estudió filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y en sus frecuentes viajes a la India ha profundizado en el conocimiento Védico, el idioma sánscrito, Hindú, Bengalí y diferentes escrituras antiguas de Oriente. Domina seis idiomas y ha recorrido el mundo entero dictando miles de conferencias, las cuales continúa ofreciendo diariamente en las ciudades que visita.
Para mí una de las actividades más agradables de conciencia de Krishna es el canto de los mantras védicos, en casi todos los templos los mantras se recitaban y cantaban en su idioma original el sánscrito. Srila Atulananda ha realizado las adaptaciones de gran cantidad de estos mantras védicos del sánscrito al castellano, esto es muy importante, pues cada mantra o canción nos enseña a orar, a dirigirnos a Dios, e incluso a sentir en forma apropiada y a pensar.

MÁS DATOS:
Srila Atulananda Acarya es un maestro espiritual que difunde la conciencia de Krishna por todo el mundo. Ha establecido más de 20 centros de Yoga y Ashrams (Comunidades espirituales) en distintos países de Sudamérica y se encuentra visitando esta semana Huancayo.
Entre sus obras más importantes se cuentan "Los bellos pasatiempos de Krishna", "El dulce canto del infinito", "Poemas para el alma", "Cantos al Sadhaka", "Ejemplos de mi maestro", o "El loto rojo". Srila Atulananda se encuentra visitando esta semana Huancayo para dar conferencias magistrales los días 15 y 16 de octubre en los auditorios del gobierno regional de Junín, la municipalidad provincial de Huancayo y el Instituto Continental, el ingreso es libre.