miércoles, 28 de julio de 2010

Entrevista: Lucía Zorrilla, ganadora del Premio Felizh de cuento

(Edición Nº 321 del 10 de julio de 2010)

“Siempre me voy a sentir más cómoda como lectora”

En el cuento “Monsieur Wylie” no sólo la temática, sino la influencia de Bolaño son muy marcadas. ¿A qué otros autores sigues?
Bolaño siempre me ha parecido interesante, sobre todo ahora que es un boom literario en varios países. Es la imagen viva del escritor romántico que vivió solo para escribir sin importarle nada más. Esa leyenda de que vivía de los premios literarios que ganaba en la década del ochenta en España me parece fascinante. En realidad a mí me gusta leer de todo, no sólo literatura, sino libros de historia, de sociología, revistas, libros de cocina, en fin. Pero en literatura me gusta mucho sin duda Vargas Llosa y Jaime Bayly, aunque Iván Thays diga que sus libros son el mayor derrame seminal de la literatura peruana. Ahora último estoy hechizada con la novela “Tokio Blues”, de Murakami, que me parece alucinante, conmovedora y muy sencilla de leer.

Formas parte de un grupo de nuevos narradores cuyos temas narrativos se alejan mucho más de la realidad inmediata. ¿Sucede únicamente en “Monsieur Wylie”?, ¿cómo es el resto de tu obra?
En realidad no tengo una “obra”. Son cuentos sueltos que no tienen un eje narrativo en común, que he escrito en el colegio y la universidad. Me considero, para serte franca, más lectora que escritora. Además con el trabajo y todos lo ajetreos de una maestría en mi carrera profesional por ahora no veo la factibilidad de dedicarme a escribir profesionalmente. Lo hago como una especie de hobby, como una forma de divertirme, de reinventarme a mí misma, de crear situaciones que ojalá puedan pasarme, de crear ficciones que tal vez yo sola pueda entender.

¿Opinas que un narrador, como originario de la sierra central, podría centrar más su obra en los problemas propios de su región?
No necesariamente. Uno puede escribir de lo que mejor le parezca, sepa, y sobre todo le guste. No creo que siendo de Huancayo o de otro lugar tenga que escribir acerca de la ciudad, de su gente y sus problemas. Además estoy convencida que ese tipo de literatura “comprometida” o de “denuncia social” es algo súper demagógico y no va conmigo para nada. Cuando uno escribe ya sea un cuento o una novela puede ambientarla en el lugar que mejor le parezca, puede inventarse un escenario ficticio, lo importante es que escriba y lo que lo escrito guste a quien lo lea.

En este cuento se hace un retrato bastante mordaz del oficio de editor y agente literario. ¿Como autora guardas una opinión similar de los editores y agentes?
Como te digo, yo no estoy muy involucrada en el mundo cultural. O sea, no voy a presentaciones de libros, ni tampoco me interesa conocer a escritores famosos. Más que conocerlos e idolatrarlos, me interesa leerlos. Creo que me siento mucho mejor en el anonimato y la soledad. Además, yo aún no me considero “autora”, pues no he publicado nada. Lo poco que sé de literatura es por los blogs y por los libros que leo. Lamentablemente, mi trabajo no me da el tiempo para asistir a eventos culturales, el poco tiempo que me sobra lo dedico a leer y a escribir.

“Monsieur Wylie” es un cuento bastante maduro. ¿Qué otras obras guardas aún? ¿Piensas publicar algún libro próximamente?
El año pasado quedé finalista también en este concurso, así que junto con Monsieur Wylie digamos que tengo dos cuentos publicables. Es cierto que guardo unos cinco cuentos sueltos de temáticas muy distintas, son monólogos más intimistas y digamos que este cuento que ganó el premio es el único con esa tendencia metaliteraria que he escrito. Si algún día me decido publicar tendría que juntar todos estos cuentos. La verdad, no veo muy cercana la publicación de un libro. Por lo menos por ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí.